Gungrave G.O.R.E. es la nueva entrega de la saga Gungrave. Nacida en 2002 bajo el gran catálogo de PlayStation 2, Gungrave nos prometía una lluvia de balas muy interesante. Su secuela llegó un par de años más tarde a la misma plataforma. Tuvimos que esperar bastante (si no contamos con su serie de animación) hasta que la saga de videojuegos resurgió en su vertiente VR, con algo de fortuna para los más fans.
Ahora, Gungrave G.O.R.E. retoma (nunca mejor dicho) la esencia, con un lavado de cara que parece no ser suficiente para mejorar en cuanto a calidad se refiere. Se implementan ciertas novedades, así como un motor gráfico más actual, que aunque parece ser que cumple, tampoco llega a dar la talla.
Siendo la tercera entrega «numerada», ¿necesito las otras?
Esta es una pregunta que se suele tratar mucho cuando hablamos de una nueva entrega en una saga. Por suerte, parece que se está estandarizando el contar la historia, aunque sea a grandes rasgos, para informar a los nuevos jugadores. Se acabó tener que comprar un juego con un valor cotizadísimo para poder jugarlo, o tener que buscar vídeos en internet de jugadores de variadas nacionalidades y dudosa habilidad jugable.
Estamos de enhorabuena, porque podemos ponernos en antecedentes gracias a una recapitulación de textos para actualizar nuestros conocimientos en la historia. Además, el juego viene traducido al castellano, por lo que no tendremos mayores problemas para comprender la trama salvo el lío que nos hagamos con los nombres de los personajes.
Los textos van pasando con música de fondo, sin narración alguna, mientras las imágenes ambientan un poco los acontecimientos. Es un poco absurdo que las letras sigan abajo justo como durante el juego, cuando apenas tenemos nada que tapar. Su tamaño es algo reducido, y los tiempos de lectura a veces están mal medidos, pero está claro que nos sirve para enterarnos de la historia.
Ahora quiero la historia de G.O.R.E.
Y antes de explicar algo de la historia, aclarar que las siglas vienen dadas por gunslinger of resurrection, es decir, pistolero de la resurrección. Sin entrar en muchos detalles (que deberíais saber, ya sea por conocimiento de la saga o por la recapitulación anteriormente citada), nuestro personaje es resucitado tras su muerte.
En un muy breve resumen, se está comercializando una droga llamada SEED, que hace que la gente se transforme de diferentes maneras. Quienes están distribuyendo esta droga son los miembros del clan Cuervo, y aunque no necesitemos de mucha historia para empezar a dar tiros, en muy resumidas cuentas, la premisa del juego es pararlos.
Lo que deseo es empezar a dar tiros
Desde el minuto en el que nos hacemos a los controles en Gungrave G.O.R.E. comprendemos que no estamos ante el típico juego hack and slash, sino que más bien estamos ante una especie de musou de corte arcade. Grave es un tanque que aguanta las balas gracias a nuestro escudo, pero este no es infinito por lo que tendremos que vigilar su nivel de resistencia. En el momento en que nuestra barra azul se agote, empezaremos a perder vida. Vida que no recuperaremos fácilmente a lo largo del nivel, pues no existen curaciones o botiquines; simplemente regeneraremos escudo, así que tendremos que vigilar que no nos frían a balazos de manera continuada.
Grave se mueve de una manera lenta pero segura, un poco más lenta si estamos disparando o apuntando. Tenemos la opción de saltar al más puro estilo Max Payne (pero sin tiempo bala) para poder esquivar algunos proyectiles o evadir una lluvia de balas. En cuanto a otros movimientos, podremos saltar (aunque nos sirve más bien para poco) y utilizar una cadena, ya sea para finalizar a enemigos a distancia (también podemos hacerlo cuerpo a cuerpo), para atraerlos a nosotros y usarlos de proyectil/escudo, o para lanzarnos hasta su posición concreta.
En cuanto a los movimientos ofensivos, cada disparo de gatillo liberará cuatro balas, que irán automáticamente dirigidas por proximidad. Ya sea a elementos destruibles o a enemigos, no tendremos que preocuparnos en exceso por apuntar, simplemente enfocar algo a los objetivos. Si mantenemos pulsado el botón de disparo, cargaremos un ataque muy útil para disuadir a las masas o para destruir escudos enemigos.
Pero además de pistolas, llevamos un ataúd
En efecto, también tenemos la posibilidad de realizar ataques cuerpo a cuerpo con el ataúd que llevamos colgando. Estos ataques de área son muy útiles cuando nos vemos rodeados de enemigos en el corto alcance, además de poder destruir escudos enemigos. Sin embargo, lo más útil de nuestro ataúd es la posibilidad de devolver misiles y cohetes (vital para destruir las torretas).
Además de ello, tendremos un modo furia que nos permite movernos más rápido y causar más daño, a la vez que usar movimientos especiales que debemos recargar. Estos movimientos son desbloqueables mediante los puntos que recolectamos al acabar los niveles, en el laboratorio de mejoras de Grave. Aumentar nuestro daño, salud o escudo, desbloquear nuevos movimientos o habilidades, así como mejorar nuestras estadísticas, estará a nuestra elección. Algunas de estas mejoras tienen varios niveles para mejorar.
Los niveles son correpasillos sin más
Los niveles de Gungrave G.O.R.E. no serán recordados por sus zonas de exploración. Podemos ir destruyendo multitud de elementos durante nuestra carrera, pero realmente los niveles están vacíos. Destruir cosas solo nos proporcionará aumentar nuestro combo, útil cuando superamos los 50 para obtener un movimiento especial, pero no sirve para otra cosa. Gracias a nuestra brújula sabremos avanzar, además de la marca dorada en forma de holograma neón que nos señala la ruta. Sin embargo, perdernos entre los pocos pasillos y habitaciones en las que podemos entrar (porque suele haber fuerzas invisibles que nos impiden el paso) no tienen salida ni interés alguno.
Las pantallas se centran en avanzar destruyendo oleadas enemigas, correr entre pasillos cerrados hasta llegar a una explanada más abierta donde nos asaltará una horda de enemigos, y poco más. Ni coleccionables, ni caminos alternativos, ni ítems para recolectar; la más absoluta nada. La duración de los niveles está en torno a diez minutos (dependiendo de nuestra velocidad y riesgo a asumir), siendo constantemente interrumpidos por cinemáticas o por diálogos por radio. Unos diálogos que solemos obviar la mayor parte del tiempo debido a que estaremos haciendo malabares entre disparos y esquivas.
Algunos niveles son ciertamente insufribles (tanto completos como mecánicas concretas), y no llego a entender que se hayan mantenido de esa manera. El nivel del tren es absurdo, porque cualquier cosa puede tirarnos de él sin apenas esfuerzo y matarnos. Los enemigos hacen bulto y no podemos pasar entre ellos, y a esto tenemos que sumarle el poco tiempo de reacción hasta que llegue un túnel y también acabe con nuestra vida. En cuanto a mecánicas concretas, existen precipicios justo bajo una entrada a una nueva zona, o momentos sobre plataformas en los que un misil puede lanzarnos directos al abismo. Realmente no comprendo cómo se han llegado a incluir estas zonas o niveles.
Al menos los jefes son interesantes
Después de cansarnos apretando sin cesar el gatillo durante varios niveles, eventualmente llegaremos a un encuentro con un jefe. Tras interrumpirnos varias veces con cinemáticas durante la pelea, podemos decir que su planteamiento es interesante. Al menos nos sirve para cambiar un poco nuestra forma de jugar, ya que los enemigos comunes son algo repetitivos.
Por lo general apenas nos darán problemas, aunque sí que pueden llegar a hacernos daño si nos descuidamos un poco. Unos disparos constantes y el uso de nuestras habilidades serán más que suficiente para que su amenaza no sea desquiciante. La rejugabilidad del juego consiste en aumentar la dificultad, además de tener que repetir niveles para conseguir aumentar nuestras habilidades, así que realmente no tiene una rejugabilidad real.
Todo se siente muy PlayStation 2
El mayor problema de Gungrave G.O.R.E. es que es demasiado fiel a sus antecesores. No tenemos un sistema de cobertura interesante, apenas utilizamos el sistema de bloqueo de apuntado, los niveles están vacíos y sin interés por rejugarlos, y las constantes interrupciones (ya sea por cinemáticas o porque algunos niveles se dividen en diferentes fases) nos hacen desquiciarnos. Podemos quemar el botón de disparo durante nuestra aventura, pero en la mayoría de niveles estaremos deseando llegar al final. Los puntos de control tampoco ayudan demasiado, debiendo ser más seguidos en las zonas frustrantes.
El movimiento acartonado de Grave no ayuda demasiado (parejo con su personalidad), y se echa en falta la opción de implementar un sprint para no tener que estar lanzándote continuamente. Los gráficos cumplen con el entorno y la iluminación, pero ciertas físicas (como la del pelo) son absurdas. Llegan a traspasar las texturas e incluso colisionan entre sí, como si de objetos duros se tratasen. La banda sonora, aunque rockera e interesante, se siente repetitiva (se puede notar el corte y reinicio de las mismas). Además tiene unos menús estáticos dignos de la era de PlayStation 2, y en detalles como esos se nota que podían haber hecho bastante más.
Conclusión
Me duele mucho decirlo, pero Gungrave G.O.R.E. no cumple, a mi parecer, con los estándares de 2022. Me parece un precio infladísimo 49,99 € para un juego que apenas tiene cosas que ofrecer, más aún contando con tantas otras opciones. El juego viene traducido al castellano, y tenemos la opción de elegir el doblaje que más nos guste. Podemos pasárnoslo bien jugando, sin ninguna duda, pero los fans de la saga serán los que más lo valoren. Como uno de ellos, me apena decir que los jugadores desconocedores de la franquicia se acerquen a esta entrega por varios motivos. Sin duda es un juego para captar de rebaja.
Tras el lanzamiento de varias actualizaciones, el juego ha mejorado y es más permisivo en ciertos aspectos. Tanto el daño como la resistencia de algunos enemigos se ha ajustado, implementaron el disparo automático y facilitaron algunas partes de plataformas. También nos ofrecen cambios estéticos, y por supuesto arreglo de bugs.