Este tomo marca el inicio de la complejidad de todo cuanto Kirkman quiere contar sobre la vida de Mark Grayson, un estudiante americano más del montón que es además el hijo de Omniman, el superhéroe más fuerte del mundo y que cuando recibe sus poderes pasa a ser el héroe conocido como Invencible. Hasta aquí todo habría ido la mar de bien de no ser porque resulta que su padre es realidad un alienígena de una raza conquistadora de mundos, los vitrumitas y con el que tiene una pelea de destrucción masiva y ahora intenta reparar el daño hecho por su padre trabajando para el gobierno.
En este tomo Kirkman va a centrarse en el costumbrismo, en el día a día de Mark y el resto de personajes y de sus muy humanos problemas. Mark está a punto de acabar el instituto, su relación con su novia va cada vez peor por las continuas ausencias que tiene para ir a salvar el mundo como Invencible y su madre sólo encuentra refugio en el alcohol. Su compañera de aventuras pijamiles sale con su mejor amigo de la infancia y la verdad parece que tampoco les va muy bien.
A Kirkman le encanta homenajearse así mismo así que no duda en reutilizar el diseño y nombre originales del proyecto que terminaría siendo Invencible, Bulletproff y unirlo como personaje al resto de los Guardianes de la Tierra. También tendremos por aquí a muchos de los personajes del primer tomo, como aquel ciberzombie que atacó a Mark y a William en su primera visita a la universidad o los gemelos/clones Marauder en eterna discusión sobre quién es el original y quién el clon. Es más por aquí van a pasearse otras creaciones de Kirkman como “Superpatriot” o “Los Capas”, el primer grupo de superhéroes con nomina y seguridad social, todos ellos nacidos de las muchas colecciones que Kirkman tiene dentro de su sello SkyBound.
Pero Invencible es mucho más que Mark, vamos a asistir a disensiones dentro de los Guardianes y a una gran lucha por el liderato entre Robot e Inmortal. Un personaje que podía pasar por no ser más que un gag como Chica Monstruo coge una gran fuerza y protagonismo y su historia se vuelve toda una tragedia. Ésa es la gran esencia que tiene esta obra y es la de aunar drama con humor, tan de pronto descubrimos que hay un nuevo Darkwing en Midnight City pese a que Ominiman acabara con él, y Kirkman se marca un debate sobre el concepto de sidekick y los legados malditos (un héroe sombrío en todos los aspectos y una nueva demostración de que Ottley puede dibujar lo que quiera como quiera y que funcione en página) como que descubrimos que en torno a la bolsa de basura que arrojó la primera vez que se manifestaron sus poderes, se ha creado toda una religión en Londres que con la llegada del birrete de la graduación de Mark ven nombrado a su sumo sacerdote.
Otra de las genialidades de este tomo para mi es el personaje de Eve. La rosada heroína adolescente que una vez ve acabado el instituto descubre que la vida “normal” y ni tan siquiera la vida como superheroína le llena lo suficiente, por lo que literalmente decide irse a cambiar el mundo con sus poderes y nos deja una conversación algo infartante con Mark que da lugar a muchas interpretaciones sobre qué frase no llega a decirle.
Otro punto a señalar es el de los villanos, tras un primer tomo de villanos que no parecían tener mayor repercusión aunque al final la genialidad de Kirkman los vuelve a traer, un no malo como es Allen el Alien y ese magistral villano que fue Omniman, dejaban la necesidad de crear algún antagonista que llenará el hueco del padre de Mark. Por aquí veremos pasar a tipos malos tan pintorescos como: Cabeza de Máquina, Isótopo, Magnataque, Kursk, Magmániaco o Tether Tyrant. Diseños y personajes que en un primer momento pueden parecer ridículos pero que luego van a poner a prueba el mote de nuestro héroe.
Pero toda esta fantasía e imaginería es si cabe mayor gracias a que realmente se le dedica más espacio a cosas como el momento en que Mark se da el primer beso con Amber, el primer día de compañeros de dormitorio de Mark y William, las dificultades de la madre de Mark para con el alcohol y con que ahora sean ricos. Es más ocurre un hecho fantasioso como una invasión alienígena que devasta la Tierra durante horas y los efectos de la misma se nos cuentan en el día a día de varios números, interrupción de las clases, tareas de reconstrucción, etc.
Otro punto interesante que quizás llegue a algo mucho más complejo es que durante una misión en la que Invencible escolta a una nave a marte, conocemos a la cultura marciana de este mundo, que casualmente son verdes, telépatas y cambiaformas y quizás no vuelvan todos los que se van en la misma forma.
Una de las pequeñas joyas narrativas que tenemos es el número 0 en el que Ottely logra en tan sólo 24 páginas contar todas las aventuras vividas hasta la fecha y además tener tiempo para contar toda una noche de coquequeteo y acercamiento a esa primera vez que todo joven está deseando tener, otra muestra de Kirkman es tan genio que puede avanzar historia y recapitular sin perder comba.
Otro de los momentos estelares de este tomo es el número 23, un número que salvo por la primera y última página está totalmente protagonizado por Allen el Alien. De nuevo Kirkman retuerce nuestros sentimientos para contarnos la dura vida de los Uanos, lo que les sucedió tras el ataque Virtumita y cuan único y especial es Allen. Sabremos de su vida privada, su religión y cuando este personaje mejor nos cae, Otteley tendrá que dibujar una media splash en la que unos vitrumitas le dan una paliza de muerte que quita el aliento y de paso Kirkman aprovecha para sembrar más posibles complicaciones a la historia.
Además tenemos una serie de autores invitados para narrarnos unas pequeñas historias de orígenes secretos de los “Guardianes de la Tierra. Así Tod Nauck (Young Justice) nos cuenta como el maldito amor y desafiar por él a una vieja hechicera gitana llevó a una guapa universitaria a ser la niña cambia-formas que hoy conocemos como “Monster Girl”. Cory Walker vuelve a la colección que co-creó para mostrarnos cuan viejo cansado e inmortal es Inmortal. Khay Randolph, nos cuenta que ser una niña genio en ciencias ya le trajo problemas a Atom Eve para decidir sobre su destino y que quizás su origen sea mucho más oscuro de lo que ella misma sabe. Mathew Roberts va a hacer que sintamos hasta lástima por ese insufrible y explosivo pendenciero que es “Rex Explode” una dura y fría historia. Por su parte Joshua Luna va a demostrar como una maldición china de verás cumple aquello de por los siglos de los siglos con Dupli-Cate, que además descubrimos tiene un hermano perdido conocido como Multi-Paul.
La única nota negativa es que la traducción y maquetación en algún número nos deja con algunas palabras cortadas, faltas de ortografía o expresiones que no se entienden. Pero es normal ante el titánico esfuerzo de quién lleva esta editorial no queda si no animarle para que siga adelante porque antes que nadie el confió en Invencible y en muchas obras que de no ser por él jamás habríamos visto.
Sin duda la explosión de esta gran serie, un número en el que como si fuera una muñeca rusa Kirkman no para de complicar y abrir frentes en la trama para que luego cada una tenga su momento de explosión y resolución, sin duda aquí al fin Invencible despega como lo que es, una serie que reinventó el genero de los superhéroes y que llevó a sus creadores a lo más alto de la creatividad y libertad narrativas. Un imprescindible en la biblioteca de todo amantes de este género que no puede faltar en vuestras estanterías y que viene en una edición “Invencible”.