Las aventuras de Hal Jordan, sin embargo, parecen hacerse cada rato más amplias y variadas. En los últimos números hemos visto como nuestro héroe hace nuevo amigos y aliados, cabrea a gente chunga en el espacio, encara viejos enemigos, interfiere en actos terroristas, trata de salvar a su familia. Todo esto, sumado a la amenaza de otro Hal Jordan, caracterizado (como fácilmente reconocerán los veteranos) de Hal Parallax, que se acerca a Coast City lentamente.
De no ser por el gran bombo que ha tenido la noticia del “Renacimiento” de DC, nadie diría que este arco argumental tiene sus capítulos contados.
Pero bueno, centrémonos un poco en el guión de estos números en concreto, que es a lo que hemos venido.
Howard, el sobrino de Hal, está muy grave en el hospital debido al ataque que el terrorista Bito Waldon, más conocido como Sonar, provocó en un parque de atracciones en Coast City. Los esfuerzos de Hal, así como del gobierno por detenerlo han sido hasta ahora infructuosos, y nuestro héroe está cada vez más estresado, sintiéndose culpable de las lesiones del pequeño.
De manera más o menos simultánea a estas acciones, otro Hal Jordan llega a la costera ciudad, una ciudad que en su día él mismo vio destruida y de la que aún se culpa. Convencido de que, si detiene al Green Lantern de este universo, su amada ciudad y sus vecinos jamás serán destruidos, Parallax utilizará toda la fuerza robada de la batería de poder para matar al Hal Jordan renegado y así evitar el mal mayor.
¿Cómo ha llegado aquí ese Hal? ¿Ha viajado en el tiempo, o entre universos? ¿Y es consciente de ello? La verdad, ninguna de esas respuestas puede ser respondida con total certeza a estas alturas, pues con todo el tema de los Lanterns viajando a un universo anterior al nuestro, esa opción se antoja golosa, pero seguimos sin saber cómo funciona.
Su inquietante eslogan “Muchos mundos, un combate” nos da la pequeña pista de que, aparentemente, saben muy bien lo que les espera tras el gran Big Bang invertido.
Estando, como ya hemos dicho, a escasos números del final y, tendiendo a la vuelta de la esquina una renovación de la serie entera, Tom Taylor decide tirar la casa por la ventana, calzarse una boina estilo R.R. Martin y apelar a nuestras lágrimas, levantando la bandera de muerte. ¿Quedará alguien con vida antes de que el universo renazca?
Estamos muy cerca de saberlo. Para bien… o para mal.