Delicioso pero duro fresco de la cotidianidad laboral en Estados Unidos, con dobles lecturas realmente fascinantes.
Andrew Bujalski es un director natural de Boston encuadrado dentro del movimiento Mumblecore, que busca un mayor realismo y naturalidad y en el que prima el diálogo sobre la historia. Hay preferencia por las cámaras analógicas frente las digitales y se le considera heredero del realismo de directores con Cassavetes o Eric Rohmer. Bujalski ostenta el títulode padrino de este movimiento y ha escrito y dirigido tanto cortos como largometrajes, entre los que destacan “Funny Ha Ha”, su primer corto, “Computer chess”, largo en blanco y negro sobre unos pioneros de los videojuegos de ajedrez y “Results”, su anterior largo, en el que contó con la participación de Guy Pierce y Cobbie Smulders.
Support the Girls es una película un tanto engañosa: tiene la apariencia de una comedia ligera y amable, pero el trasfondo refleja una realidad terrible a poco que que el espectador se fije. Se nos muestra un día en la vida de Lisa (Regina Hall) la gerente de un restaurante de carretera, un grill bar de ambiente pretendidamente familiar. La buena mujer, que es un saco casi sin fondo de bondad y paciencia, trata a trabajadores y clientela con un cariño y respeto maternales, pero sacando el carácter y la mala leche a pasear cuando es necesario. Las camareras están cortadas básicamente por el mismo patrón: jóvenes, atractivas y en general un poco cortitas. La clientela también es la que se espera encontrarse en un sitio así: ejemplares domesticados de basura blanca, una lesbiana que es puro estereotipo andante y matrimonios con niños de los de toda la vida. Lo que la película nos muestra es en realidad un fresco descarnado de la sociedad yanki actual: capitalismo en estado casi salvaje y heteropatriarcado institucionalizado: un mundo en el que la visión de un pezón ofende mucho más que la precariedad laboral de las camareras, que por otro lado, son tratadas como pura mercancía: (“sugerir, no mostrar”, “flirtear, no incitar”) en un establecimiento para toda la familia donde las trabajadoras bordean la estética de un local de striptease
Support the girls resulta por lo tanto un interesante ejercicio de cine social disfrazado de comedia ligera. Regina Hall encarna a un personaje a través del cual seremos testigos de toda la cadena de mando del precariado made in USA: el dueño del local, que busca beneficios por encima de todo, los cocineros agobiados que buscan maneras de conseguir más dinero aunque sea a través del robo, y sobre todo las camareras: la cara más visible y a menudo la más castigada en este mundillo. Comprobaremos no sólo cómo han de tragar un montón de miseria y porquería, si no de los procesos de selección degradantes y casi deshumanizados. “Support the girls es, en definitiva un bocado amargo con un dulce recubrimiento, una manera accesible y acertada de contemplar una realidad que pocas veces es mostrada en la pantalla. En definitiva, absolutamente recomendable.