Un día más en la oficina
Una de las sorpresas que dejó tras de sí el Mini Nintendo Direct de hace unas semanas fue el lanzamiento de Good Job para Nintendo Switch. Este nuevo proyecto de Paladin Studios para la consola de Nintendo nos pone en la piel del hijo torpe del CEO de una gran empresa y, pese a nuestros continuos errores, hemos terminado trabajando como técnicos encargados de dar solución a cualquier problema que ocurra en el edificio.
En la práctica, Good Job es un título que combina con acierto un sistema de físicas absurdas, los puzles y una buena dosis de ingenio y creatividad para crear una serie de pequeños niveles en los que tendremos que cumplir diversos objetivos. El juego divide su desarrollo en las distintas plantas del edificio y, en cada una de ellas, tendremos cuatro niveles que superar antes de conseguir acceso al siguiente nivel y así sucesivamente hasta finalizar el juego.
En cada uno de los niveles tendremos que cumplir un objetivo concreto como, por ejemplo, llevar el proyector a la sala de reuniones, conectar a la luz un aparato concreto, apilar contenedores en el almacén y cualquier otra tarea que se os pueda pasar por la cabeza. Cada una de estas tareas puede resolverse de dos formas distintas: con la máxima diligencia para completar el objetivo en el menor tiempo posible y evitando dañar cualquier objeto de la zona o, por otro lado, destruyéndolo todo a nuestro paso. El juego, por supuesto, nos invita amablemente a que optemos por la segunda opción y, es que, será sencillo crear el caos y la destrucción a nuestro alrededor mientras vemos como el contador del dinero que costarán las reparaciones no para de subir.
Manos a la obra
Tras unos minutos de juego confirmaremos que destruir la pared de un despacho lanzando una fotocopiadora utilizando el cable de la luz como tirachinas es mucho más divertido que cargar con ella por toda la oficina. También comprobaremos que utilizar la estructura metálica de una estantería industrial para echar abajo los estrechos pasillos del departamento de contabilidad permiten moverse de un despacho a otro con mucha más facilidad. Y también descubriremos que conducir un toro mecánico a toda velocidad por un almacén lleno de cajas apiladas hasta el techo es ideal para comprobar lo bonito que es ver un efecto dominó en todo su esplendor.
Cada uno de los niveles cuenta con sus propios puzles y herramientas que podremos utilizar con total libertad para completar nuestro objetivo. Por ejemplo, si tenemos que llevar a varios empleados hasta la sala de reuniones, podemos arrastrar un sofá gigante e ir sentando a cada uno de los trabajadores para, al final, llevar el sofá directamente hasta la sala. También podemos optar por echar abajo una puerta cerrada con llave para encontrar el objeto necesario para completar la misión que se encuentra en su interior. Cada nivel está repleto de posibilidades y el juego nos ofrece tal cantidad de posibilidades que cada jugador dará con el resultado de una forma diferente.
Llegar al final del nivel no lo es todo y, es que, como decíamos antes, cada nivel cuenta con tres indicadores que tendremos que tener en cuenta de cara a la valoración que obtendremos al terminar y que va desde una D hasta una S. Cada nivel valora el tiempo, el número de objetos destruidos y el dinero que costarán las reparaciones. Así, si optamos por la vía tradicional, tendremos que intentar hacer el mejor tiempo sin romper absolutamente nada para obtener una buena puntuación, pero si optamos por la vía divertida, tendremos que arrasar con todo. El juego está pensado para que cada nivel se juegue dos veces y obtener la mejor puntuación de ambas formas.
Compañeros de trabajo
Otro de los puntos fuertes de Good Job es que cuenta con un modo cooperativo para dos jugadores en la misma consola que nos permite completar todos los niveles junto a un amigo. Las diez horas que podemos tardar en completar el juego son muchísimo más divertidas cuando lo hacemos acompañados de un amigo y, es que, podremos trabajar juntos para solucionar los puzles de maneras que, jugando solos, son prácticamente imposibles.
El único problema que hemos encontrado tras nuestro paso por Good Job es que las físicas del juego no siempre funcionan como deberían. Hay ocasiones en las que lanzar objetos utilizando un cable puede convertirse en un auténtico engorro si no tenemos espacio suficiente. Además, aunque el juego nos invita a destrozarlo todo a nuestro paso, hay ocasiones en las que los escombros nos complicarán mucho la existencia y casi impedirán que podamos completar los objetivos al bloquearnos el paso a zonas esenciales. Por suerte, estos problemas no ocurren con frecuencia, por lo que la experiencia general sigue siendo bastante divertida.
Human Fall Flat x Good Job
A nivel artístico, Good Job recuerda irremediablemente al divertidísimo Human Fall Flat por la estética de sus personajes y el uso que hace de las físicas. Aun así, Good Job consigue diferenciarse de Human Fall Flat por su ambientación empresarial y por el uso tan particular que hace del humor.
Nos ha gustado especialmente el diseño y decoración de cada una de las estancias de la empresa. Cada uno de los niveles está repleto de objetos típicos de una oficina y, si no fuera por el reguero de destrucción y caos que dejamos a nuestro paso, Good Job podría pasar por un simulador de gestión empresarial.
En lo que respecta al apartado sonoro, el juego cuenta con una amplia variedad de temas que se integran a la perfección con la temática y jugabilidad del título. Además, cuenta con textos en completo castellano.
Conclusiones sobre Good Job
Pese a sus problemas puntuales con las físicas, Good Job es un título muy divertido con el que pasar un puñado de horas destrozando mobiliario de oficina en solitario o junto a un amigo. Aunque echamos en falta algún modo extra donde podamos crear nuestros propios escenarios, creemos que Good Job se ha ganado el derecho a formar parte de nuestras bibliotecas digitales.