Norma Editorial continúa publicando “Im, el sumo sacerdote Imhotep”, un nuevo shonen de Makoto Morishita que mezcla los elementos más clásicos del género con la mitología egipcia, y que los pasados meses de junio y julio alcanzaba su quinto y sexto tomo, respectivamente.
Si no sigues la serie o no estás al día, te recomiendo que leas las anteriores reseñas sin spoilers, ya que este artículo puede contener información de la trama hasta el volumen 4.
“Im, el sumo sacerdote Imhotep 5” arranca con el asalto al barco de Cleopatra por parte de los sacerdotes de Amón. Mientras Im y sus compañeros intentan rescatar al director Yata, la antigua reina de Egipto tiene otros planes para él. Planes que involucran a un poderoso magai y que desvelarán el secreto sobre la tragedia sucedida a los padres de Harugo quince años atrás.
Cuando la mayor amenaza que ha afrontado hasta ahora el recién creado equipo de sacerdotes hace su aparición, también lo harán los dioses de la Enéada con una orden para Imhotep: regresar a Egipto.
Este quinto tomo cargado de acción, nuevos enemigos y misterios pone fin al arco de Harugo y a la estancia del grupo en Japón.
En “Im, el sumo sacerdote Imhotep 6” Im y sus compañeros, acompañados de Hinome, ponen rumbo a Egipto con la intención de descubrir las verdaderas intenciones de la Enéada. Pero su primer día de turisteo se irá al garete cuando un ladrón con poderes extraños les robe el equipaje. De esta forma se verán envueltos en una investigación que los llevará hasta un nuevo faraón resucitado por Zoser, quien pondrá contra las cuerdas a Im y llevará la determinación de Hinome al límite.
Además, también conoceremos algo más sobre los planes del rey de los magai, el misterioso Jonsu y otros nuevos personajes que harán su aparición en este volumen.
Trama genérica, ¿grandes personajes?
“Im, el sumo sacerdote Imhotep 5 y 6” continúa avanzando en una trama bastante clásica del shonen, con su típico grupo de héroes creando lazos fraternales mientras se enfrentan y derrotan a enemigos cada vez más poderosos. Y su característica mezcla de drama, acción y comedia que en este caso funciona bien.
Tampoco los enemigos se quedan atrás: Zoser está más que a la altura de Im, y no solo desprende una locura hipnótica, sino que también está rodeado de un misterio muy atractivo. Los lazos de amor y odio que lo unen a Im hacen que esta historia valga la pena.
Por otra parte, redescubrir a los antiguos faraones egipcios en un estilo nipón hará las delicias de los aficionados a la historia y la mitología de este país. Sus personalidades, marcadas por un rasgo que tiene que ver con sus antiguas vidas, llaman poderosamente la atención.
También lo hacen la Enéada y, en general, las altas esferas de los sacerdotes de Amón, cuyos secretos y misterios conseguirán que el lector no se despegue del manga.
No se puede decir lo mismo del grupo de secundarios que acompaña a Imhotep. Harugo, Inaba, Hinome y compañía se limitan a cumplir sus roles como compañeros en la aventura del protagonista. Con sus respectivas historias personales (hasta lo de ahora un poco clichés), y sus momentos de alivio cómico. Mención especial merece Hinome, cuya personalidad y rol dan un vuelco un tanto ilógico solo por hacerla encajar en una trama que la dejaba atrás. Un cambio que mi fangirl interior agradece, pues la química que tiene con Im es muy graciosa, pero que hace rabiar a mi yo crítica. Habrá que ver cómo se desarrolla el personaje en próximos tomos para comprobar si el mangaka tomó la decisión acertada.
Un diseño muy egicio
Los escenarios abiertos rebosan poderío y detalle cuando es necesario, y las escenas de batalla transmiten muy bien el movimiento; destacan sobre todo las invocaciones del protagonista, cargadas de épica.
La narrativa fluye ágil, dinámica, con las pausas justas para dejar respirar al lector y un buen equilibrio entre texto e imagen.
En definitiva, una obra visualmente muy potente que enamorará a los fans de Egipto.
Shonen con personalidad egipcia
“Im, el sumo sacerdote Imhotep” continúa rumbo al shonen clásico, con elementos de sobra conocidos para los amantes del género. Pero Makoto Morishita ha sabido darle personalidad a su historia con toques de mitología egipcia, secretos y misterios por resolver que se apartan de la trama típica y un muy buen dúo protagonista/antagonista que te robará el corazoncito e impedirá que apartes los ojos de este manga.