Entre las novedades de julio de Norma Editorial se encontraba la edición coleccionista de “Fruits basket 7”. Este nuevo tomo del popular shojo de Natsuki Takaya dejaba atrás el ecuador de la historia (contará con 12 volúmenes en periodicidad bimestral).
Una historia que sigue creciendo en intensidad emocional y profundizando cada vez más en el corazón de unos personajes que ya nos tienen totalmente atrapados.
Si no conoces el manga o no estás al día con él, te recomiendo que vayas a la reseña del primer tomo, donde te cuento sin spoilers qué puedes esperar de esta bellísima historia. Si continúas leyendo debes saber que este artículo puede contener datos de la trama hasta el volumen 6.
Sentimientos a flor de piel
En “Fruits basket 7” vuelven a mezclarse las risas, el drama y las enseñanzas y reflexiones sobre la vida mientras descubrimos nuevos secretos y misterios sobre la maldición de los Sohma. Una maldición que Tohru está decidida a romper, buscando de esta forma la libertad de sus amigos. Pero no es la única con este objetivo, pues al fin conoceremos qué se oculta tras la oscuridad de la salvaje Rin. Podremos ver tras las sombras que rodean a Kureno cuando nuestra protagonista va a buscarlo para averiguar si es la misma persona de la que se enamoró Uotani, y Momiji encontrará gracias a ella la oportunidad de acercarse a su hermanita.
Mientras tanto, Yuki ha de lidiar con la frialdad de su madre y el caos que provocan los nuevos miembros del consejo quienes, sin embargo, le ayudarán a descubrir sus verdaderos sentimientos hacia Tohru.
Por su parte, un viaje escolar hará que los lazos entre Kyo y Tohru se estrechen todavía más…
Esta y otras aventuras dejan las emociones a flor de piel en un tomo intenso y muy bien equilibrado, donde los giros de trama, los gags cómicos y los misterios desvelados a cuentagotas mantendrán al lector pegado a sus páginas.
Y todo ello gracias a unos personajes entrañables y muy carismáticos que a estas alturas ya nos tienen completamente enamorados. En “Fruits basket 7” Natsuki Takaya no solo nos presenta historias nuevas (como la de Rin o algunos matices de Kureno), sino que sigue profundizando en sus protagonistas. Como si fuesen personas reales, les conocemos cada vez un poco mejor, con el paso del tiempo y las vicisitudes a las que se enfrentan.
Veremos estrecharse relaciones y cambiar otras, descubriremos al Kyo más vulnerable y contemplaremos cómo Yuki enfrenta sus miedos. Y por supuesto lloraremos con la determinación, la fuerza y la amabilidad de una protagonista arrebatadora.
Fruits basket 7, delicia gráfica
Gráficamente “Fruits basket 7” sigue en la línea de los tomos anteriores, con ese estilo shojo tan característico de ojos gigantescos y cuerpos quizá algo rectos, con los que sin embargo Natsuki Takaya logra crear escenas bellísimas y enormemente expresivas.
La mangaka combina diferentes tamaños de viñetas con imágenes más grandes y abiertas superpuestas por texto en algunas ocasiones, contribuyendo a la fluidez narrativa y acentuando las escenas más dramáticas en un conjunto visualmente muy potente.
Cabe recordar que la edición coleccionista tiene un mayor tamaño que la clásica, con portadas rediseñadas por Takaya (en este tomo aparecen Ritsu en portada y Rin en la contraportada) y láminas a color cuyo nivel de bonito me crea el dilema de si arrancarlas del tomo y pegarlas en mi pared.
De la maravillosa edición de Norma Editorial poco queda que añadir. Cuidada en cada detalle, es un placer para la vista, el tacto y hasta el olfato.
A estas alturas ya casi ni es necesario recomendar “Fruits basket 7”, pues quienes hayáis leído los tomos anteriores ya sabréis que esta historia se vende sola. A mí solo me queda esperar por el siguiente tomo (a la venta a finales de agosto), y mientras tanto seguir disfrutando del remake del anime, actualmente en emisión.