Ya lo pudimos disfrutar en PC, Playstation 4 y Xbox One, y ahora le toca turno a Switch. La acción intensa de Furi vuelve a nuestras consolas sin perder un ápice de todo lo bueno que nos dejó. Para refrescaros la memoria, podéis echar un vistazo al análisis de Francisco Rubén Fernández. Debido a que no ha cambiado ni un ápice, os haré un breve resumen y me centraré en la adaptación a Switch.

Estamos ante un colorido hack ‘n slash, concretamente un auténtico boss rush en el que nos dedicaremos a despachar jefes durante toda la aventura, sin ningún tipo de fases intermedias. Directos al grano. Por ello, estos combates son bastante profundos, tanto por el gran árbol de movimientos que disponemos, como por la gran cantidad de fases que presentan nuestros contrincantes.

Nuestro protagonista es un misterioso espadachín preso en una surrealista cárcel de la que tendrá que escapar eliminando uno a uno a sus carceleros. Pero no estaremos solos, un personaje con cabeza de conejo nos irá guiando y advirtiéndonos de los peligros que nos esperan. Tanto la ambientación como los personajes recuerdan en gran medida a Afro Samurai, por lo que si os gustan este tipo de historias seguro que vais a disfrutar mucho Furi.

A la hora de combatir, cada uno de los carceleros con los que nos topemos tendrán una serie de patrones de ataque que irán variando dependiendo de la fase del combate, estando marcado por la cantidad de vida que tenga el enemigo. Esta vida está indicada mediante una serie de barras, las cuales como ya vimos en la versión original, cuentan con un curioso sistema en el que el vencedor de la fase de combate recupera la vida perdida, ya seamos nosotros como el adversario. Todo esto unido a un buen sistema de combate, que combina cuerpo a cuerpo (con uso de parrys y dashes) junto con combate a distancia, que acaba convirtiéndose en un auténtico bullet hell, hacen que los combates sean muy intensos y difíciles, obligándolos a reintentar una y otra vez hasta que nos hacemos con la ansiada victoria. Con cada carcelero vencido, los jefes irán aumentando la dificultad poco a poco, siendo los últimos un verdadero infierno.

El arte es otro de los puntos fuertes del juego. Una cárcel onírico-futurista llena de color no es algo que se vea todos los días, y los chicos de Game Bakers lo han clavado en este aspecto. Aunque es verdad que en los combates estamos más atentos a los movimientos del enemigo que en disfrutar del escenario, en las breves fases que hay entre combate y combate el juego nos deleita con grandes paisajes. El diseño de los personajes también es digno de mención, estando a cargo de Takashi Okazaki, el mismo diseñador de personajes de Afro Samurai.

La banda sonora es igual de contundente que el apartado visual, con el uso de temas electrónicos potentes que se adaptan a la perfección a los combates del juego.

Entrando en la adaptación a Switch, hay que reconocer que el trabajo es notable, pero sin llegar al sobresaliente. Podemos disfrutar perfectamente de este título en la consola de Nintendo, a pesar de que notaremos alguna bajada de frames, y que se ha recortado algo en lo visual, como la ausencia de sombras dinámicas. Por lo demás, no hay diferencias importantes entre las versiones de sobremesa y la de Nintendo Switch, tanto en modo portátil como en TV. La consola reacciona a la perfección a nuestros controles, y en ningún momento hemos tenido problemas en el rendimiento.

Como conclusión, una gran opción, si no la mejor, para disfrutar de Furi. Modo portátil o en la tele, tú eliges. Si eres un amante de los hack ‘n slash o te gustan los títulos difíciles, y aún no has podido disfrutarlo, no te puedes perder esta genial aventura de acción.

Chami Collado
Redactor jefe de la sección de videojuegos de Fantasy, artista 3D y amante de los jueguicos™ desde que de pequeño me encontré una Nintendo con el Super Mario por mi casa.

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