Una nueva investigación en humanos y ratones identifica una molécula de señalización particular que puede ayudar a modificar la inflamación y el sistema inmunológico para proteger contra la enfermedad de Alzheimer. El estudio, que fue dirigido por investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH), se publica en Nature.
El deterioro cognitivo asociado con la enfermedad de Alzheimer se desarrolla cuando las neuronas comienzan a morir. «La muerte de las neuronas puede ser causada por respuestas inmunes inadecuadas y neuroinflamación excesiva (inflamación en el cerebro), provocada por altos niveles de depósitos de beta amiloide e hilillos de tau, dos características de la enfermedad de Alzheimer«, explica el coautor principal del artículo, el doctor en Medicina Filip Swirski, quien realizó el estudio mientras era investigador principal en el Centro de Biología de Sistemas del MGH.
«Ahora podemos pensar en cómo usar IL-3 no sólo para ayudar a frenar la neuroinflamación que ocasiona la mayor parte de las muertes de las células neuronales en la enfermedad de Alzheimer«
«Una vez que las neuronas comienzan a morir en cantidades cada vez mayores, las células cerebrales llamadas microglia y astrocitos, que normalmente son células nutritivas que limpian los desechos, se activan para causar neuroinflamación en un intento de proteger el cerebro. Están evolutivamente programadas para eliminar una región del cerebro donde hay un exceso de muerte de células neuronales porque puede deberse a una infección, cuya propagación debe evitarse”, describe el coautor principal Rudolph Tanzi, doctor en Medicina y codirector del Centro McCance para la salud del cerebro en el MGH.
En el caso de la enfermedad de Alzheimer, la muerte de las células neuronales provocada por los depósitos de beta amiloide y los ovillos de tau activa esta respuesta. «A medida que se produce la neuroinflamación, la cantidad de muerte celular es al menos 10 veces mayor que la causada por las placas y los ovillos«, según Tanzi. «De hecho, sin la inducción de la neuroinflamación, no habría síntomas de demencia. Lo sabemos por los cerebros ‘resilientes’, en los que hay muchas placas y ovillos en el cerebro de un individuo, pero no hay síntomas al morir porque hubo mínima o ninguna neuroinflamación«.
Este nuevo estudio publicado en Nature reveló que un subconjunto de astrocitos en realidad intenta apagar el fuego liberando una molécula llamada interleucina-3 (IL-3), que luego convierte las células microgliales asesinas nuevamente en células nutritivas y protectoras que ya no eliminan las neuronas y se centran en limpiar los depósitos de beta amiloide y los hilillos de tau.
«Fue sorprendente encontrar IL-3 en el cerebro«
«Puede haber importantes implicaciones clínicas al saber que los astrocitos se comunican con la microglía a través de IL-3 para instruir a la microglía y ayudarla a disminuir la gravedad de la enfermedad de Alzheimer«, comenta Swirski. «Ahora podemos pensar en cómo usar IL-3 no sólo para ayudar a frenar la neuroinflamación que ocasiona la mayor parte de las muertes de las células neuronales en la enfermedad de Alzheimer, sino también para atraer a la microglía a que asuma la tarea de eliminar los depósitos y los ovillos tau, que son la patología que inicia la enfermedad de Alzheimer«.
«Fue sorprendente encontrar IL-3 en el cerebro«, recuerda el primer autor, el doctor en Medicina Cameron McAlpine, entonces instructor en el Centro de Biología de Sistemas. «Nuestros hallazgos sugieren que la comunicación entre los astrocitos y la microglía, a través de la IL-3, es un mecanismo importante que previene la enfermedad de Alzheimer al instruir a la microglía para que adapte las funciones protectoras. Con más estudios, la señalización de la IL-3 puede brindar una nueva oportunidad terapéutica para combatir las enfermedades neurológicas«.
Fuente: Nature.