Justo cuando me encontraba inmerso en la lectura de «Gótico», la novela fue premiada con el Locus a Mejor novela de terror. Un galardón que se une a una larga lista de premios, menciones y recomendaciones, que aseguran la presencia de la obra de la autora mexicana en todas las listas de títulos más esperados del año.
«Gótico», editada en España por Minotauro, con la traducción de Alexander Páez García, revisada y corregida por la propia autora, es una mezcla de elementos clásicos del género, una evocadora ambientación y un desarrollo impecable pero, ¿cumplirá con las altas expectativas?
Para descubrirlo habrá que adentrarse en los secretos de High Place…
El argumento
Tras recibir una extraña carta de su prima recién casada, Noemí Taboada se dirige a High Place, una casa en el campo en México, sin saber qué encontrará allí. Noemí no parece tener dotes de salvadora: es glamurosa, más acostumbrada a asistir a cócteles que a las tareas de detective. Pero también es fuerte, inteligente y no tiene miedo: ni del nuevo marido de su prima, un inglés amenazante y seductor; ni de su padre, el antiguo patriarca que parece fascinado por Noemí; ni de la casa, que empieza a invadir los sueños de Noemí con visiones de sangre y fatalidad.
El único amigo que Noemí encontrará es el hijo menor de la familia, quien también da la impresión de estar tapando secretos oscuros. Porque hay muchos secretos escondidos en las pareces de High Place, como descubrirá Noemí cuando empiece a desenterrar historias de violencia y locura. Cautivada por este mundo aterrador a la par que seductor, a Noemí le resultará difícil salvar a su prima… O incluso escapar de esa enigmática casa.
«Gótico» no esconde sus cimientos, ya desde su arranque: una novela que rinde homenaje a las bases de la literatura gótica, un mundo de grandes haciendas y familias, pasillos oscuros, papeles pintados y rectas normas sociales.
Esos elementos son los que, personalmente, evoco cuando me refiero a lo gótico. Sin ningún tipo de conocimientos académicos, desde mi mero punto de vista como aficionado, por supuesto.
Una escalera alta de una vieja mansión, figuras con candelabros y recargadas cartas manuscritas. Como decía, sin ningún tipo de base o profundidad, pero la imagen es inmediata.
Y es justo, de una manera similar, como arranca «Gótico». Noemí Taboada lleva una apacible vida en Ciudad de México: fiestas de la sociedad acomodada, pocas preocupaciones y una mente abierta, inquieta. Una carta de su prima, Catalina, casada recientemente con un rico heredero no mexicano de una antaño importante familia con un vasto legado, pone a los Taboada sobre alerta. Catalina parece estar sufriendo y pide ayuda. El padre de Noemí le encarga que vaya al auxilio de su prima a High Place, la alejada mansión en la que reside su prima y parte del clan Doyle.
El inicio de «Gótico» es tan genérico como efectivo: una joven, la extraña carta de auxilio de un ser querido y una nueva realidad en un mundo extraño y alejado dentro del propio México que Noemi cree conocer tan bien.
La aparición de lo extraño
Con la llegada de Noemi a High Place se comienzan a suceder los fenómenos extraños: el anómalo comportamiento de Catalina, las férreas normas de la familia y el servicio, ruidos en las paredes, pesadillas… todo un catálogo de elementos de terror que van en aumento con la investigación que hace Noemi sobre la finca, la herencia familiar y el estado de su prima.
Y ahora, quizás, sea el mejor momento para hacer una reflexión y una advertencia sobre «Gótico».
La novela hace uso de todos los elementos de la literatura gótica a su alcance, potenciada por otras ideas, de diferente origen e influencia, junto con una selección de aportes propios referente a roles de género, sociales e históricos.
La mezcla es muy buena y funciona pero (y aquí la temida advertencia), «Gótico» quizás se convierta en un paseo no demasiado aterrador y un poco previsible para la audiencia fan del género.
«Gótico» es una novela maravillosa, bien escrita, planeada y ejecutada. Una mezcla de aires clásicos e ideas modernas en las proporciones exactas, un potente imaginario lleno de referentes y un tratamiento de ciertos temas (género, desigualdad…) tan elegante como afilado.
Por otra parte, esos aspectos pueden no ser suficientes para los fans del horror y el weird. Mucho cuidado con el hype.
Ojo, no es un defecto: el matiz es distinto.
Silvia Moreno-García construye una novela de terror para cualquier tipo de lector y lectora, en un generoso acercamiento que puede hacer mucho por variar el concepto que parte del público mayoritario potencial tiene o puede tener sobre el terror y el horror.
Pero también juega en su contra el hype y el montón de premios, nominaciones y recomendaciones para otra parte de la comunidad lectora.
Hay gente en las paredes – dijo Catalina -. Hay gente. Y hay voces. A veces veo a la gente de las paredes. Están muertos.
Una vez superada la advertencia, hay que detenerse en el mundo que presenta Silvia Moreno-García.
Un entorno de raíces mexicanas, aunque quizás aproveche esa ambientación bastante menos de lo esperado. Ese ambiente mexicano se ve reflejado en algunas palabras y expresiones, la idea en el aire del proceso revolucionario y una serie de referencias culturales, desde los propios Taboada a Horacio Quiroga.
High Place es un entorno cerrado, con alta influencia no mexicana, lo que podría situar la novela en Inglaterra casi sin ningún problema ya que parte de los temas que trata, además de ir ligados al gótico, son universales.
El papel de la mujer en una sociedad que va modernizándose, el reflejo de las enfermedades mentales (Catalina es tratada de, atención, melodramática, una afección ligada clásicamente a las mujeres) o la rigidez de las clases sociales.
Según avanza el relato, Moreno-García introduce un mundo onírico, pesadillesco, con tintes psicológicos y sexuales, mezcla de deseo y abuso, que enlazan a la perfección con las conversaciones que Noemi mantiene con Virgil.
Hay lugares pesados. Lugares en los que el mismo aire pesa por culpa de una maldad que lo vuelve agobiante. A veces se trata de una muerte, pero puede ser otra cosa. En cualquier caso, el mal aire se mete en el cuerpo, anida en su interior y acaba por asfixiar.
Noemi es una protagonista que encarna la modernidad, la valentía y la resistencia mexicana frente a un Virgil patriarcal, abusivo y conservador. Un choque tan enriquecedor como necesario para el avance y comprensión del mensaje de «Gótico».
Hay tintes Lovecraftianos (muy de pasada, casi buscando un lugar común) y referencias directas e indirectas a «Cumbres borrascosas» y más cumbres de la literatura, elementos como los tulpa, las relaciones entre la humanidad y la naturaleza y un fino sentido de crítica social (desigualdad, colonialismo…) bañado en un perverso polvo dorado.
En definitiva
Hay veces que es complicado hacer una reseña. Personalmente, creo que deben hacerse teniendo en cuenta tu bagaje propio pero sin olvidar que puede ir dirigida a una audiencia potencialmente amplia y diversa.
«Gótico» ejemplifica muy bien ese carácter. Es una novela maravillosa, bien escrita, planeada y ejecutada, con una mezcla de aires clásicos e ideas modernas en las proporciones exactas y un potente imaginario propio lleno de referentes, toques de atención muy necesarios y un tratamiento de ciertos temas (género, desigualdad…) tan elegante como afilado.
Pero, por otra parte, esos aspectos pueden no ser suficientes para los fans del horror y el weird. Nada grave pero puede flaquear en esos aspectos, efecto aumentado el hype y los (merecidos) premios.
«Gótico» o «Mexican Gothic» o «Gótico Mexicano», como queráis, es una recomendación directa e ineludible, teniendo en cuenta las advertencias anteriores. Una lectura que puede ayudar a acercar temas próximos al terror a una buena cantidad de lectoras y lectores, acompañando a Noemi por los oscuros pasillos de High Place, tocando con las manos el papel pintado de la pared en la oscuridad.
Va a ser uno de los éxitos del año, sin duda.