¡Ya lo tenemos aquí!… Final Fantasy XVI, uno de los títulos más esperados de la franquicia, por fin sale a la luz. No cabe duda de que estamos ante una superproducción cuidada en todos los aspectos, un juego muy bien hecho de principio a fin y que tiene todas las papeletas de llevarse el GOTY 2023 con permiso de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom.
Si bien es cierto que Final Fantasy XII fue un buen título, es de sentido común reconocer que la décima entrega de la franquicia fue el último gran juego de la saga. Las aventuras de Tidus, Yuna, Auron y compañía dejaron el listón por las nubes, y desde su lanzamiento allá por el verano de 2001, no hemos recibido otro juego de peso principal (aunque sí que han salido remakes, remaster y títulos alejados de los juegos principales de la saga). Ahora, más de 20 años después, hemos recibido la decimosexta entrega de la franquicia y tenemos que confesar que nos hemos vuelto a ilusionar.
Final Fantasy XVI tiene una gran historia que contar
Lo primero que tendremos claro con solo jugar unas horas, es la clara influencia de la historia de Final Fantasy XVI con la serie Juego de Tronos. Hiroshi Minagawa, director de arte del juego, ha confirmado que se inspiraron en la producción de HBO para elaborar su juego.
Palabras de Hiroshi Minagawa:»Al principio del desarrollo lo más importante era decidir la dirección visual que buscábamos, y necesitábamos que todos estuvieran en sintonía. Necesitábamos saber lo que íbamos a hacer, así que Yoshi-san (director y productor) nos dio una misión. Esa misión fue ver las primeras cuatro temporadas de Juego de Tronos. Compró la caja de Blu-ray y todos los desarrolladores la vimos».
Política, invasiones y guerra… mucha guerra
Durante siglos, las gentes de Valisthea se han congregado en torno a los Cristales Madre para gozar de su bendición: la magia. El abundante éter con el que riegan sus alrededores les permiten aprovechar tal recurso indispensable en sus vidas. Sin embargo, las tierras estigias se extienden sin cesar, consumiendo el éter y haciéndolos inhabitables. En este contexto y ante la inminente falta de Cristales madres, es cuando se desatan cruentas batallas por el control de los últimos Cristales. En este marco aparecen los Dominantes, portadores de eikons capaces de transformarse en monstruosos seres elementales que serán usados por las naciones en guerras para que se enfrenten en el campo de batalla.
La historia desde el principio tiene una tonalidad muchísimo más oscura y adulta que el resto de juegos homónimos de la franquicia. Nos ha gustado lo bien escrito que está el conflicto político-social que nos ofrece Final Fantasy XVI, el cómo nos relata las traiciones inesperadas, los complot y estrategias militares y todo su enrevesado narrativo.
Una gran historia merece un gran héroe
Tras infinidad de cinemáticas que nos meterán por completo en el contexto de la historia, nos pondremos a los controles de Clive Rosfield, el primogénito del archiduque de Rosaria, que emprenderá un viaje de venganza para dar muerte al asesino de su hermano Joshua. Nos enfrentaremos a todo tipo de aventuras recogidas en misiones secundarias muy bien trabajadas.
Sabemos que la venganza no es el estilo Jedi, así que no os preocupéis porque Clive es un personaje de buen corazón pese a que parece sombrío y atormentado, alguien que luchará hasta el final por sus seres queridos. Nos ha gustado mucho la evolución que tiene el personaje a lo largo de las más de 70 horas que hemos disfrutado de Final Fantasy XVI. Está claro que los gustos son subjetivos, pero desde Fantasymundo consideramos que Clive es uno de los personajes de la franquicia mejor desarrollados.
Enemigos nuevos y enemigos que vuelven
Además de nuevos enemigos como goblins, caballeros celestiales y los soldados de las distintas facciones, Final Fantasy XVI, nos traerá de vuelta a muchos monstruos clásicos de la saga.
Final Fantasy XVI nos ofrece una cantidad inmensa de enemigos comunes, grandes y jefes que hacen que los combates sean muy dinámicos. En los enfrentamientos contra enemigos grandes y jefes, podremos ver algunos patrones más claros para esquivar en el último momento y contraatacar.
Lucha por tus principios
Totalmente orientado a la acción, el sistema de combate va siempre a más. El juego está encaminado para que vayamos desbloqueando nuevas opciones que hagan mucho más dinámicos los enfrentamientos. Además de los ataques básicos, tendremos que utilizar el esquive (a más puro estilo souls) como mecánica frecuente, ya que será la única manera de evitar el daño enemigo.
Por otro lado, los poderes de los eikons son muchos y muy variados, y nos permitirán adecuarnos a las condiciones del combate y liberar todo nuestro poder para hacer verdaderos estragos en el enemigo. Cuando bajemos la barra de aturdimiento del enemigo, este nos dejará una ventana de segundos donde podremos cebarnos con él hasta que se recupere.
En resumidas cuentas, estamos ante un juego de rol que apuesta de forma decidida por la acción pura y dura para sus combates. Es decir, aquí no vamos a encontrar turnos, sistemas híbridos, ni nada que se le parezca, por lo que todos los encuentros los resolveremos realizando combos, lanzando magias, ejecutando potentes habilidades y esquivando los ataques de los enemigos en tiempo real.
Las invocaciones ahora convertidas en Eikons
Los encuentros contra cada Eikons son completamente diferentes entre ellos. Por si no fuera suficiente, cuando crees que el juego no te puede sorprender más en este aspecto, de repente lleva el espectáculo a otro nivel. Es una maravilla tanto en lo visual como en el gameplay, cada enfrentamiento te erizará la piel y hará que no quieras que acabe. ¿Lo bueno?, que existe la posibilidad de rejugar estos encuentros en el modo Desafío.
En los momentos finales, cuando ya tengamos el combate ganado, e incluso en algunos tramos de estos, tendremos cinemáticas que nos permitirán interactuar gracias a un sistema de quick time events para que no nos perdamos los mejores detalles de cada enfrentamiento (¡es que son espectaculares!).
Final Fantasy XVI es una auténtica joya visual
Uno de los puntos fuertes, como ya vimos en el tráiler, es su apartado gráfico. Final Fantasy XVI es una verdadera obra de arte visual. Además de la calidad de sus texturas y el mimo con el que Square Enix ha trabajado en todos sus detalles, las físicas de los personajes lo dotan de un realismo visto en muy pocos títulos. Nos quedaremos embelesados con las cinemáticas, cuidadas desde la primera hasta la última.
La BSO que esperábamos
Masayoshi Soken lo ha vuelto a hacer… El compositor nipón nos vuelve a deleitar con una recopilación de temas musicales sencillamente espectaculares. Cada pieza, como no podía ser menos, calza a la perfección con la acción que requiere cada momento, llenando a Final Fantasy XVI de vida y sentimientos.
¡Nos ha recordado mucho a la BSO de Final Fantasy X!
¿Os recomendamos Final Fantasy XVI?
Tanto si no habéis jugado a ningún título de la saga como si sí lo habéis hecho, Final Fantasy XVI es jugable y rejugable para todo tipo de jugadores. Os recomendamos que disfrutéis de las aventuras de Clive y compañía, y que le deis la oportunidad a un juego que para muchos (incluido un servidor) es uno de los mejores de los últimos tiempos.
