La serie que os traemos hoy fue la primera producción de BBC-Escocia. Estrenada en 2019, ‘Guilt’ tiene sus dos temporadas actuales dobladas al español disponibles en Filmin y es, sin duda, una de las joyas escondidas de la televisión actual. Cuatro capítulos por temporada, menos de una hora cada uno, un ritmo bastante emocionante, personajes magnéticos de esos que se te quedan pegados a la ropa durante largo tiempo (especialmente uno), y un punto de partida digno del conjunto.
Al salir de una boda, los hermanos McCall atropellan y matan accidentalmente a un anciano desorientado que, en plena noche, cruzaba la carretera. Alarmados y preocupados, ambos toman la decisión de ocultar el asesinato e intentar encubrirlo. A partir de aquí tomarán una serie de erráticas y alocadas decisiones que los llevarán al hermano mayor, Max McCall (Mark Bonnar), a asociarse con un peligroso mafioso local, y al hermano pequeño, Jake McCall (Jamie Sives), a ligar con la pariente del fallecido que llega para identificar el cadáver y podría desvelarlo todo, Angie Curtis (Ruth Bradley).
‘Guilt’ es una serie entretenida, con actuaciones sólidas y con una trama que va avanzando y cambiando con bastante buen ritmo y cierta lógica
Una trama de enredos que se complica cada vez más y que, aunque inicialmente tiene una apariencia coral de serie con protagonismos compartidos, con el paso de los minutos acaba fagocitada por completo por un Max/Mark Bonnar que está aquí inmenso como abogado malvado y sin escrúpulos.
Además, su personaje soporta el peso de la serie con total comodidad por cuanto, también con el transcurrir de los capítulos, el enredo original acaba relegado y convertido en excusa para hablarnos, sin embargo, de la criminalidad y los bajos fondos del espacio dónde todo esto sucede: Edimburgo. Las mafias, los criminales, los abogados, los detectives privados o los policías locales… van copando un espacio mayor, cada vez más con Max McCall en el centro de la historia (algo que alcanza su plenitud en la segunda temporada).
Un punto de absurdez
Si algún “pero” debemos ponerle es que, a veces, los excesos éticos de Max se llevan hasta más allá de lo sensato, hasta el punto de tocar una línea de absurdez que hace que la serie se nos escape un tanto de las manos. Una sensación amplificada en la primera temporada, por cuanto los demás personajes parecen no ser capaces de poner límites a sus desmanes, y que se amortigua hasta un punto de equilibrio bastante sólido ya en la segunda.
De hecho, esta última temporada (la tercera aún está pendiente de confirmarse), a mí, particularmente, me ha gustado bastante más que la primera. El realismo de la historia, la contención de los personajes, la solidez de la trama y la magia del espacio criminal de Edimburgo, son recursos narrativos muy bien aprovechados. También los personajes secundarios aportan un valor muy evidente, utilísimo para hacer que la serie crezca y nos guste cada vez más.
No es una serie criminal canónica
Todo esto hace de ‘Guilt’ (Filmin) una serie entretenida, con actuaciones sólidas y con una trama que va avanzando y cambiando con bastante buen ritmo y cierta lógica. No está al nivel de una serie criminal canónica, por cuanto renuncia a fijarse en unas características concretas (de hecho, hace del cambio una de sus características definitorias primordiales), pero sí tiene un valor intrínseco en sus personajes y atmósfera lo suficientemente valiosos como para ser una miniserie digna de verse. La disfrutarán.