Los fans llevábamos mucho tiempo esperándolo y por fin Norma Editorial nos lo dio entre las novedades del pasado mes de abril. “Fruits basket another”, de Natsuki Takaya, llegaba con la promesa de otra historia cargada de ternura y personajes inolvidables.
Spin-off del famosísimo “Fruits basket”, este nuevo manga nos sitúa de vuelta en el instituto al que asistieron Tôru, Kyo, Yuki y compañía, varias décadas después de los acontecimientos de “Furuba”.
Sawa Mitoma acaba de incorporarse al bachillerato y ya le está cayendo una bronca por llegar tarde el primer día de clase. La aparición de un chico tan apuesto como extraño la salva del rapapolvo y, sin saber muy bien cómo, la tímida Mitomo termina siendo arrastrada por él al consejo estudiantil.
Allí conocerá a Hajime Sôma, quien, junto a su salvador Mitsuki Sôma, harán que su vida escolar dé un giro y que tome la determinación de enfrentarse a sus temores. ¿Pero quién es esta chica y por qué los Sôma están tan interesados en ella?
Como podrás apreciar, la sinopsis inicial se parece mucho a la de su precuela —la chica conociendo a dos jóvenes Sôma (quienes son, efectivamente, los hijos de Kyo y Yuki)—. No obstante, Mitomo no se asimila en nada a Tôru, y esta vez parece ser que son los chicos quienes le darán el empujón que ella necesita.
Así, mientras la protagonista lucha contra sus propios demonios, va acercándose a la extravagante familia y descubriendo las personalidades del puñado de miembros que acude a su instituto. Por otra parte, al lector también se le insinúa qué propósito oculto tienen los Sôma con respecto a Mitomo.
¿Es Fruits basket another un manga independiente?
Con la ternura y la sensibilidad propias de Natsuki Takaya, “Fruits basket another” nos presenta a una protagonista con un duro conflicto emocional que personalmente me ha arañado el corazón. Conflicto al que se atreverá a enfrentarse y reflexionar con la ayuda de sus nuevos compañeros de instituto. Esta parte de la trama es totalmente independiente y comprensible sin la necesidad de haberse leído la precuela.
El problema es que “Another” bebe mucho de su antecesor, al que no deja de hacer referencia (que si cabezas de familia, que si maldiciones, que si transformaciones…). Es el manga de “los hijos de”, y por tanto, los nuevos “Sôma” no dejan de mencionar a sus progenitores y parientes. Para que, más allá de su apariencia (los hijos de Haru y Kyo son clavadísimos a los padres), intentemos averiguar quién es quién y que sucedió con los mayores. Recurso que Takaya utiliza a modo de bofetón de nostalgia que funciona más que bien. Y aunque por el momento los protagonistas de “Furuba” no aparecen más que en siluetas, estas están ahí puestas para que el lector conocedor de la precuela sonría al recordarlos.
Por lo tanto, “Fruits basket another” puede resultar algo confuso para quienes no conozcan su antecesora (por la cual te recomiendo encarecidamente que empieces si te interesa la autora).
Ojo también si estás a medias con “Furuba” (tanto con el manga como con el nuevo anime), puesto que en esta nueva historia podrás encontrar algún que otro spoiler.
La evolución gráfica de Takaya
Casi dos décadas han pasado desde el lanzamiento de la obra cumbre de Natsuki Takaya. Dos décadas en las que su arte ha evolucionado bastante. Si conoces “Fruits basket” ya sabrás del personalísimo estilo de la mangaka por aquel entonces. Un estilo que en “Another” conserva en esencia, pero que ha perfeccionado, estilizándolo y haciéndolo mucho más shojo. El cambio es más que notable y muy agradable a la vista. Y es que después del rediseño del remake anime, encontrarse con un manga tan bonito de ver es pura felicidad.
Una nueva historia para nostálgicos
En definitiva, “Fruits basket another” es un regalo de Natsuki Takaya para sus fans. Una nueva historia con los elementos que hicieron tan popular su precuela; con nuevos personajes, misterios y emociones. Y con una enorme dosis de nostalgia, de memorias intensas y emotivas, de preguntarnos “¿cómo serán ahora los protas que conocí en el primer manga?”. Y esa combinación es imposible que falle. No tratándose de la entrañable bola de arroz en la cesta de frutas.
