Desde hace años, los modos de juego basados en superar y defenderse de oleadas de enemigos han sido una constante en juegos de todo tipo. Los clásicos Tower Defense como Orc´s Must Die, Plantas vs Zombies o los mods de Warcraft III han derivado en shooters en primera o tercera persona en los que un grupo de jugadores debe colaborar para defender una base de una serie de hordas enemigas de dificultad creciente. Epic Games, el estudio detrás de Fortnite, ya se adentró en este estilo de juego con Gears of War 2 y, sobre todo, con Gears of War 3, dando forma a un Modo Horda muy interesante que mantuvo a los jugadores combatiendo a los Locust durante años.
Ahora, tras trabajar en Parangon de forma paralela a este proyecto, los padres de Marcus Fenix nos traen Fortnite, un shooter cooperativo online con grandes dosis de crafteo en el que defender nuestro refugio ante oleadas de zombis será nuestro objetivo.
Antes de empezar a analizar el juego, es importante destacar que, aunque el juego se encuentra disponible en diversas versiones con precios que van desde los 40 € hasta los 149 €, el objetivo de Epic Games es lanzar una versión definitiva del juego en formato free to play a lo largo de 2018. La edición actual ha sido bautizada como «Acceso Fundador» y, en la práctica, no deja de ser un Acceso Anticipado de pago para disfrutar del juego un año antes de su lanzamiento oficial. Este punto debe quedar claro, puesto que, muy posiblemente, el estado actual del juego no tenga nada que ver con lo que veamos en 2018, ya que el estudio continúa trabajando constantemente en mejorar y ampliar todo el contenido del juego.
Pero vamos a lo importante: ¿Qué nos propone Fortnite para destacar en un año repleto de obras maestras como este 2017? Pues una jugabilidad que combina crafteo al más puro estilo Minecraft, combates con armas a distancia y elementos de RPG con los que podremos mejorar nuestra fortaleza y a nuestros héroes.
Una vez que empezamos a jugar una partida —aquí no hay ningún tipo de modo campaña—, tendremos que aprovechar las horas del día para ponernos manos a la obra y destrozar todos los objetos posibles con nuestro pico para obtener materiales con los que mejorar nuestra fortaleza. La cantidad de materiales disponibles es mucho mayor de lo que puede parecer en un principio y las posibilidades a la hora de combinarlos para crear objetos raros son lo suficientemente amplias como para mantenernos entretenidos durante un buen número de horas. Una vez que tenemos los materiales, podremos ir a nuestro refugio para empezar a construir la estructura básica, es decir, paredes, suelos, techos, puertas y ventanas. Cuando tengamos construida la estructura de la fortaleza, podremos empezar a construir todo tipo de dispositivos y trampas con los que defendernos de los zombis que llegarán noche tras noche y, si organizamos bien nuestras defensas, podremos derrotarles sin necesidad de disparar una sola bala.
En el lore del juego, los zombis llegan dentro de una tormenta. Según vayan pasando las oleadas, uno de nuestros objetivos será mejorar el núcleo antitormentas que hay dentro de la fortaleza. Al mejorarlo, la «zona segura» de la fortaleza se hará mayor y, de esta forma, podremos albergar en su interior a un mayor número de supervivientes. Los defensores y supervivientes podremos reclutarlos durante las partidas para que se organicen en escuadrones que nos ayuden a combatir a los zombis durante las noches, pero también podremos enviarlos a completar encargos para conseguir materiales extra. Algo parecido a lo que podemos hacer en Monster Hunter con los personajes que recibimos de otros jugadores.
Como decíamos, en Fortnite las noches son oscuras y albergan un montón de horrores, por lo que es muy importante elegir correctamente entre las cuatro clases de héroe disponibles —soldado, ninja, constructor y trotamundos— y organizarnos en la medida de lo posible con el resto de jugadores de la partida para combinar las habilidades de cada uno de los personajes y cubrir así todos los puntos débiles que pueda tener el resto de personajes. Cada clase de héroe cuenta con su propio árbol de habilidades, que podremos ir mejorando subiendo de nivel y, por supuesto, todas las habilidades están centradas en potenciar las características de la clase que hayamos escogido. Así, el constructor conseguirá bonificaciones y descuentos a la hora de construir nuevas trampas y el soldado obtendrá potenciadores de daño contra enemigos.
En lo que respecta al gunplay, aunque este es mucho más simple de lo visto en títulos como Gears of War, lo cierto es que es efectivo y, sobre todo, divertido. Hacerse con el control de un arma es cuestión de minutos y controlar el retroceso parece fundamental para aumentar el número de headshots con los que causar golpes críticos a los enemigos y acabar con ellos rápidamente.
ntado sobre el juego es más que interesante, pero, por desgracia, hay ciertos puntos negativos que no se pueden pasar por alto. Para empezar, el juego requiere de conexión permanente a Internet, aunque en nuestra partida estemos jugando solos junto a la I.A. Esto no tiene porqué ser un problema en 2017 pero, durante las primeras semanas de juego, hemos sufrido desconexiones en más de una ocasión, lo que significa perder el progreso de la partida por completo. Es más que probable que estos problemas se deban a que el juego está en continua evolución, pero no deja de ser un problema remarcable.
El segundo problema es el más molesto, al menos hasta que esté disponible la versión gratuita del juego en 2018. Actualmente, todos los poseedores del juego han pagado, como mínimo, 40 € para acceder a él, pero, pese a ello, ya existen cofres con recompensas que pueden comprarse con dinero real. Estas recompensas son necesarias para conseguir cartas nuevas que nos dan acceso a mejoras para nuestra fortaleza y, aunque también pueden obtenerse con dinero del juego, parece que la economía del mismo busca obligarnos a pasar por caja. Esperemos que dentro de poco equilibren los precios de las cajas para que sea más sencillo desbloquearlas con dinero de juego.
A nivel técnico nos encontramos ante un juego sencillo, pero que gracias a su estilo cartoon consigue disimular sus carencias con mucho acierto. Fortnite hace uso del motor gráfico Unreal Engine 4 —Epic Games es el creador y dueño del motor— y, a día de hoy, cuenta con texturas demasiado planas, efectos de iluminación propios del año 2010 y ciertos problemas con las físicas que esperemos que se solucionen cuanto antes en uno de los próximos parches. Pese a todo, los escenarios son grandes y lleno de color y los zombis son más simpáticos que aterradores, algo que se echaba en falta en Epic Games, donde la oscuridad y los colores marrones eran marca de la casa.
En lo que respecta al apartado sonoro, el juego cuenta con una selección de temas que encajan a la perfección con la estética y temática del juego. Los efectos de sonido, tanto de las armas y disparos, como los gemidos de los zombis y otros monstruos están bien recreados y cumplen sin problemas.
Conclusión
Analizar Fortnite en verano de 2017 es complicado. El juego tiene los elementos necesarios como para entretener durante horas, pero la falta de variedad y modos de juego pueden pasar factura a todos aquellos jugadores que busquen algo más que defender una fortaleza. El juego seguirá creciendo, mejorando y, dentro de un año, atraerá a multitud de jugadores con su formato free to play. Si su propuesta te atrae lo suficiente, puedes empezar a jugar hoy mismo con uno de los packs de acceso de pago y, si prefieres esperar, dentro de uno año podrás disfrutar de un juego más grande y completo de forma gratuita.
Sea como sea, Fortnite es una opción muy interesante para los amantes de la defensa de zonas.