Hori es la típica alumna popular, sociable y buena estudiante a la que todos en su instituto adoran. Por el contrario, Miyamura es un joven tímido al que le gusta pasar desapercibido. O al menos es lo que parecen durante las horas escolares. Fuera de ellas, se convierten en una chica hogareña a la que le encantan las tareas domésticas y cuidar de su hermano, y en un chico pintas lleno de piercings y tatuajes. ¿Qué ocurriría si, por casualidad, ambos descubrieran ese otro aspecto de su personalidad que quieren ocultar?
Así es como arranca “Horimiya”, el nuevo manga escrito por Hero y con dibujo de Daisuke Hagiwara que Norma Editorial ha empezado a publicar en septiembre. “Horimiya” nació como webcómic de mano de Hero, al que se unió Hagiwara en 2012 para crear su versión manga, que actualmente lleva un total de 11 volúmenes recopilatorios y sigue abierta.
Argumentalmente esta historia no aporta mucho más que la premisa de la doble vida de sus protagonistas. El resto del manga se centra en la evolución de su relación, tanto entre ambos como con algunos de sus compañeros de clase, aunque el número de secundarios relevantes es escaso. Y es que, al redescubrirse el uno al otro, Hori y Miyamura empiezan a entenderse mejor también a sí mismos. Un desarrollo más perceptible en este último, que consigue hacer amigos y se abre cada vez más a otras personas (lo cual provocará los celos de Hori).
Porque, aunque comienzan como amigos, la tensión sexual pronto surge entre los protagonistas (como debe de ser en cualquier manga de comedia romántica), y deriva en una suerte de situaciones a cada cual más divertida entre la vergüenza de ella y la ignorancia (aún no me decido si es fingida o no), del chico.
Dicho así “Horimiya” podría parecer un manga un poco soso, pero nada más lejos de la realidad. El argumento sencillo y los personajes contados hacen que destaquen sus protagonistas, permite al lector conocerlos en un primer tomo dedicado a ellos casi por entero. Y te van a enamorar, porque ambos son, a su manera, la mar de carismáticos, y guardan más de una sorpresa que uno nunca adivinaría aun sabiendo de sus dos apariencias.
A ellos se une un humor muy bien empleado, de reírse en voz alta con el tomo en la mano, y una narrativa fluida, efectiva, sin grandes dramatizaciones. Con su versión webcómic comparte su formato de pequeños sketches o tiras cómicas, que agilizan la lectura.
El dibujo es estilizado, elegante y con mucha personalidad. El estilo de Daisuke Hagiwara, aunque aparentemente sencillo, resulta muy vívido y expresivo. Sus fondos no destacan nada, pero sus personajes tienen mucha fuerza. Especialmente Miyamura; hay que ver lo que lo cambian unas gafas y el flequillo hacia adelante.
En definitiva, nos encontramos ante una historia sin grandes dramas, pero que es muy divertida y muy entretenida. Su sencillez engancha desde las primeras páginas y a sus protagonistas se les coge cariño al instante. Yo ya soy fan declarada y absoluta, a la espera del segundo tomo. Habrá que ver, eso sí, hacia dónde evoluciona la historia, pues mantenerse en estos términos durante diez volúmenes más sería un suicidio narrativo. Por la cantidad de nuevos personajes que se introducen en las siguientes portadas apuesto por una trama más profunda y dramática, pero eso ya llegará. De momento “Horimiya” se queda con un 8 sobre 10, como un manga recomendadísimo si lo que buscas es una comedia romántica que te haga pasar un buen rato.
Los indecisos pueden darle una oportunidad a sus tres OVAs, que aunque tienen un estilo muy distinto captan bastante bien la esencia y el tono del manga.
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