Bienvenidos de nuevo a la Gran Red. Hoy gracias a Panini tengo el inmenso gusto de reseñar el primer tomo dedicado a los Guerreros Araña, otra nueva colección de la “nueva y diferente Marvel”, que bebe de la archiconocida serie de televisión de Disney XD “Ultimate Spiderman” y de esa maravilla que fue el “Universo Spiderman” de Dan Slott.
Si eres de los pocos que no ha leído la crisis multiversal de las arañas contra los primogénitos ya estáis tardando, pero para resumir un poco, Morlum el vampiro de energías totémicas pertenece a una familia de la misma clase que se dedican a ir por el multiverso a través de la Red para devorar a los diferentes totems araña que hay por los mundos, sólo la unión de todos los Spiderman, Spiderwoman, Arañas Escarlatas y demás héroes arácnidos pudo frenar su amenaza. Pero no sólo los primogénitos amenazaban la Red, por ello ya tuvimos una limited en Secret Wars por la cual un pequeño grupo de arañas decidía quedarse para proteger el multiverso, especialmente el de aquellas tierras que se habían quedado sin su totem araña protector.
El responsable de todas estas ideas tras Slott es el guionista Mike Costa, conocido entre otras cosas por su labor al frente de la franquicia Transformers. Costa hace suyos a los personajes más representativos de la saga y por ello conforma un grupo de lo más divertido y heterogéneo, que con sus diálogos y guiones lleva en muchos casos al extremo y la divertida parodia a esos personajes. Los protectores de la red son: El violento, oscuro y taciturno Peter Parker del universo Noir, o Tierra 9021, siempre dispuesto a liarse a tiros si algo no se resuelve con telarañas, juega un gran rol de contraste teniendo a mujeres como sus iguales o superiores; el ingenuo, inteligente y divertido Pavitr Prabhakar, el Spiderman nacido en la India de Tierra 50101; la Gwen Stacy de Tierra 65 en la que fue a ella a la que mordió la araña radiactiva convirtiéndola en Spiderwoman y Peter se convirtió en el Lagarto;
William Bradock alias Spider-UK uno de los muchos capitanes britania del multiverso, el gran líder que perdió todo su mundo, no sabe hacer otra cosa que pensar en entrenar formaciones y movimientos; Peter Porker, un divertido dibujo animado con forma de cerdo y poderes arácnidos venido de Tierra 8311; Anya Corazón la Spidergirl del antiguo universo 616, que renunció a su hogar por seguir la visión de Billy y lograr un lugar en el mundo y la gran May “Mayday” Parker la creación de Tom Defalco del universo Mc2, que ha visto como su vida era destruida por culpa de los herederos por lo que ahora es una vengativa y furiosa heroína sólo preocupada por el bienestar de su madre Mary Jane y su hermano pequeño.
¿Y qué dibujante podría lograr hacer funcionar un grupo que mezcla estilo cartoon, adolescentes, héroes rudos y un sinfín de mundos imposibles? Pues lógicamente David Baldeón, maravilloso autor que nos ha deleitado con obras que van desde esa pequeña joya de reversión zombie de “Cuento de Navidad” a etapas geniales en X-Men legado y Nova, sin olvidar la injustamente infravalorada “Nómada” donde lograba lo imposible, coger algo creado y diseñado por Rob Liedflield y convertirlo en un personaje entrañable y seductor.
El trazo de Baldeón es un cruce entre el cartoon y la animación con cortes clásicos y una narrativa super visual e impactante lo que le lleva a crear unas páginas llenas de dinamismo y de una lectura fluida y adictiva, sus personajes parecen saltar directamente de las viñetas.
Y bien ¿qué nueva amenaza puede requerir que vuelvan a juntarse los Guerreros Araña? Pues después de darse una vuelta por 1602, para que Baldeón empieze a recrearse con diseños imposibles para muchos personajes de la franquicia arácnida, atentos a ese Sexteto Siniestro, sólo salen en cuatro páginas y no sólo funcionan y son acordes para con el mundo creado por Kubert y Gaiman sino además ridículamente divertidos.
Pasa lo mismo con la visita a la tierra de la serie de animación original de Spiderman. Baldeón logra demostrar un gran abanico en su paleta para recrear la simpleza de esos dibujos, a la par que el guión de Costa se ríe de los propios sin sentidos que tenía esa serie, como las telarañas disparadas al cielo. Otra de las cosas que se le da genial a Baldeón es el costumbrismo, por lo que después de divertirnos viendo como nuestros guerreros apalean a unos cutres dibujos animados, tenemos un momento de distensión entre Gwen y May en “Tacos Locos”, la gran franquicia multidimensional, no importa lo raro o distante que sea el universo siempre hay uno. Como en la Tierra 9105, que plantea que el antiguo Egipto hubiera llegado hasta nuestros días. Las chicas van a ser testigo de algo asombroso, un robo perpetrado por tres versiones distintas de Max Dillon, alias Electro.
Y es que Mike Costa quiere escribir con esta primera saga la gran aventura de Max Dillon, casi todos los villanos de Spiderman han tenido su momento de gloria, a saber “La última cacería de Kraven”, “Spiderman Superior”, etc., pero Dillon nunca, y es por lo que es el villano escogido para esta saga, bueno él y todas las locas versiones de él que han sido capaces de imaginar Costa y Baldeón. Porque cuando tienes la capacidad creativa de Baldeón el infinito es el límite, así que si os sorprendió Spiderham preparaos a ver desde monstruosos relámpagos vivientes a gorilas eléctricos.
A partir de aquí ocurre una de las mayores pegas que yo le veo a la historia y es la falta de equilibrio entre el protagonismo de Gwen frente al protagonismo de todo el conjunto del grupo. Gwen prácticamente va a llevar toda la trama ella sola, llevándose las mejores páginas y planos. Toda una experta en desastrosas fugas. Costa quizás sobrecarituriza a sus personajes, vale que Gwen sea joven y alocada pero en muchos puntos aquí ralla la soberana estupidez.
Por si ya tuviéramos pocas arañas, también contamos con una pequeña historia de Tierra 803, la Tierra de lady Spider, un mundo steampunk que va a suponer la aparición de su versión de la Gata Negra, una entretenida historia que sigue cumpliendo con los clichés del género a cargo de Robie Thompson y Dennis Medri genialmente resaltado por el color de Andrew Crossley.
Bien la trama como ya he dicho va a encontrarse divida en dos secciones, las divertidas fugas e investigaciones de Gwen mientras juega a dejar sin dientes a uno de sus Electros captores y el resto del grupo intentando encontrarla y frenar la amenaza de los Electros. Aquí lógicamente Costa tira del éxito conocido de Slott por lo que vamos a encontrarnos con muchas splash llenas de versiones alternativas a cada cual más divertida de Electro en batalla constante con las arañas. Pero lo interesante es como caracteriza psicológicamente a sus personajes, el miedo de May, las dudas de Bradock, la ingenuidad de Pavitr, o hasta ese contrapunto cínico que es Spiderham. Por supuesto la historia de Spider-Lady no estaba ahí por casualidad, así que tendremos a lady Reilly de vuelta por aquí, así como a cierto tío Ben arácnido y custodio de May y su familia. En definitiva de nuevo usar a los personajes secundarios más relevantes de Universo Spiderman.
¿Cómo podría mejorarse la lucha de los Guerreros Araña contra un ejercito de Electros multidimensionales? Descubriendo que los Electros trabajan con una horda de Doctores Octopus multidimensionales (¿Octavius trabajando para Dillon? Ea supongamos que Costa ha encontrado a los Dock Ok más dóciles y menos ególatras del multiverso). De nuevo la gran ventaja que tiene Costa es lo rápido que caracteriza personajes por ello en nada la gruñona Octavia Otto divertirá al lector y esta llamada a ser una protagonista recurrente.
No quiero dejar pasar la oportunidad de hablar sobre Karn, el heredero que tomó el manto del maestro tejedor y que hace de fuerza guía y mentor de nuestros chicos, pero con una gran dualidad entre sus apetitos y su voluntad, realmente Costa le pilla bien el punto a las ideas de Slott llevándolas un paso más allá.
Costa sabe jugar bien a los equilibrios si descartamos a Gwen y es que el resto de personajes tiene su momento de gloria a lo largo de la saga, haciendo que la historia fluya y que las relaciones entre ellos como equipo sean un motor potente de narración y configuración para en muy pocos números tenerlos perfectamente caracterizados.
El propio Dillon “superior” de esta saga, su plan y planteamiento sin duda dan una dimensión al personaje que iba necesitando y que ojalá de ideas a otros guionistas para aprovechar el potencial de este personaje.
Costa también maneja bastante bien los presupuestos científicos por lo que ha muchos nos traerá una sonrisa la vieja manera Parker de resolver las cosas. También sabe cómo jugar con las idas y venidas de los personajes, puede que Gwen haya vuelto pero a cambio May y Billy por el momento están desaparecidos.
Concluye el tomo con una aventura en la tierra de Pavitr, que nos trae de vuelta al simbionte favorito de todos. Además el Spiderman Noir consigue el protagonismo que merece con una genial secuencia de flashback sobre su vida y sobre cómo le afecta las nuevas amenazas a las que se enfrenta y además sabremos el destino definitivo de Billy y May, Gwen prepara un concierto y lady Spider se une al grupo y quizás la amenaza de los Electros no esté tan solucionada como se pensaba.
Acaba como siempre Panini su estupenda edición en rústica con una buena selección de las portadas alternativas publicadas en USA.
Una pena que esta colección no hay logrado arraigar en USA lo suficiente pues de lo más fresco divertido y original que servidor ha leído en mucho tiempo, al menos seguiremos teniendo un nuevo paseo por la red en el siguiente tomo.
