Un roguelite mítico
Mitología griega y combates legendarios
La mitología es uno de los puntos y tópicos más utilizados en el género de los videojuegos, sobre todo en la exploración y acción. La griega es una de las que más ha despuntado a lo largo de estos últimos años con personajes como Kratos o Mysthios en Assassin’s Creed: Odyssey. Luchar con criaturas mitológicas de la talla del Minotauro o Medusa también ha sido algo bastante típico en entregas muy divertidas y genialmente ambientadas. Una de las sorpresas traídas hace un par de años fue el ARPG con tintes de roguelite Hades, bajo el desarrollo de Supergiant Games.
La larga espera para aquellos jugadores que vieron su evolución en Early Access y posteriormente pudieron probarlo en Nintendo Switch y PC arrojaron críticas más que positivas, incluso llevándose premios de gran importancia. Poco después también se expandió a más consolas y llegando finalmente a la que hoy nos centra, las de nueva generación PlayStation 5 y Xbox Series X|S (también disponible en Xbox Game Pass). Muchas informaciones y opiniones, desde la crítica hasta los fans llevan a Hades a los cielos del Olimpo y es el momento de comenzar nuevamente este viaje cargado de acción, epicidad y muchos enemigos a los que hacer frente.
De regreso a un inframundo de nueva generación
La historia nos centra sobre Zagreo, un personaje adolescente que se encuentra en una etapa de rebeldía y que constantemente esta elevando y que es hijo del dios y señor del inframundo, Hades. Por tanto, Hades es el príncipe de este lugar gobernado con puño de hierro. Zagreo no es una persona que se encuentre cómoda en este lugar, de hecho, descubrirá que su familia le oculta numerosos secretos y decidirá escapar, pero esto no será tan fácil ya que Hades se interpondrá en su camino todo lo posible.
Su trama argumental no resalta por tener una gran complejidad y seguirá los pasos de Zagreo en este camino y enfrentándole a numerosas criaturas y donde conocerá a dioses del Olimpo de todo tipo como Zeus o Poseidón. Por otro lado, Aquiles o Cerbero estarán en su contra y dispuestos a no poner las cosas fáciles contra las que luchar y descubrir sus puntos débiles para convertirse en el ser más fuerte del lugar.
El periplo de Zagreo por el inframundo no será un camino de rosas, por lo que tratándose de un roguelite en toda regla el jugador morirá muchas veces durante la partida. Perder la vida significará comenzar de nuevo desde el lugar en el que se comenzó, por lo que hace un total homenaje a las reglas del género.
En el periplo habrá que recorrer cuatro mundos totalmente diferenciados cargados de enemigos y en el que aguarda un jefe. A través de estas localizaciones se encuentran gran variedad de estancias con combates y cuya composición de contrincantes se generará siempre totalmente al azar, por lo que si se muere se jugará un nivel prácticamente diferente al anterior. Esto es algo que no podremos controlar, pero sí ver las recompensas que aguardan en su interior, ocultando monedar de oro, gemas moradas, llaves o joyas de gran valor entre otras.
Un viaje largo y complicado
Estos coleccionables tienen la utilidad de comprar mejoras para el personaje y que se mantienen de manera permanente durante la partida. Ataques con un mayor poder, más vitalidad o elementos cosméticos para Zagreo son algunos de los disponibles y que se irán encareciendo conforme pasen las horas en la aventura. Otro detalle importante son las conversaciones y relaciones que establecer con otros personajes, pudiendo dar regalos u objetos a otros e ir fortaleciendo esa amistad entre estos.
Conforme se avancen y desarrollen, otorgarán a cambio otros elementos permanentes que mejorarán y proporcionarán mucha más fuerza en los combates. Quien sabe, quizás puedes enamorar a alguien y desbloquear misiones adicionales con otras tramas. Hades no es un juego que se quede exento de contenido, proporcionando una cantidad muy alta de horas llegando a superar las 20 solo para conseguir pasar su historia y sobrepasando las 40 para conseguir sus coleccionables.
Bondades de nueva generación
Una de las principales novedades en cuanto a sus combates la encontramos en el uso del DualSense y las bondades de su mando. Algo que resulta de lo más llamativo son sus gatillos adaptativos que proporcionan una mayor intensidad y presión a la hora de utilizar distintos tipos de armas, por lo que al seleccionar entre las disponibles el control se percibirá de una forma distinta.
Cada una de estas tiene tanto sus cosas buenas como malas, por lo que es aconsejable compensarlas usándolas en los momentos más adecuados. La espada es recomendable a la hora de atacar cerca mientras que el arco es preferible desde lejos, al igual que hacerse con un buen escudo para el cuerpo a cuerpo. A medida que se avanza en la historia y se derroten enemigos se tiene la opción de actualizarlas, dando la posibilidad de elegir el estilo de batalla que se prefiera.
Variedad constante
Como es habitual en los títulos del género, Hades incorpora un sistema de actualizaciones con el que mejorarlas. Cada una de estas incorpora un ataque normal y otro especial que se usa en momentos concretos, algo que se desbloqueará gracias a los dioses del Olimpo. Dionisio, dios del vino, dará el don de emborrachar a los enemigos a base de golpes mientras que Hermes, mensajero divino, acelerará los ataques. Es muy importante el encuentro con estos dioses ya que beneficiará al personaje facilitando la tarea de derrotar enemigos.
Los combates en las estancias son de lo más variopintas con enemigos basados en múltiples historias mitológicas, teniendo todos estos una profundidad y mecánicas prácticamente únicas que descubrir. Criaturas que generan ondas, otros que lanzan lanzas desde la lejanía o los que optan por el cuerpo a cuerpo son algunos de los que hacer frente. Estos tienen maneras de desplazarse única y a gran velocidad, por lo que los 60 FPS que encontramos en las consolas de nueva generación otorgan un frenetismo único.
Las zonas de combate también se encuentran plagadas de trampas, por lo que si no quieres sacrificar parte de tu barra de vida debes ser cauto. Aunque pueden usarse a tu favor y engañar al enemigo para que caiga en estas. A medida que se golpeen a estos reciben daño adicional cuando se elaboren una buena cantidad de combos, por lo que planificar y anticipar tus ataques es primordial para salir con vida de cada estancia. Otro elemento con el que combatir, como buen roguelite del género, es la frustración que puede surgir al perder de forma constante o quedarse atascado en momentos concretos, pero aumenta el grado de satisfacción una vez se consiga derrotar. Además, Hades es mucho más accesible que otros juegos dado que permite guardar en puntos muy concretos y seguidos, por lo que las pérdidas si se cae en momento no serán muy graves.
Técnicamente sobresaliente
En materia técnica Hades luce igual de bien que en sus versiones anteriores, siendo muy llamativo en términos coloridos en sus escenarios, de un buen tamaño y en los que desarrollar todas tus habilidades y esquivar los ataques de los enemigos. Las animaciones de los personajes pese a sencillas, son realistas y cumplen de manera eficiente, al igual que sus efectos de partículas, explosiones y luces y sombras.
La introducción del cel-shading y su frenetismo a través de 60 FPS y una resolución 4K hacen un conjunto impresionante y llamativo. Su banda sonora acompaña de forma excepcional con una amplia variedad de temas con un gran compendio de géneros, comenzando con algunos más tranquilos con instrucciones que rozan lo oriental y pasando por otros de temáticas más metal. Todos estos generando una gran banda sonora que puede hallarse en su edición física de manera gratuita.
Conclusiones del análisis de Hades
Hades fue una de las revelaciones del panorama independiente en su lanzamiento anticipado en el 2018 y año tras año ha ido mejorando desde su llegada, siendo un juego entretenido, desafiante y que sobre todo cuenta una gran historia detrás. Su adaptación a la nueva generación merece mucho la pena, sobre todo si no has podido disfrutarlo anteriormente. Una versión muy completa, que luce de manera magistral y que mantiene enganchada en todo momento.