El pasado 12 de abril, entre las novedades de mayo de Norma Editorial llegaba el quinto tomo de Horimiya, manga escrito por Hero y dibujado por Daisuke Hagiwara que narra las aventuras escolares de Izumi Miyamura y Kyoko Hori, dos jóvenes que, por casualidad, descubren un aspecto de la vida del otro que siempre han tratado de ocultar. Premisa que se ha ido diluyendo un tanto a lo largo de los volúmenes para centrarse más en la relación de la pareja de protagonistas. En cualquier caso, si no conoces el manga te aconsejo que visites la reseña del primer tomo, que no contiene spoilers.
Cansado de las habladurías que su nueva relación con Hori está desatando en el instituto, Miyamura decide hacerse un cambio de look y dice adiós a las gafas, los piercings y la melena (mi fangirl interior está llorando). Un cambio que provoca una oleada de atención, sobre todo femenina, que despierta los aterradores celos de Hori. Pero lo peor aún está por llegar cuando una chica menor que ellos empieza a rondar a Miyamura. ¿Habrá llegado el momento del primer rival amoroso?
Y mientras continúa su vida escolar, la pareja protagonista experimenta sus primeros momentos románticos, así como los primeros disgustos.
Estamos ante un tomo que se centra mucho en las nuevas experiencias que Hori y Miyamura viven juntos: como buenos japoneses, esto del romanticismo va más bien lento, y aunque Izumi tiene un par de arranques de iniciativa que le suman puntos, como lectora agradecería un poco más de intensidad.
Misma que aporta Sawada, una pequeña tsundere que consigue revolucionar el manido cliché de la aparición del rival amoroso y convertirlo en uno de los momentazos de Horimiya, que me cogió rotundamente por sorpresa y el cual dan ganas de aplaudir. Y es que la chica parece que ha llegado para convertirse en una habitual del manga, pues ya en este tomo empezamos a profundizar un poco en su personalidad, sus inseguridades y su pasado.
Los capítulos de Sawada son casi lo más interesante de un volumen que, quitando alguna que otra escena entre Hori y Miyamura, empieza a resentirse un poco por la falta de novedad: los personajes secundarios se mantienen en su línea con las mismas bromas y aportaciones más bien nulas. Además, empiezan a mostrarse situaciones cliché de los manga romance como el clásico capítulo en el que la chica hace dieta, porque «¡oh Dios mío! No puedo pesar lo mismo que mi novio» aunque él sea un palillo con patas. Detesto esta subtrama con la que los mangakas japoneses están tan obsesionados. Ni tiene el más mínimo sentido, ni aporta nada a los personajes (suele ser el capítulo de relleno de turno) y para colmo pueden influir negativamente en los lectores, pues someten a dietas a chicas que suelen estar dibujadas de forma estilizada (recuerdo que los manga de romance suelen estar dirigidos a adolescentes).
En cuanto al dibujo se presenta limpio, estilizado, con predominio de planos cercanos y ausencia de fondos. Se trata de un estilo muy visual y atractivo, en el que no se aprecian grandes cambios en estos cinco volúmenes.
En definitiva, estamos ante una historia de comedia romance con una pareja protagonista que funciona muy bien, que pretende entretener y hacer disfrutar al lector y que lo consigue con solvencia. Recomendada para los amantes de este género que busquen diversión y una trama sin complicaciones.