Han pasado ya cuatro años desde que Square Enix nos dejara con ganas de más tras probar uno de los regresos más esperados con Final Fantasy VII Remake. La primera entrega de este ambicioso proyecto nos trajo un juego que nos dejó con la boca abierta gracias a su renovado sistema de batalla, su salto gráfico y sobre todo, su ligero cambio con respecto a la trama original. Durante este tiempo, Square nos ha mantenido en vela, con más preguntas que respuestas que finalmente Final Fantasy VII Rebirth viene dispuesta a responder.
Gracias a Square Enix en Fantasymundo hemos tenido acceso anticipado a Final Fantasy VII Rebirth para PS5 y preparaos para esta nueva aventura que no solo adelantamos que supera la parte del juego original, sino que destaca y sobresale con diferencia en todos los apartados vistos en la primera parte. ¡Preparad las materias y allé vamos!
La inmensidad de Gaia
En la primera parte dejamos al grupo de Avalancha abandonando la oscura metrópolis de Midgar para seguir los pasos de Sefirot. Gaia se abre ante nosotros por primera vez y lo hace de una manera nunca antes vista, dejando fuera la linealidad y sobrecogiendo con un inmenso mundo abierto lleno de secretos por desvelar. Square Enix ha hecho un trabajo impecable en este apartado que era bastante complejo de llevar, pues tenían de referencia un sencillo mapa de PS1 totalmente raso que era aburrido de explorar y que conectaba cada zona de forma bastante sencilla.
Rebirth da un giro maestro en este aspecto, ofreciendo exactamente las mismas localizaciones, pero en escala real y ampliando y mejorando de una forma que puede abrumar al principio pero que una vez dentro apasiona descubrir. En este juego han hecho una recreación totalmente fiel que no deja ningún hueco vacío y que nos deja algunos de los entornos más espectaculares vistos en videojuegos como puede ser la ciudad de Kalm o el pueblo de Nibelheim entre muchos otros. Las ciudades se sienten muy vivas y siempre están sucediendo cosas, por lo que resulta estimulante explorar a fondo estos entornos tan reconocibles para los que jugaron al original, pero desde una perspectiva renovada.
¡Corre como el viento, chocobito!
Fuera de las ciudades, tenemos un gran mapa que explorar, lleno de misiones secundarias, enemigos y secretos por descubrir. El mapa se muestra blanco al principio y podemos ir desbloqueando zonas según avancemos por él. Además, toma elementos vistos en juegos como Assassin´s Creed en el que a través de pequeñas misiones vamos desbloqueando elementos de interés que si investigamos nos darán interesantes recompensas para nuestro equipo. Todo esto es bastante opcional, por lo que si quieres avanzar más directo en la trama central, basta con ir al icono principal, lo que da al jugador total libertad de jugar como desee.
El mundo es inmenso, pero podemos recorrerlo cómodamente gracias a los diferentes chocobos que hay por región. Cada uno tiene una habilidad diferente, pudiendo planear, escalar o pasar por ríos, ofreciendo una exploración amena. Además, una vez descubiertos los diferentes puntos de interés y desbloqueado las paradas de los chocobos, podemos hacer uso del viaje rápido que gracias a su rápida carga nos permite movernos cómodamente por todo el mapa.
Precioso homenaje que encandilará sobre todo a los fans
En cuanto a la trama, nuestro grupo liderado por Cloud Strife, sigue en su misión de perseguir a Sefirot. El Remake, nos dejaba claro que no se trata de una recreación sin más del original sino de algo más grande y es un legado que sigue Rebirth. Si bien la experiencia se mantiene súper fiel al original, hay cosas nuevas, algunas expandidas, otras algo cambiadas y la mayor parte, idénticas al clásico de 1997. Como bien dijimos con respecto al Remake, es un juego que no dejaba indiferente a nadie y es algo que comparte esta segunda entrega, y todo desde el primer minuto que empezamos a jugar.
Rebirth es un precioso homenaje al original y muy disfrutable tanto para los que jugaron al clásico como para los que se iniciaron con el Remake. Aunque los que han devorado todo lo que salió después del juego como la película Advent Children, juegos secundarios como Crisis Core; así como las novelas de Nojima Kazushige como Huella de dos pasados, lo van a disfrutar muchísimo más. El juego está lleno de referencias y guiños de todo lo que ha salido tras el juego principal que dejan constancia del gran cariño que tiene el equipo por el juego.
Sistema de batalla mejorado al siguiente nivel
En cuanto al sistema de combate vemos una evolución de lo visto en la primera entrega y mejorado y expandido a mejor. El sistema medio híbrido entre turnos y acción directa le sienta muy bien al Rebirth, ofreciendo intensos combates más en sincronía con nuestros compañeros que nunca. Ahora podemos hacer ataques en pareja que no solo priorizan a Cloud con los demás, sino que todos poseen varios movimientos conjuntos que realizar contra los enemigos. Estos ataques mejoran la relación entre los miembros del grupo y son un imprescindible para la tercera parte, pues agrega variedad al combate y son un espectáculo épico que eleva el juego al siguiente nivel.
Como bien resaltamos en el Remake, el cambio a una acción más directa no convierte al juego en un machacabotones. Analizar al enemigo y usar sus debilidades es una parte crucial para superar los combates, dando a la magia y a los estados alterados un rol importante que extrañábamos en otros juegos como Final Fantasy XVI. Además, se mantienen muchas cosas del Remake como los Límites, el aprendizaje de habilidades de las armas y las invocaciones que ya no están tan limitadas y que ofrecen un asombroso espectáculo en pantalla del que es imposible apartar la vista.
Una continuación con decisiones un poco cuestionables
El juego empieza con nuestro equipo en nivel 15 y equipados con materias y armas básicas. De este modo, se siente una aventura nueva que pese a ser continuista, no rompe del todo la experiencia, aunque es un poco frustrante dejar atrás todo lo que conseguimos en nuestra primera partida con el Remake. Esta decisión es algo cuestionable y aunque se disfruta el juego igual puede resultar algo repetitivo aprender cosas que ya tenías en tu primera partida.
Por otro lado, se han implementado cosas nuevas que el Remake no tenía y que resaltamos en nuestro análisis de la primera parte. Un aspecto que señalamos en el Remake es que Cloud no se sentía tan ágil fuera de combate, con saltos automáticos que le daban una jugabilidad extraña, algo que han cambiado en Rebirth. Ahora nuestro héroe tiene más agilidad y se siente más natural su movimiento, pero la inclusión de zonas como la escalada a lo Uncharted se siente un poco fuera de lugar, pues Cloud se mueve de forma lenta y pesada lo que le resta un poco de ritmo a la aventura.
Contenido secundario para dar y regalar
El Final Fantasy VII original tenía bastante contenido secundario que regresa íntegro a Rebirth pero ambiciosamente expandido. Resulta imposible aburrirse en esta segunda entrega y es que si queremos hacer un descanso de la principal, tenemos muchas opciones a nuestra disposición.
En cuanto a misiones, tenemos un tablón de anuncios donde aceptar encargos; así como NPC del mundo que nos pedirán ayuda para una misión en concreto. Hay de todo en este apartado, algunas más profundas, otras nada novedosas y unas pocas bastante superficiales. Aunque Rebirth no destaca en este apartado por inventar nada, no son un desastre como algunas del Remake y todas ofrecen interesantes recompensas que merecen bastante la pena.
Con respecto a los minijuegos, están por todas partes y para todos los gustos. Se mantienen todos los clásicos del juego original,como por ejemplo su juego de cartas, Queen´s Blood, que no es complejo de entender y una vez que lo dominas puede ser bastante adictivo así que preparad bien vuestras barajas, pues vais a pasar muchas horas picados con este juego que está bastante al nivel de otros de la saga como el de Final Fantasy VIII.
Gráficamente espectacular aunque no perfecto
En el apartado gráfico en su momento el Remake nos dejó sin palabras y es que Cloud y compañía nunca se habían visto tan bien. Rebirth posee dos modos gráficos, el Modo Rendimiento y el Modo Gráficos. Hemos jugado en el segundo modo y aunque se ve bastante bien si que tiene algunos fallos en la iluminación y a veces carga algo lenta del escenario que ya han confirmado que arreglarán en futuras actualizaciones.
Desde luego, no es un juego gráficamente perfecto, pues sigue habiendo elementos en pantalla menos trabajados como algunos objetos sin mucha definición o espejos sin reflejo. Aunque ninguno, llega al punto de la famosa puerta del apartamento de Cloud en Final Fantasy VII Remake. Además, se han cuidado otros aspectos como la imagen de los NPC que son muy variadas y que aunque siguen sin estar al nivel de detalle de Cloud y su grupo no desentonan tantísimo.
Renovada banda sonora y doblaje magistral
En cuanto al apartado sonoro, no podemos más que alabar el gran trabajo que se ha hecho con las composiciones de Nobuo Uematsu. Es un deleite escuchar los temas orquestados y todas sus variaciones, que pueden pasar de un tono más alegre a otro más nostálgico, dependiendo de la situación. También se han agregado composiciones nuevas que casan muy bien con el original y que ya son parte de la gran compilación que es Final Fantasy VII.
Con respecto al doblaje, se ha hecho otro apartado magistral que ya era muy bueno en el Remake y se mantiene. Las interpretaciones de los actores de doblaje dotan a nuestros protagonistas de un realismo sin igual y creo que ya es imposible no pensar en Aeris Gainsborough con la dulce voz de Briana White o la carismática de Barret Wallace tan bien interpretada de parte de Jhon Eric Bentley por citar solo un par de ejemplos. Aunque sus voces no desmerecen para nada al equipo japonés que hace también un trabajo impecable en este apartado.
El juego llega totalmente traducido al español y quizá aquí desluzca un poco porque algunas traducciones del inglés no son del todo fieles y aunque son correctas, sentimos que restan un poco al mensaje en los diálogos de los personajes. Aunque poca queja en este aspecto, pues el juego original nos llegó tan mal traducido que entender finalmente bien la historia es ya de por sí un regalo. Eso sí, se acabaron los memes como el de la fiesta del segundo piso o el clásico Allé voy pero siempre nos quedará el original.
Conclusiones finales
Con el tiempo y comparando el Remake con el Rebirth podemos apreciar cómo esta segunda parte devora a la primera en todos los apartados. Nos encontramos ante el remake más ambicioso jamás visto en la historia de los videojuegos pues, ni los más fans han podido imaginar nunca un regreso con este nivel.
Realmente este es un auténtico homenaje a ese Final Fantasy VII que ya nos dejó en su momento con la boca abierta con sus diseños en 3D, su banda sonora tan memorable y una trama y personajes que pasarían a la historia. Rebirth recoge todo esto y lo alza al máximo nivel y nos recuerda a los más nostálgicos que hacía tan grande a Square Enix en su momento.
Final Fantasy VII Rebirth no es perfecto pero es mucho más de lo que imaginábamos y se nota el gran cariño y esfuerzo que han dedicado a esta segunda parte. Aún con toda la competencia en juegos del género RPG que ya han salido este año, Rebirth no pasa desapercibido y se corona fácilmente como uno de los mejores juegos de este 2024.