El año 2023 no ha hecho más que empezar y ya hemos podido jugar al que posiblemente sea GOTY 2023 (sin menospreciar a los que quedan por llegar). Hogwarts Legacy ha llegado para consolas de nueva generación y para PC por todo lo alto. Avalanche Software, de la mano de WB Games ha conseguido ofrecerles a los amantes de Harry Potter el juego que todos necesitaban.
En Fantasymundo hemos preparado este análisis desde la versión para PlayStation 5, plataforma en la que no hemos tenido ningún tipo de contratiempos, bugs, ni caída de fps. Al parecer la versión para PC había presentado errores de esta índole, pero estamos seguros de que en posteriores actualizaciones serán corregidos.
Un peligro que amenaza al mundo mágico
Los eventos de Hogwarts Legacy transcurren 100 años antes de Harry Potter y la piedra filosofal. Nuestro personaje, creado a través de un editor algo limitado, ingresará en Hogwarts en el quinto año, algo muy poco común. Nuestro mentor y profesor de Hogwarts, Fig, nos servirá de guía, ya que el director Nigellus Black le pide personalmente que se encargue de enseñarnos todo lo que debería saber un alumno de 5º año. En este contexto nos encontramos en Londres con el profesor Fig y con un trabajador del Ministerio de Magia que también se dirige a Hogwarts.
Un carruaje tirado por varios thestrals será nuestro medio de transporte. Por algún motivo, mientras Fig y su acompañante charlan sobre un misterioso guardapelo, nuestro personaje verá un extraño brillo sobre él. Tras tocarlo y dejar al descubierto una llave, nuestro carruaje se verá atacado por un dragón. A pesar del ataque logramos sobrevivir gracias a la llave, que se trata de un traslador que nos transporta a unas ruinas donde comenzará el tutorial.
La mágia antigua
No queremos ahondar mucho en la historia para evitaros spoilers, solo añadir que, tras el tutorial, llegaremos a Gringotts, el famoso banco del mundo mágico trabajado por duendes. Una vez allí abriremos con la misteriosa llave una de las cámaras donde habrá un pensadero (como el que tenía el profesor Albus Dumbledore en su despacho). Este nos revelará que somos uno de los pocos magos capaces de ver y controlar la magia antigua, trama sobre la que se mueve en gran parte la historia de Hogwarts Legacy. Justo después conoceremos a nuestro enemigo, Ranrok, un duende que está cansado de la esclavitud a la que los magos tienen sometido a su pueblo.
Finalmente tendremos otra cinemática en la que nos enfrentamos a él porque quiere saber qué había en la cámara y qué hemos tomado de ella. Tras escapar con otro traslador, apareceremos en Hogwarts, donde ya habrá concluido la ceremonia de selección de casa.
El Sombrero Seleccionador
A la hora de elegir entre Gryffindor, Slytherin, Hufflepuff o Ravenclaw, tendremos que responder a una batería de preguntas que nos hará el viejo Sombrero Seleccionador. Una vez respondidas, nos recomendará una casa (la cual podemos rechazar y escoger la que nos guste). Otra opción magnifica es la de registrarnos en la web oficial de Wizarding World (antigua Pottermore) donde podremos transferir nuestra varita, patronus y casa a la que pertenecemos directamente. También recibiremos algunos objetos para el juego. Por aquí os dejamos el enlace por si os animáis a hacerlo.
El mundo abierto que todos necesitábamos
Cuando comenzaron a llegarnos noticias sobre Hogwarts Legacy allá por 2020, el principal miedo de los jugadores era que nos topáramos de bruces con un mundo abierto que estuviera vacío, que fuese pobre. Para nuestra sorpresa estamos ante todo lo contrario; el mundo abierto que tenemos ante nosotros está repleto de vida, con cientos de NPCs que se relacionarán entre sí con físicas muy conseguidas y que rara vez repetirán situaciones. Los cuadros, al igual que en las películas, se moverán y hablarán entre ellos además de con los alumnos. También en las inmediaciones del colegio veremos animales que interactuarán con el entorno, ofreciéndonos una jugabilidad sin parangón.
Además del viejo castillo, tendremos la posibilidad de visitar el Bosque Prohibido, Hogsmade, Hogsfield, Kenbridge, el pantando del Mar Sur o la región de Feldcroft entre muchas otras. Todo esto con la ayuda de una brújula mágica que nos indicará el camino una vez lo hayamos marcado en el mapa. Los puntos de polvos Flu repartidos por todo el mundo nos servirán para realizar viajes rápidos de un lugar a otro.
Tendremos que completar misiones secundarias muy variadas que en su mayoría cuentan con una buena trama, hacer tareas para los profesores o simplemente explorar y pasear por donde queramos. La experiencia de recorrernos cada rincón en busca de secretos y misiones secundarias es alucinante, una auténtica maravilla superlativa al alcance de muy pocos títulos hasta la fecha.
Un detalle interesante a la hora de escoger nuestra casa será el hecho de que, dependiendo de cuál escojamos, las misiones de la historia cambiarán. Si por ejemplo escogemos Hufflepuff, en algún punto del juego visitaremos la prisión de Azkaban. Si jugamos con Slytherin, tendremos una misión en la que habrá que ayudar al elfo doméstico del director Black. Esto hace que rejugar a Hogwarts Legacy sea una experiencia de lo más apetecible ya que los sucesos de la trama variarán según cada casa.
Hogwarts Legacy es el juego perfecto
Lo primero que experimentaremos será la satisfacción de cómo se siente Hogwarts Legacy a los mandos. Las físicas a la hora de movernos están muy trabajadas, con patrones super reales y detalles minúsculos como el plegado de la capa cuando subimos por algún tramo de escaleras o el movimiento de las prendas y el pelo cuando vamos corriendo o sobre alguna montura.
Hogwarts Legacy es un juego de rol con mecánicas que nos ha recordado muchísimo a The Witcher 3 o a Assassin’s Creed: Valhalla, por lo que cuenta (como era de esperar) con una lista de hechizos y maldiciones que podremos ir aprendiendo durante el juego. Tenemos desde los clásicos expelliarmus, incendio, repulso o accio, hasta las maldiciones imperdonables: cruciatus, imperio y avada kedavra. Como es lógico, estas últimas no se podrán aprender en Hogwarts, tendremos que buscar en la oscuridad del mundo mágico alguien que esté dispuesto a enseñárnoslas.
Al igual que hechizos y maldiciones, podremos utilizar pociones para restablecer nuestros puntos de salud, potenciar nuestra defensa o hacernos invisibles para acabar los combates en sigilo, atrapando a nuestros enemigos con petrificus totalus. Volviendo a los hechizo, con lumos podremos ver en la oscuridad y con revelio tendremos la posibilidad de ver lo que se oculta a simple vista.
Tendremos que recolectar y comprar ingredientes para hacer pociones. Buscar nuevos equipos como guantes, túnicas, gorros y más prendas que nos darán mejoras en las estadísticas defensivas.
La jugabilidad no solo se reduce a nuestros paseos por Hogwarts y sus alrededores. Cuando conseguimos la escoba o cualquiera de las monturas y surcamos los cielos el movimiento sigue siendo fluido de forma permanente.
Combates muy bien trabajados
Los combates (uno de los puntos más fuertes) están también muy bien desarrollados, con movimientos reales y en total armonía. Tendremos que escoger el hechizo adecuado según qué forma de luchar tenga nuestro enemigo. Por ejemplo, si el mago o duende rival tiene un escudo rojo, tendremos que utilizar alguno de nuestros hechizos que también tenga una etiqueta roja. Si entramos en el Bosque Prohibido y nos topamos con arañas (cosa que te ocurrirá), incendio es tu hechizo.
El parry está de moda
En cuanto a defensa se refiere, cuando recibamos un ataque, nos saldrá un aviso sobre la cabeza, indicando que, si en ese preciso momento pulsamos el botón de defensa (triángulo en PS5) y lo dejamos pulsado, le devolveremos el ataque con el hechizo desmaius. E dándonos la ventaja sobre nuestro enemigo durante unos segundos. También podremos esquivar las maldiciones y hechizos rodando por el suelo al más puro estilo Bloodborne.
Una maravilla audiovisual
Aquí no hay sorpresas. Ya habíamos visto por avances y eventos la calidad que iba a tener Hogwarts Legacy. El tiempo que transcurre en el juego irá cambiando conforme pasen las estaciones, teniendo parajes llenos de flores y colores vivos en primavera en contraposición con el blanco de la nieve en invierno. El juego de luces en armonía con las sombras que vemos por los rincones de Hogwarts, da en todo momento una sensación de realismo enorme. El Ray Tracing también hace de las suyas con reflejos en cristales y losas del castillo, o cuando estamos cerca del Gran Lago. Toda esta argamasa junto a unas texturas bastante buenas, hacen que en cuanto a gráficos, Hogwarts Legacy esté en lo más alto.
Especial mención al más que habitual modo rendimiento, en el que podremos escoger entre:
- Fidelidad
- Fidelidad con trazado de rayos (la que os recomendamos)
- Rendimiento
- Equilibrado
- Rendimiento HFR
También podremos limitar los fotogramas por segundo, activar la aberración cromática para aumentar el realismo en las cinemáticas o mejorar la profundidad de campo.
La BSO, de Chuck E. Myers y compañía nos ha recordado en todo momento a la original de las películas creada por el mago John Williams, por lo que en este apartado, Hogwarts Legacy también saca una muy buena nota.
¿Os recomendamos Hogwarts Legacy?
Sabíamos de antemano que Hogwarts Legacy iba a llegar y a dar un golpe sobre la mesa, pero no esperábamos que el estruendo de este llegase hasta tantísima gente. El juego de Warner Bros. Games ha conseguido una valoración de 9.1 por la comunidad de Metacritic.
Sinceramente los desarrolladores lo han hecho todo bien, pero por ser quisquillosos y ponerle una pega, quizás la ausencia del quidditch nos ha dolido un poquito más de lo que esperábamos. ¡Tengamos fé en que lo añadan más adelante en un dlc!
En definitiva, cualquier amante de la saga, ya sea de la obra literaria o de la cinematográfica debería jugar sí o sí a Hogwarts Legacy, e incluso si eres un muggle, este juego te servirá para iniciarte en el fantástico mundo que creó J.k. Rowling.
