Continuamos analizando “Jigokuraku 2”, uno de los shonen más recientes de Norma Editorial. Una historia que, por si no nos había quedado claro con el primer volumen, se afianza como cruel y violenta.
Si no conoces el manga, te recomiendo que leas la reseña del primer tomo, ya que este artículo contiene spoilers del mismo.
Asesinos en el paraíso
Después de que el shogun haya enviado a los criminales más peligrosos y poderosos de Japón a la isla conocida como Paraíso con el fin de encontrar el elixir de la eterna juventud, estos y sus acompañantes del clan samurái Asaemon descubrirán que esta extraña tierra está plagada de monstruos.
Para poder abrirse paso entre enemigos tan imponentes, Gabimaru y Asaemon Sagiri no tendrán más opción que unirse a Yuzuriha, una descarada ninja, y su verdugo, quienes compartirán con ellos la información que han recopilado sobre la isla, que oculta múltiples y peligrosos secretos.
A su vez, se nos van presentando nuevos personajes que se las arreglan para sobrevivir de una forma u otra y que, por lo que parece, tendrán cierta relevancia en la historia. A través de sus vivencias descubriremos no solo que el llamado Paraíso es el hogar de horripilantes criaturas, sino que resulta casi imposible salir de allí y que los criminales no están solos… lo cual no tiene que ser precisamente bueno.
En “Jigokuraku 2” la trama se hace a un lado para dar rienda suelta al componente de acción, encontrándonos con descarnadas y brutales batallas donde la sangre, los desmembramientos y las habilidades especiales están a la orden del día. No esperéis nada realista por esta parte. Las peleas renuncian a cualquier parecido con la realidad en aras del epiquismo.
A pesar de las casi omnipresentes luchas, también hay lugar para que la historia avance a pequeños pasos. Siguiendo a diferentes personajes iremos descubriendo más secretos del Paraíso, aunque la isla todavía se guarda unos cuantos misterios para mantener al lector enganchado.
En cuanto a los personajes, si en el primer tomo conocíamos a Gabimaru y Sagiri con cierta profundidad, en este segundo volumen se introducen nuevos secundarios que adquirirán cierta relevancia. Por un lado, Yuzuriha, la traicionera shinobi que se une al equipo de Gabimaru. Por otro, Nuruga y Asaemon Tensa, otra pareja de criminal y verdugo que intentarán salir en barco de la isla. En tercer y último lugar, los extravagantes hermanos Toma y Choba. El avance de estos tres equipos por separado permite que el lector vaya uniendo cabos y descubriendo los misterios del Paraíso. Pero, con razones más o menos poderosas para sobrevivir, al final de los cuatro criminales solo puede quedar uno.
Estilo sucio y violento
Esto no hace, no obstante, que en ciertos momentos más pausados el dibujo carezca de una belleza calmada, que veremos poco en este tomo. En definitiva, un estilo descarnado para un manga sangriento.
En este segundo tomo hay, también, abundancia de texto, al punto de que en algunas viñetas los bocadillos de diálogo cubren algunas palabras de los textos de background. Nada que impida desentrañar su significado, claro, pero aún así en algunos momentos tanta información llega a apabullar. Más cuando se trata de una historia centrada en la acción.
“Jigokuraku 2” se reafirma, en definitiva, como un shonen brutal, violento, ideal para los amantes de los todos contra todos y de las batallas grandilocuentes.
Tanto trama como personajes pasan a un segundo plano y, por lo que se ha mostrado hasta ahora, sus motivaciones se quedan un poco escasas. Su desarrollo deja que desear, aunque el mangaka aún está a tiempo de solucionarlo en futuros tomos.