Pero ¿qué es “Superman kryptonita”? “Superman kryptonita” es probablemente una de las historias más difíciles de escribir para el desaparecido Darwyn Cooke. Superman es un personaje tremendamente complejo y más aún en la cosmología de DC, por ello Cooke en su amor por los inicios de la Silver Age, y avido lector de la Golden Age quería crear una historia fuera de continuidad, que nos devolvieran esos cómics ingenuos y sencillos, con explicaciones y situaciones fuera de toda física, pero desde su peculiar visión. Era un cómic tremendamente difícil pues era la primera vez que no cogería un lápiz para una historia larga, por lo que no tuvo duda en contar con Tim Sale con el que ya había logrado una gran conexión realizando una historia corta para la antología “Solo”.
En esta historia Cooke quiere explorar las distintas reflexiones sobre la vulnerabilidad en el entorno de Superman, y como todo buen conocedor de las aventuras del hombre de acero sabe, no hay nada a lo que Superman sea más vulnerable, que a ese mineral verde, último vestigio de su planeta natal, ¡la kryptonita! Gracias al prólogo de este tomo hecho por el propio Cooke, muchos conoceremos que la kryptonita apareció por primera vez en el serial radiofónico de Superman, pero que su aparición en los cómics no fue hasta el número 61 de Superman, de 1949 obra de Bill Finger y Al Plastino. Cooke hace suyo los elementos de ese relato pero dándoles un giro a su gusto por el noir y el minimalismo. Pasamos de un swami estafador con turbante, al mafioso y empresario Tony Gallo y por supuesto Superman no logra viajar en el tiempo volando para descubrir la antigua Krypton, pero sí se queda el elemento de que Superman en esta historia no sólo descubrirá su mayor debilidad si no el origen de su planeta.
En la estructura de esta historia Cooke musca al más limpio y lineal Sale apoyándose en el increíble color de Dave Stweart, tenemos siempre cuatro páginas con tintes verdes, en el que una misteriosa entidad atrapada dentro del gran meteorito de kriptonita que cayó a la Tierra junto con Kal-El, cuenta su vivencia desde que cae en las estepas mongolas, pasando por el descubrimiento de la filosofía zen en un monasterio y su robo a manos de gurpos criminales lo que le lleva a caer en la familia Gallo y ser testigo de la tragedia familiar que convertirá a Tony Gallo en un despiadado y sangriento asesino. Vamos viendo como esa entidad mueve sutilmente los hilos para acabar en la Metropolis donde ha sentido al último kryptoniano.
Cooke y Sale muestran un Superman primerizo, apenas lleva dos meses como héroe y aún no conoce sus límites, lleva un romance con Lois Lane como Superman (atentos a esa preciosa plancha de la pareja teniendo un picnic en lo alto de la Torre Eiffel), relación que le hace estar muy inseguro pues sabe que apenas puede estar para ella.
Lois Lane es uno personaje de una gran trascendencia en esta obra, es sexy, independiente, decidida y nos deja algunas conversaciones y escenas de amor imposible con Superman que son una delicia. Así mismo es una periodista tenaz y alocada que no duda en ponerse en la primera línea de peligro para dar con la noticia.
Otro elemento muy importante en esta obra son Ma y Pa Kent, Superman no deja de ser hijo de sus padres y acude a ellos en sus momentos de mayor duda ante su temor a morir por la decisión de ser un salvador. Cooke teje unos diálogos embriagadores donde se emana el calor fraternal, las consecuencias de las decisiones y donde uno no puede más que esbozar una sonrisa ante las “disputas” sobre como ayudar a Clark. Es impagable la última escena en el porche de la granja, donde ante la pregunta de si ahora tendrán que llamarlo Kal-El, nuestro héroe sonríe y les responde que se llama Clark el nombre que Ma y Pa le pusieron.
No podía faltar el gran villano del hombre del mañana, el pérfido Lex Luthor, aquí una fuerza en la sombra que se ve amenazado tanto por la presencia de Superman, al que sistemáticamente va a estar atacando para averiguar cómo acabar con él, y la de Tony Gallo como nuevo filántropo favorito de la ciudad. Sin duda la escena de la recogida benéfica de fondos con la tarta gigante, es de mis escenas favoritas entre Lex y Superman.
Tony Gallo es el personaje con giro sorpresa que es mejor que descubráis vosotros mismos leyendo esta imprescindible obra de la mitología de Superman, cargada de intensos y épicos momentos como cuando Superman apaga un volcán y descubre que es capaz de respirar lava, o las caras de pánico que infunde Sale a la primera vez que la kryptonita deja sin poderes a Superman, así como la violenta consecuencia de la paliza que recibe a manos de los matones de Luthor al estar sin poderes.
Una gran manera de revisitar los orígenes kryptonianos de Superman y volver al boyscout de tierna sonrisa, es fácil ser un fascista superpoderoso con capa, pero también hay que atreverse con estas historias cartoon que perfectamente podrían haber sido capítulos de la serie de animación noventera del personaje. Un soplo cálido y blanco en un mundo tan gris.
Una compra obligada para todos aquellos seguidores del portador de la esperanza, del héroe más grande y a la vez más humano de todos sin serlo, un relato que nos demuestra como un ser invencible al descubrir que no lo es, no se deja vencer por el miedo si no que lo afronta decidido pues no es otro que ¡Superman!