Es hora de hacer el cabra.
Hay videojuegos que reinventan los géneros y otros que los crean. Esto es lo que logró realizar Goat Simulator en Fornite en su momento con una propuesta tan absurda como ponerse a los mandos de una cabra y sembrar el caos allá por donde pasara. Misiones, un escenario de grandes dimensiones en el que lograr gran libertad y muchas carcajadas fue la obra de los conocidos Coffee Stain Studios, cosechando una buena acogida y colmando de vídeos y reseñas más que favorables a su propuesta.
Esto abrió la veda y muchos videojuegos han llegado bajo el subtítulo de simuladores, poniéndonos en todo tipo de situaciones, oficios, personajes e incluso escenarios. Como es habitual, unos con mejor resultado que otros, pero si manteniendo la filosofía de proporcionar experiencias casuales, sin ningún argumento y simplemente entretener. Simplemente por el mero hecho de jugar, de divertirse y hacer «el cabra». Esto es lo que propone Goat Simulator 3, que se salta el número 2 para traernos más y mejor.
¿De qué va Goat Simulator 3?
Muchos conocerán la base deGoat Simulator 3, que continúa siendo similar a la de su predecesor. El objetivo es convertirse en la cabra más importante del mundo. ¿Cómo logramos esto? Muy sencillo, realizando muchas misiones que irán apareciendo por pantalla y con objetivos más que dispares. Uno de los puntos fuertes es que no es obligatorio centrarse en una concreta y esperar a pasarla para poder ponerse con otra. Goat Simulator 3 proporciona una gran libertad de cuando jugar una misión y realizarla, así como tener que ir de un punto a otro. Además, sus objetivos son sencillos de cumplir aunque algunas requieren más dedicación y esfuerzo en tiempo que otras, añadiendo aún más diversión.
La cabra que protagoniza la historia tiene la habilidad de arrear cabezazos a todo lo que se encuentre a su paso. Esto permite arrasar con lo que se encuentre a su paso y al mismo tiempo desencadenar sus más que divertidas física. Todo lo que golpeemos saldrá volando por los aires, produciendo todo tipo de reacciones desternillantes. Al mismo tiempo, esta posee una lengua a la que se le pegará todo, por lo que puede arrastrarse cualquier cosa y llevarla al lugar que se desee. Estas dos simples mecánicas dan más juego de lo que parecen y proporcionan una gran cantidad de misiones más que disfrutables y divertidas.
Conoce y personaliza a tu cabra
No sólo hay misiones principales en tu camino para convertirte en una auténtica cabra sino que estas a su vez se descomponen en otros objetivos más pequeños como lamer una serie de objetos, volar un determinado tiempo o distancia. Esto, además de sumar puntos proporciona dinero con la que adquirir ropa con la que poder personalizarla y darle tu propio estilo. También permite desbloquear habilidades adicionales como la posibilidad de empuñar un arma o desplazarse más rápido. No debemos olvidar otros puntos más absurdos como lo son su habilidad para conducir todo tipo de vehículos. Ahora bien, entrando en materia, los controles de Goat Simulator 3 son mucho más pulidos y precisos que los de su antecesor, haciendo que el control del personaje facilite más la resolución de estos objetivos.
Ahora bien, si nos centramos en su modo principal, nos damos cuenta de que tiene una duración algo corta de alrededor de media docena de horas. Eso sí, esta duración no quita que sea completamente rejugable para lograr todos los objetivos que incorpora. Aunque si da cierta sensación de que no se ha exprimido al máximo su jugo como si se hizo con el anterior y que los objetivos, a pesar de ser muy divertidos, no son todo lo alocados que se esperaba. Pero como mencionábamos anteriormente, su mundo es de unas dimensiones amplias y proporciona los suficientes elementos con los que interactuar para crear todo tipo de divertidas situaciones. Además es un mundo muy rico en referencias a películas, series y videojuegos, por lo que siempre sacará más de una sonrisa.
Haz el cabra con tus amigos
Otro de sus añadidos es el de jugar tanto en modo local de forma individual como en cooperativo a través de internet con otras tres cabras más, por lo que la diversión aumenta. Esto explota los tintes de locura, la posibilidad de jugar minijuegos entre varios que se encuentran dispersos por todo el mapa y al mismo tiempo explorar las divertidas físicas. Que se haya simplificado la experiencia de juego es algo bueno entre comillas, por un lado hace que la experiencia sea un poco más guiada y lineal, olvidando esa sensación de sentirse perdido sin saber qué hacer con tu personaje. Por otra parte, se otorga la libertad suficiente, pero no toda la que se esperaba en juego de este calibre.
En cuanto a sus aspectos técnicos, Goat Simulator 3 ha mejorado respecto a su antecesor con un nuevo motor que muestra el mundo de una forma más fidedigna al mismo tiempo que proporciona multitud de elementos interactivos sin sufrir ningún tipo de ralentización. Tiene todo tipo de escenarios y localizaciones, así como cumplir con unos efectos de partículas, luces y sombras correctos. Las físicas es una de sus partes más divertidas, permitiendo hacer volar todo tipo de objetos con un buen empujón de nuestra protagonista. Este se mueve a 60 imágenes por segundo a resoluciones altas, luciendo al mismo tiempo entornos muy llamativos. Su banda sonora es un auténtico compendio de géneros, pasando de música clásica a rock o incluso techno, algo que anima y mucho a la hora de jugar.
Conclusiones del análisis de Goat Simulator 3
Goat Simulator 3 continúa haciendo lo que mejor sabe hacer, otorgar una experiencia divertida, sin pretensiones y en la que cumplir una serie de objetivos de forma sencilla. Nos ha gustado lo que ofrece esta nueva entrega de Coffee Stain Studios aunque se hace algo más limitada que su antecesor, es lógico por haberle otorgado una cierta linealidad para guiar a los jugadores pero da la sensación de que no tiene tanto contenido. A pesar de esto, es un título de lo más divertido con el que pasar varias horas de diversión individual y cooperativa.