¿Te imaginas vivir rodeado de fantasmas que se nutren del racismo y xenofobia de todos tus vecinos?
Demonios racistas
A principios de 2018, Pornsak Pichetshote, uno de los nombres clave dentro de DC a principios de los 2000, pasó mucho tiempo dándole vueltas a una historia de terror repleta de crítica social que creía que podría convertirse en uno de los mayores éxitos de su carrera.
Su idea inicial fue convertir esta historia en una miniserie de gran impacto aprovechando el auge que estaba viviendo el género de terror gracias proyectos como Expediente Warren, Hereditary o American Horror Story. Sin embargo, tras sufrir varios rechazos en su intento de adaptar la historia a una miniserie, decidió dar un giro de tuerca al proyecto y apoyarse en el talento de Aaron Campbell como dibujante, José Villarrubia al color y Jeff Powell como rotulista para llevar Infiel al mundo del cómic. Así, desde Image Comic decidieron darle una oportunidad al proyecto de Pornsak, que llegó a las librerías de todo el mundo a finales de 2018 bautizado como Infiel.
Infiel: una historia de racismo y xenofobia
En esta historia que, en su momento estuvo dividida en cinco números, veíamos como Aisha, una joven estadounidense musulmana se muda a la casa de la madre de su novio Tom. El problema es que, poco tiempo antes, este mismo edificio sufrió el ataque de una bomba fabricada por otro vecino musulmán del bloque que había visitado varias páginas del ISIS. Poco tiempo después, descubrimos que Aisha es capaz de ver a seres sobrenaturales en el edificio que parecen alimentarse del odio, racismo y xenofobia que habita en el interior de cada uno de los vecinos.
Con esta propuesta inicial como telón de fondo, Infiel aprovecha muchos de los recursos clásicos de las historias de casas encantadas que hemos podido ver en multitud de películas o libros, pero con la novedad de aderezarlo todo con un buen puñado de crítica social al racismo que se respira actualmente en las calles de Estados Unidos.
Al igual que ha hecho recientemente Jordan Pelee en películas como Déjame Salir o Nosotros, Pornsak utiliza el odio al diferente para narrar una historia en la se habla de prejuicios y de señalar sin conocer. Por suerte, la historia no trata de vendernos a estos personajes como seres de luz sin posibilidad de hacer el mal, sino que ofrece un relato complejo en el que las opiniones critican tanto la victimización como el ataque por defecto al extranjero.
Personajes creíbles
De esta forma, la obra va construyendo un relato creíble en el que las conversaciones entre los distintos personajes dejan claro que ni siquiera la persona que conocemos de toda la vida está libre de caer en prejuicios dañinos y que, por supuesto, tampoco debemos caer en la victimización de una persona sólo por su color de piel.
Creemos que es digno de elogio presentar una historia con tanta carga política que sabe crecer y trasmitir un mensaje claro y sincero sin caer en ningún momento en amarillismos ni en intentar vender un panfleto de una ideología determinada. Los personajes son creíbles y la forma de pensar de cada uno de ellos es variada y, en muchas ocasiones, un mismo personaje puede tener ideas que chocan y se contradicen entre sí, como puede ocurrirnos a cada uno de nosotros.
Falta de sustos
Sin embargo, mientras que la parte política se resuelve con nota, creemos que el terror no ha corrido la misma suerte. Aunque la ambientación y las situaciones están muy logradas, lo cierto es que no hemos llegado a sentir miedo en ningún momento debido quizás, al formato elegido para contar la historia.
Una película o una serie cuentan con imágenes en movimiento y, sobre todo, con el sonido. Un libro puede jugar con las descripciones y diálogos para generar un ambiente opresivo. Sin embargo, un cómic tiene que aprovechar los dibujos para generar esa sensación de sobresalto, pero como el propio Villarrubia comenta en el prólogo de la obra, el lector puede ver la viñeta antes de llegar a ella y sabe de antemano lo que le espera.
Lo cierto es que Infiel sabe preparar con maestría escenas que en una película nos pondrían los pelos de punta y los efectos y giros de guion rivalizan con los de cualquier historia de éxito, pero, por desgracia, no han llegado a aterrorizarnos.
Un dibujo magistral
En lo que respecta al dibujo y a color, lo cierto es que, Aaron Campbell y José Villarrubia hacen un trabajo soberbio. La expresividad de los rostros de cada uno de los personajes es sorprendente. De hecho, hay que hacer una mención especial a los ojos y a las miradas de los protagonistas de algunas viñetas en los que parece que nos están mirando directamente a nosotros.
Por lo demás, gran parte de la historia tiene lugar en el bloque de viviendas del que, poco a poco, iremos conociendo más rincones y, cada uno de ellos, parece esconder más oscuridad y secretos en su interior. Además, los demonios y espíritus de la historia cuentan con un estilo propio muy cercano al impresionismo que destacan por encima del resto de ilustraciones de la obra.
Antes de acabar, hay que destacar el gran trabajo realizado por Norma Editorial con esta edición integral en cartoné de tamaño 17 x 26. Como decimos, este tomo recopila los cinco números originales, pero, además, incluye una introducción muy interesante de Tananarive Due y un prólogo de José Villarubia que nos ayuda a ponernos en contexto desde el primer momento. Además, también incluye un epílogo de Jeff Lemire que se complementa con un montón de documentación interesantísima sobre el proceso creativo que dan mucho valor a este tomo.
Conclusiones de Infiel
Aunque no hemos pasado miedo leyendo Infiel, lo cierto es que su historia nos ha parecido interesantísima. La forma de manejar y transmitir toda esa crítica social dirigida, precisamente, a gran parte de su público, nos ha parecido digna de aplaudir. Además, la profundidad de todos los personajes convierten esta obra en una opción muy recomendable para todos aquellos fans del cómic que están buscando una propuesta realmente diferente.
