La humanidad crece a pasos de gigante y no parece que haya nada que impida este crecimiento a corto plazo. Pero este problema no es algo reciente sino que en los años 60 del siglo XX ya había mucha gente concienciada con el tema y publicando todo tipo de obras, desde artículos y ensayos científicos, hasta novelas de ciencia ficción, como “¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!” y películas como Soylent Green.
En esta novela, Harry Harrison nos presenta una Nueva York con 35 millones de habitantes que ya no tiene qué comer ni espacio donde moverse. Es 1999 y la gente ha colonizado todos los lugares posibles para vivir y ha agotado todos los recursos naturales disponibles, acabando incluso el petróleo. Y en medio de todo esto vive Andrew Rusch, un policía que, además de tener que lidiar con los crímenes y tropelías diarias, deberá quitarse de encima a la muchedumbre que clama por comer o beber algo.
Harry Harrison fue un escritor de ciencia ficción muy concienciado con el problema de la superpoblación. A sí mismo siempre se consideró “el más inculto de los escritores”, sin embargo, junto con el gran Joe Haldemann, fue invitado de honor en la 48 ConFiction de La Haya en 1990. Además de esta novela, es autor de otras obras publicadas en español, como “Mundo muerto” (1962) o “Universo cautivo” (1964) y también de la saga de novelas sobre “Bill, el héroe galáctico”.
“¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!”, se publica el 17 de abril en la editorial Minotauro, en edición rústica con solapas y 336 páginas. La traducción corre a cargo de José María Aroca.