A todos nos encanta reunirnos con los amigos en casa, bebida refrescante en mano, ganchitos en la otra y un juego divertido con el que medirnos nuestro ego. Por eso, Golf with your friends, parece un claro candidato a prestarse a ello ya que nadie le hace ascos a un mini golf, mucho menos si no pegamos ni palo nunca mejor dicho.
La cosa prometía puesto que entre los megabytes que ocupa el susodicho se podía ver alocados campos de golf, tiros imposibles, los típicos molinos que siempre nos llaman la atención en este “deporte” y varias opciones de juego. Sin embargo no todo es oro lo que reluce y en Golf with your friends, lo único que reluce, es en la bebida refrescante de tu mano.
Once campos de golf con dieciocho hoyos cada uno es lo que te espera si te haces con el programa para Nintendo Switch. Once campos de lo más variados donde, eso sí, el diseño de cada hoyo está bastante trabajado. El problema radica en cosas como la física -que no hay quien la entienda-, la horrorosa cámara y un mapeo de controles algo extraño y poco cómodo. Y eso sin contar con que en ocasiones la bola sale disparada sola o la curva de dificultad -exagerada- que hay con algunos hoyos. Por ejemplo, la cámara es un desastre porque se maneja de diferentes formas pero ninguna te ayuda a crear una estrategia y la libre, está limitada por tiempo. Después hay ocasiones en la que si estás cerca de una valla u obstáculo la cámara se mete dentro de la pelota y olvídate de golpearla donde tu quieras.
Una vez efectuado el tiro es posible semi controlar la pelotita de marras pero, aunque el tutorial dice que puedes, la esfera hace lo que le da la real gana. Son cosas que si te paras a pensar estropean muchísimo la jugabilidad y las ganas de ponerte a jugar con Golf with your friends. Por suerte, completes todos los hoyos bajo par o en par, esta traumática experiencia te durará una tarde lo sumo por lo que oye, al menos es algo benevolente con el jugador.
Además del clásico modo mini golf es posible jugar los campos de diferentes modos, como uno de hockey o de baloncesto, donde tenemos que encestar la bola en canastas. A eso hay que sumarle el modo Exploración que sirve para entrenarse en cada campo y hoyos sin límites de tiempo ni penalizaciones y el modo Fiesta. Este último modo nos permite aplicar diversas configuraciones a las pelotas como saltos divertidos o efectos para que todo sea un cachondeo.
Conforme vas ganando hoyos y obtienes premios, se desbloquean también accesorios para la pelota. Colores, efectos de la estela o gorras. Sí sí, has leído bien, gorras para pelotas. Si ya de por sí es hilarante ver a una pelota hacer lo que le plazca con la física, realizar saltos imposibles o ver el interior de la misma, ahora imagínate que lleva una gorra. Tronchante es poco.
El modo multijugador en línea te permite crear una sala, unirte a una partida rápida o buscar alguna de las que hay creadas ya en la red de redes. Las opciones son las mismas que jugando sin conexión y con las mismas posibilidades, pero con un detalle muy importante que conectar: vas a sudar ríos de tinta para encontrar una sala. Apenas juega gente y es bastante difícil encontrar partida.
En lo gráfico va bastante justito, y no solo en esta versión de Switch si no también en la de Xbox One, plataforma donde también hemos comparado sus ¿virtudes? y defectos. Escenarios bastante vacíos a excepción de unos pocos, errores gráficos como en las sombras, pequeñas ralentizaciones y algo de clipping. No es un portento como podéis leer pero si no os importa tampoco le daréis muchas vueltas al asunto.
Con la banda sonora ocurre casi lo mismo. Melodías para rellenar el eterno silencio que podría ser sin ella y poco más. No hay ni un tema destacable ni ninguno que te haga tararearlo hasta la extenuación, es correcto sin alardes. No trae voces en castellano pero sí texto, aunque algún error -poca cosa- hemos encontrado en la localización.
No esperéis tampoco una interfaz deslumbrante ni nada por el estilo, el juego en lo visual es algo arcaico y parece que han puesto empeño en hacerlo. ¿Qué costará hacer una interfaz con algo de gusto?
Conclusiones
Golf with your friends puede resultar divertido si la bebida refrescante es de tipo espirituosa o te importa poco sus fallos con tal de divertirte un rato. Reirte con amigos lo sabe hacer muy bien, ojo, bien por sus defectos o porque el juego en realidad es capaz de hacerlo por sí mismo aplicando algunas de sus normas. Si juegas en solitario es bastante monótono y entre sus puntos negativos, su curva de dificultad poco ajustada y la física es probable que aguantes un campo entero sin dormirte.
A vuestra elección queda si queréis dejar a un lado los fallos y divertiros un poco con un juego de minigolf a caballo entre al uso y fantasioso pero ya os avisamos que entra mejor con amigos en casa. Si queréis otra opción podéis echar un vistazo a What the golf? otro título también de “minigolf” algo más estrambótico pero más divertido en términos generales.