Cuando Guerrilla Games presentó por primera vez Horizon: Zero Dawn en el E3 de 2015, muchos pensamos que era un juego ambicioso al que merecía ir siguiéndole la pista y con cada nueva imagen, vídeo, diario de desarrollo e información que se iban publicando del juego, nuestras ganas de echarle mano iban en aumento. Horizon: Zero Dawn prometía un apartado técnico digno de PS4, una buena historia capaz de engancharnos y una jugabilidad adictiva en un mundo post-apocalíptico dominado por unas enormes máquinas con apariencia de dinosaurios robóticos. El estudio holandés parecía haber apostado fuerte por su nueva IP, que además saldría en exclusiva para PS4 y tras un retraso de fecha de lanzamiento inicial, Aloy y su historia por fin llegaban el pasado 1 de marzo a la consola de Sony a tratar de cumplir todas esas promesas. A lo largo de este análisis veremos si lo han conseguido.
«La Tierra ya no nos pertenece»
Como decíamos, la historia de Horizon: Zero Dawn nos lleva a un futuro post-apocalíptico en el que la humanidad parece haber retrocedido en el tiempo, viviendo dispersa en diferentes tribus y tratando de sobrevivir en un mundo en el que las máquinas, que han adquirido apariencia de animales, algunas de ellas parecidas a dinosaurios, dominan la Tierra. Este es el telón de fondo para contarnos la historia de Aloy, la joven protagonista del título y a quien encarnaremos en él. Y es que la trama gira completamente en torno a Aloy, una paria de la tribu de los Nora, que se enfrentará a la prueba de los Valientes para ser aceptada por la tribu y poder así buscar respuestas sobre su origen, su madre, a quien jamás conoció, y por qué fue declarada paria nada más nacer.
Ese es solo el punto de partida, porque la búsqueda de respuestas de Aloy pronto nos introducirá en un viaje por un enorme mapeado en el que nos esperan peligrosas máquinas, bandidos, misiones secundarias, encuentros con otras tribus y una trama interesante que llevará a nuestra protagonista a buscar no solo la respuesta sobre su propio origen, sino a por qué el mundo ha acabado así, las máquinas se han vuelto de repente más agresivas y cómo cayó la civilización humana del pasado. Todo ello acompañado de una oscura amenaza que se cierne sobre las tribus y que pretende traer de vuelta a la vida horrores de un pasado remoto. Y hasta aquí lo que podemos contaros de la historia de Horizon: Zero Dawn sin haceros spoilers, ya que como siempre os decimos, es mejor descubrirla por uno mismo. Eso sí, podéis esperar un argumento interesante, acompañado de pequeñas historias secundarias que hacen que la narrativa del juego nos enganche con facilidad.
Explora, caza, sabotea
Pero una buena narrativa no sería suficiente para hacer de Horizon: Zero Dawn una gran juego, para eso necesita acompañarse de una buena jugabilidad y Guerrilla parece haberlo conseguido con un RPG de acción donde no nos faltarán desafíos, habilidades que adquirir, niveles que subir y equipo por desbloquear y mejorar.
Para empezar nos presenta un mundo abierto, aunque es cierto que de proporciones un poco más modestas que otros títulos de este género (pero no os engañéis, el mapa sigue siendo enorme), en el que, pasado cierto punto del comienzo del juego, tenemos total libertad de exploración y nada, más allá del nivel de las máquinas, nos impide recorrer el mapa como queramos y hacer las misiones en el orden que más nos apetezca, con el nivel recomendado como único «límite». Cierto es que podemos seguir la historia del juego de manera que el avance por el mapa y las misiones que iremos teniendo disponibles se desarrollen de forma progresiva a nuestro nivel de personaje, pero nada nos impide meternos en el territorio de un Atronador (una de las máquinas de mayor nivel del juego) y morir de un par de golpes si no andamos con cuidado.
Como decíamos, estamos ante un RPG de acción, donde la misión principal es el hilo conductor de la trama y lo que nos irá haciendo avanzar en la misma. La exploración y el crafteo son otros de sus pilares fundamentales, así como las misiones secundarias que nos ayudarán a subir el nivel de Aloy y mejorar así sus habilidades para el combate y el crafteo y poder conseguir esquirlas y otros materiales, que usaremos como moneda de cambio para hacernos con mejor equipamiento. Por supuesto, podemos ir a piñón fijo y realizar solo las misiones de la historia, ya que el nivel que piden se puede alcanzar siguiendo solo la trampa principal, pero lo cierto es que Horizon: Zero Dawn invita a explorar sus exuberantes paisajes, descubrir hasta el último secreto que ocultan y enfrentarnos a las máquinas más potentes para ver de qué somos capaces. Y para todo ello nos da un alto nivel de libertad, no hay una forma definida de afrontar los combates con las máquinas u otros humanos, pudiendo así elegir las estrategias que nosotros queramos en función de las armas a nuestra disposición y el estilo de juego que más cómodo nos resulte.
Aloy cuenta con tres árboles de habilidades, Merodeadora, Valiente y Recolectora, cada uno de ellos con 12 habilidades para desbloquear al invertir los puntos de habilidad que ganaremos tanto al subir de nivel como al realizar determinadas misiones principales y secundarias. Estas habilidades pueden ser nuevas capacidades o mejoras de las ya existentes y es posible desbloquearlas todas si exprimís todo lo que el juego tiene que ofrecer. Las habilidades de Merodeadora están centradas en el sigilo y nos permitirán afrontar enfrentamientos de una manera mucho menos arriesgada, si bien más paciente, y llamar menos la atención de los enemigos. Valiente está más enfocado al combate directo, nos ayudará a hacer más daño con la lanza, movernos más rápidamente al cargar con armas pesadas e incluso a poder disparar dos o tres flechas en un solo tiro. Finalmente, Recolectora está relacionada con el crafteo, la obtención de materiales y el sabotaje de máquinas. La recolección es algo importante teniendo en cuenta que tanto la creación de munición, trampas, mejoras y pociones curativas, así como comprar nuevo equipo dependen de que tengamos ciertos materiales en nuestro haber. Y es que recolectar es algo fundamental en el juego, afortunadamente es algo que se hace fácilmente sobre la marcha, ya sea recogiendo plantas curativas o madera del escenario, o extrayendo diferentes materiales de los animales que cacemos y las máquinas abatidas, como las esquirlas y diferentes componentes de las máquinas, así como huesos, carne o pieles que podremos usar bien como moneda de cambio, bien como ingrediente de ciertas municiones, pociones y mejoras para ampliar la capacidad del inventario, que tiene un límite a lo que podemos llevar con nosotros.
Un elemento fundamental del juego es el foco, un dispositivo tecnológico del pasado que Aloy encuentra al comienzo del título, y que nos servirá para escanear el entorno, seguir rastros, dar con documentos y grabaciones del pasado, encontrar puntos débiles en las máquinas, incluso sabotearlas para usarlas de montura o que luchen a nuestro lado temporalmente. Este pequeño dispositivo nos ayudará no solo en batalla, sino también a realizar diferentes misiones secundarias, entre las que encontraremos búsquedas de personas, campamentos de bandidos que reclamar, zonas corrompidas que limpiar, coleccionables que encontrar, etc. Y los Calderos, que merecen mención aparte, porque será en estos misteriosos lugares donde encontremos información sobre las máquinas que nos permita sabotearlas, de manera que si queremos utilizar hasta las más poderosas de ellas, tendremos que dar con estas localizaciones y llegar hasta sus núcleos para derrotar al enemigo que nos espera allí y acceder a la base de datos que protegen.
En cuanto al combate en sí, las máquinas, de las que existen 25 tipos diferentes, por su fuerza y su capacidad destructiva, sobre todo las de mayor nivel, serán las que nos pongan las cosas más difíciles, ya que los enemigos humanos pueden ser abatidos con tiros certeros a la cabeza. Aloy puede usar tres tipos diferentes de arcos, aturdidoras (permiten lanzar trampas de cables), lanzacuerdas (con las que podremos inmovilizar por un tiempo a los enemigos), hondas (para lanzar diferentes tipos de bombas), cascabeles (para disparar virotes a corta distancia) y armas especiales a desbloquear cumpliendo las misiones de la Logia de Cazadores de Meridian. Cada arma cuenta con tres niveles diferentes clasificados por colores (verde para el nivel más bajo, azul para el nivel intermedio y morado para el nivel superior) que determinarán el tipo de munición que podemos usar, de manera que encontraremos munición incendiaria, explosiva, congeladora, eléctrica y de corrupción. Las máquinas son vulnerables a ciertas municiones, por lo que elegir la adecuada para cada una de ellas nos puede facilitar los combates, en los que disparar contra los puntos débiles a la vez que esquivamos los embistes y disparos de las máquinas serán la clave para vencer. Cambiar de arma es rápido y sencillo, podremos tener cuatro en acceso directo con solo pulsar R1, y cambiarlas por otras entrando en el menú pausando la acción. Por supuesto, la defensa también es importante y encontraremos diferentes atuendos (también con sus correspondientes niveles) con los que proteger a Aloy de diferentes ataques y daños elementales. Cada atuendo refuerza alguna defensa en concreto, como los ataques cuerpo a cuerpo o a distancia, la protección contra el fuego, tener mayor sigilo, etc., pero pueden mejorarse al colocar en las ranuras disponibles modificadores que les añadirán refuerzos extra. Las armas también pueden mejorarse con estos modificadores, que les otorgarán daños extra por fuego, hielo, electricidad, etc., o les darán un mayor índice de extracción, lo que arrancará más componentes y defensas a las máquinas.
Este sistema de combate nos permite elaborar estrategias en función de los enemigos y sus puntos débiles, así como protegernos acorde al tipo de ataques que podemos sufrir (por ejemplo, los Dientes Serrados son vulnerables al fuego, por lo que utilizaremos flechas o trampas incendiarias, o las Avetempestad utilizan ataques eléctricos, por lo que nos interesa usar un atuendo que nos proteja mejor de ellos o cuente con modificadores para ello). A veces optaremos por acabar con las máquinas pequeñas y los humanos usando ataques sigilosos, otras usaremos el sabotaje para que máquinas de mayor tamaño nos ayuden en el combate y otras usaremos las municiones explosivas para arrancar los componentes y armaduras de las máquinas y dejar expuestos sus puntos débiles, al tiempo que plantamos trampas para ralentizarlas y entorpecerlas. También podremos arrebatarles a los enemigos sus armas pesadas (como lanzadiscos o cañones) para usarlos contra ellos. En cualquier caso, cada combate es un desafío, incluso aquellos contra enemigos que nos pueden parecer fáciles, como los Vigías, los Galopadores o los Pastadores, que con uno o dos tiros certeros se pueden abatir, porque de repente pueden aparecer enemigos más fuertes, como Pataslargas, Demoledores o Dientes Serrados y complicarnos las cosas, ya que el mundo de Horizon: Zero Dawn está vivo y las máquinas se mueven por él.
Todo ello presentado con un diseño de escenarios bien plateado y desarrollado, tanto para el combate directo como para el uso del sigilo. Nos esperan también zonas de «plataformeo» para poner a prueba las habilidades de Aloy en la escalda, con puentes de cuerdas, saltos y tirolinas, que en sí no suponen un desafío, pero resultan interesantes y nos regalan impresionantes vistas del paisaje. También podéis esperar algún pequeño puzle fácil de resolver. Completar la historia principal del juego nos llevará unas 40 horas, pero si preferís entreteneros y explorar hasta el último rincón del mapa, conseguir todos los coleccionables, habilidades y equipo y descubrir hasta el último secreto, os puede tomar más de 50 horas. Y todas ellas sin que el juego nos parezca aburrido o repetitivo en ningún momento.
La belleza de un mundo post-apocalíptico
Sin duda la historia y jugabilidad de Horizon: Zero Dawn lo hacen ya un juego a tener en cuenta, entretenido y desafiante, con una protagonista que conduce muy bien el propio desarrollo de la historia y las preguntas que plantea. Si a eso le sumamos un apartado técnico sólido y bien trabajado, nos encontramos ante tu título prácticamente redondo que cumple con las expectativas que había puestas en él.
A nivel gráfico nos encontramos un juego visualmente precioso e impresionante, cuenta con una buena distancia de dibujado en la que se perfilan montañas nevadas, áridos desiertos y frondosas selvas en las que es fácil perderse entre la vegetación. Algo a lo que también ayuda un uso amplio de texturas y un diseño de escenarios, personajes, lugares y máquinas con gran atención al detalle; las diferentes tribus que se nos presentan, Nora, Carja, Banuk y Oseram son perfectamente reconocibles por sus ropas, peinados y físicos (aparte del desarrollo cultural que se les ha dado en la historia). Los movimientos y animaciones, tanto de humanos como de máquinas, están bastante logrados y se sienten y ven naturales, fluidos y realistas. Una tasa de frames que no decae en ningún momento, un control bien implementado y una cámara que sabe acompañar, aunque alguna vez nos falle colocándose en sitios que nos dejan si visión, hacen que los combates sean fluidos y directos. El ciclo día-noche y la climatología variable hacen un buen uso de la iluminación, creando así una experiencia más inmersiva y creando impresionantes postales (que podemos guardar gracias un completo modo foto), algo que los efectos visuales utilizados terminan de redondear. Y aunque cuenta con algún que otro bug, en nuestras más de 40 horas de juego no hemos sufrido ninguno que entorpeciera la jugabilidad o rompiese la partida.
En cuando al sonido, encontramos también un gran trabajo tanto en el uso de efectos sonoros variados y numerosos, que dotan al mundo de Horizon: Zero Dawn de vida propia tanto dentro como fuera de los asentamientos humanos, así como en la música, que nos acompaña discretamente durante el viaje de Aloy, haciéndose notar cuando la ocasión y la narrativa lo requieren y presentando temas acordes a la historia del juego y lo que pretende transmitir, con alguna pieza memorable. En cuanto al doblaje, tenemos que decir que tanto en inglés como en español el título cuenta con unas voces que han sabido plasmar y transmitir el carácter y la personalidad de los personajes, presentando en ambos idiomas un trabajo profesional y logrado.
Conclusión
Respondiendo a si Guerrilla Games ha cumplido con las promesas de Horizon: Zero Dawn, no podemos más que decir que sí, el juego cumple con su historia, su jugabilidad, su apartado técnico y la presentación de un mundo rico en detalles, que hacen del título una grata experiencia de principio a fin. Tanto si os gusta explorar hasta el último rincón del mapa, completar todas las misiones secundarias y encontrar todos los coleccionables y secretos, como si lo que preferís es ir al grano y completar la historia principal, Horizon: Zero Dawn es un juego que merece la pena jugar, vais a disfrutar de los combates con las máquinas y los desafíos que suponen las más poderosas, además de descubrir con Aloy los misterios que guardan las ruinas del pasado y la caída de la humanidad. Un «must to play» de PS4 al que debéis dar una oportunidad.
