Huella 12, de Eva G. Guerrero, te calará muy hondo

Densa Space Opera con un fabuloso worldbuilding en el que querrás quedarte para siempre.

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Huella 12 ha llegado de la mano de Apache libros para satisfacer a los aficionados a la buena ciencia ficción. Un conjunto de relatos autoconclusivos que conforman un todo cromáticamente superlativo. La novela está ambientada en Sargazia, un gigantesco mundo acuático situado dentro del cúmulo globular de Akasa-Puspa. Este enorme escenario fue creado por Juan Miguel Aguilera y Javier Redal a finales de los años ochenta. Sargazia es citado en algunos libros de la serie, pero no se da ningún dato más allá del nombre.

Sentido de la maravilla en estado puro

El Prólogo corre a cargo de Juan Miguel Aguilera, quién hace una acertada reflexión que comparto plenamente. Actualmente el cine y la televisión, gracias a los efectos especiales digitales producidos por ordenador, permiten plasmar cualquier tipo de fantasía que antes solo era accesible a través de la literatura. El cine, por su limitación, todavía no era capaz de hacerlo. A esto le añadiría la impresionante revolución que se ha producido en los videojuegos, de tal manera que no solo se recrea gráficamente soberbios y minuciosos escenarios de ciencia ficción, sino que uno puede protagonizar una aventura en ellos. Sin embargo, por fortuna, no se ha perdido todavía la capacidad de provocar el sentido de la maravilla que tanto persiguen los lectores aficionados a este género. ¿Se está vendiendo humo al decir que esta novela consigue con palabras eso y más? No habían pasado más de 20 páginas y ya podía afirmar que compartía este comentario del maestro.

Proyecto Artemisa

Con Huella 12 vuelvo a tener en mis manos una novela de la editorial Apache Libros (os reseñé Edén interrumpido). Os recomiendo que visitéis su Catálogo y descubráis cómo trabaja una editorial de reducido tamaño y que ama lo que hace.

También, con este libro, vuelvo a tener entre mis manos un texto redactado por una de las discípulas del denominado Proyecto Artemisa de la ciudad de Valencia. Hace cinco años estuvo auspiciado por Juan Miguel Aguilera y vaya joyas, oye. Os hablé de este grupo de escritoras en mi reseña de la novela de Marisa Alemany titulada Diosa de Tierra y Metal. Pues, bien, no son pocos los elementos en común de ambas novelas.

A Eva García Guerrero la sigo habitualmente en las redes; es más, nos seguimos mutuamente y eso ha favorecido que la publicación de su última novela no me haya pasado desapercibida. Obviamente es imposible leer todo lo que se publica, pero sí me gusta sacar un momento para leer las sinopsis de aquellas novedades que hay en el mercado. Fue leer la trama de Huella 12 y el saber que era obra de una integrante de Proyecto Artemisa para no caberme ninguna duda de que esta novela la tenía que leer sí o sí.

Eva G. Guerrero (Foto Marvy – Antonio García)

Arqueóloga de profesión y de voz suave que cautiva, acaba de estrenar su primera novela larga. Me ha dejado un excelente sabor de boca que me hace anhelar su futuro proyecto (¿quizá en 2022?). Hija de su generación, se nota que su imaginario que compartimos muchos se ha retroalimentado, además, con esa vocación por desenterrar culturas perdidas. Aquí no es que las saque del polvo, es que las erige con todo lujo de detalles para brillar bajo los cielos de mil colores.

Huella 12

Nos encontramos en un gran planeta ubicado en la nebulosa de Akasa-Puspa. Un gigante acuático donde se desconoce si posee un núcleo rocoso. Su superficie azul está habitada sobre grandes masas de sargazos que van a la deriva y sobre los cuales se pueden establecer los seres humanos. Este gran planeta no está solo. Alumbrado por el sol Kalinger, en torno a él orbitan doce lunas, las cuales iremos conociendo episodio a episodio a lo largo de la lectura.

Se trata de un fix up de 12 relatos autoconclusivos que al final conforman un todo entrelazado. Cada relato es un caso policial que debe resolver el equipo de Huella 12, perteneciente a la Unidad de Inteligencia de la Mancomunidad.

Habida cuenta las características del planeta que os acabo de describir, el mecanismo que se utiliza en este universo para entrar y salir de su atmósfera ya sabéis que es como una especie de ascensor orbital. Pero aquí, al no haber superficie, no es factible. De tal manera que se utiliza una especie de gancho orbital. La lectura arranca precisamente con nuestra protagonista, la doctora Luna Bárdalay bajando al planeta.

En la plataforma de llegadas aguardaban los demás componentes del equipo: Virda Scarsi, la más joven del grupo, Logario Cupeiro, Sólomon Cloyaris y el cirujano ksatrya Cha-Mert. Todos a las órdenes del general Weist.

Portada de la novela Huella 12 prevista inicialmente.

Un viaje superlativo de escenarios, personajes, animales, costumbres bajo cielos de distintos colores y casos policiales que resolver

El primero de los relatos nos traslada a bordo de un inmenso buque que navega con la intención de chocar de frente con la gran ciudad. Acabar con la amenaza terrorista y encontrar los explosivos escondidos será el primer eslabón de esta lectura. Nos sumergiremos, literalmente, en este mundo acuático, con sus seres acostumbrados a vivir en y del mar.

Por mí? General, con todos mis respetos, la situación se ha agravado muchísimo, no cabe otra opción. Me vendió una intermisión ineludible cuando estaba a punto de tomarme unas vacaciones después de otra sencilla misión rutinaria que me dejó tuerta. Me dijo: «Tu trabajo consiste en subir al barco, apresar a la capitana, conseguir su huella para insertarla en la computadora y así virar el rumbo de la nave». Una tarea factible la de frenar a esa mujer megalómana. El objetivo radica en hacer ver a la población del Amarda que los islatinos han conseguido evitar la catástrofe, que les hemos salvado y nos hemos salvado de la perfidia de sus mandos, aun cuando los cálculos de su rumbo eran erróneos, obsoletos, porque con los ciclos las corrientes han balanceado el sargazo de Islatia los grados suficientes hacia la izquierda. Esta ciudad de acero flotante hubiese pasado cerca, pero sin embestirnos. ¡Se trataba de otra maldita intermisión de rutina!
—En aquel momento no relacionábamos el robo de las ojivas del fabrilsargazo de Olp…

¿Pero qué hace especial a este grupo? El equipo Huella 12 está compuesto por cinco agentes de la ley cuyo trabajo consiste en insertarse en el tálamo cerebral las huellas de temperamento de los sospechosos. Lo hacen a través del Velo, una especie de segunda piel orgánica tejida con nanobios que posee múltiples utilidades. Además de ser un traje de resistencia al vacío, potencia las emociones y sensaciones registradas en las huellas. Y esto va a dar mucho, pero que mucho juego durante la novela. No es que capten los pensamientos sino que captan las emociones. Imaginad poder saber cuándo alguien se expresa con falsedad o bien de manera personal y sincera.

¿Qué encontrarás en Huella 12?

Un mundo superlativo. Dejé de tomar notas muy pronto porque era imposible crear una árbol resumen del contenido. De hecho, el Glosario que incluye la novela se queda corto.

Son doce casos, en otros tantos lugares, donde nuestros ojos rebosarán de lugares, culturas, tramas más o menos enrevesadas, pero que sin darte cuenta calarán en ti. Conoceremos a los protagonistas, sus pasados, sus relaciones personales, sus virtudes, sus miedos. Todo ello con subliminales reflexiones hacia temas ligados al ser humano, iguales aquí y en la otra punta del espacio. El desarraigo, el amor, la traición, la ambición desmedida, la manipulación,…

Todo en un futuro muy, muy lejano donde la Tierra ya apenas es solo un leve recuerdo. Ciencia ficción de la de siempre, con aventura y toque negro policiaco futurista. Y, sobre todo, una explosión cromática de lugares y seres de un mundo nuevo que crece y crece ante nosotros. El texto es rico en su semántica, una sintaxis muy adjetivada y metafórica, quizá a veces excesiva. La lectura fluye apoyada en diálogos que le ayudan en su camino hacia el final (sorpresa incluida), provocando que cerremos el epílogo final, diciendo: «Droms».

Un universo para quedarse

Tenemos de todo: interfaces piloto-nave, una luna helada con la base de misiones del equipo, un ordenador cuántico llamado Geston, conversaciones durante un estado de estasis, playas de fría arena, terroristas, desaparición de turistas durante una celebración festiva Una cacería al más puro estilo cavernícola, cielos de todos los colores, intrigas palaciegas, castas de militares, autómatas, cadáveres, robos, desapariciones, sets de rodaje de un iluserial, esoterismo, charlatanería, intrigas de poder, corrupción. Personajes a cientos, mil referencias. ¿Queréis más? Animales variados, escenas que me han evocado Dune, los comics de Valerian, el planeta Naboo, escenas de Blade Runner bajo la lluvia y las luces de la policía, referencias Arsenio Lupín,… Una pasada.

A ver, reconozco que he conectado con el libro como en una especie de comunión especial. Quizá algunos sí os rindáis al escenario propuesto, pero querríais haber tenido otra historia, otro hilo conductor que no fueran relatos sueltos tan descriptivos en ocasiones. No sé, yo le daría una oportunidad. No veo libros así todos los días. Antes sí, ahora no. El libro a veces he pensado que tenía alma propia.

Concluyendo

Me quedo con una escena en la cual la doctora utiliza el velo para introducirse en la mente del abisal Cólera. Lo cierto es que un viaje al interior del alma, cerebro o pensamientos de otros ser siempre es espectacular. Pero, en esta ocasión, no se mete en un humano, se mete en otra especie poniendo en peligro su propia vida. La descripción que hace es auténticamente onírica.

Me quedo, también, con 12 escenarios ricos en descripciones como distintos unos de otros, al igual que los cinco componentes de Huella 12. Es un viaje al sentido de la maravilla y el asombro con protagonistas de carne y hueso que coinciden en su interior emocional, lo que consigue destapar el velo de los protagonistas. Se cuida mucho la creación de los escenarios, las culturas, las razas, y el cromatismo que ilumina el alma de las historias.  La protagonista es fuerte y bien construida, al igual que el resto del equipo. La historia alterna descripciones muy densas con diálogos que imprimen nervio y tensión a la escena en la que nos encontremos. Reflexiones subliminales sobre temas actuales.

Lo dicho, una propuesta Fantástica. Excelente trabajo, Eva.

Jaime Santamaría
Economista con alma de escritor. Amante de los viajes, tanto de los que requieren maletas como imaginación. Siempre con ganas de aprender.

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