Aquí estamos de nuevo con otro ejemplar de este repaso a las figuras más reconocidas de DC de la mano del equipo formado por Alex Ross y Paul Dini, que proceden a presentarnos al más poderoso equipo de superhéroes del universo DC: la Liga de la Justicia. Como ya he indicado en el título, y pese a que suena repetido, estamos ante un libro de equipo por dos razones: el estupendo tándem de dibujante y guionista que lo lleva a cabo, y por el desempeño de los héroes de la liga en su conjunto dentro de una magistral estructura narrativa que no se hace larga ni farragosa. Un encaje de bolillos narrativo que merece la pena. Pero vamos a centrarnos en esta obra de 128 páginas en tapa dura, que ya sabéis que tiendo a divagar. Comencemos:
Me encanta que haya un montón de acción en un cómic y, si además incluye a un montón de leyendas de la Historia de la historieta, mejor aún. Me he sentido como un niño grande disfrutando de este material. Los amantes de los clásicos disfrutarán con él como un cerdo con una patata. Seguro. Además, todos conocemos el minucioso trabajo como dibujante de Alex Ross y la capacidad narrativa de Paul Dini, aunque sea sólo por los guiones que hizo para los dibujos animados de la Liga de la Justicia en televisión.
La historia comienza con un testimonio en primera persona de uno de los menos valorados y conocidos integrantes del grupo: J’Onn J’Onzz, el Detective Marciano, que se nos presenta como una suerte de amable inmigrante interplanetario dotado de poderes al ser el último integrante de su raza que fue atraído aquí por un científico que falleció al poco tiempo a causa de un ataque al corazón. Pese a ser aún visto con desconfianza por el resto de la humanidad, él se esfuerza por proteger a los seres de su mundo adoptivo .Él se encarga de presentar someramente a todos los miembros de la Liga de la Justicia -los clásicos correspondientes a la edad de plata-, incluido él mismo con un eficaz resumen en el que tanto imagen como texto se funden para, en sólo dos páginas por héroe, dar una semblanza eficaz de la historia de cada uno de ellos.
Pero sus pensamientos se ven interrumpidos por un mensaje de Wonder Woman, en el que se le indica que la Liga lo necesita. Mal asunto, puesto que cuando la Liga se reúne suele significar que algún tipo de cataclismo amenaza a la humanidad. En principio parece tratarse de la investigación de cientos de muertes que están sucediendo misteriosamente en África, así que el bueno del Detective Marciano se une a Wonder Woman para reunir al resto del equipo. Y es en este preciso momento en el que Dini, con un absoluto dominio de su oficio, toma un montón de personajes individuales, los reúne y demuestra lo que el mejor equipo de superhéroes del mundo es capaz de hacer. Se podría pensar que cualquier grupo que reúna a Superman y Batman no necesitaría a nadie más, al reunirse el mayor poder y el mayor cerebro del mundo, pero no: nos demostrará que tanto Hal Jordan (Linterna Verde), como Barry Allen (Flash), y todos los demás (Aquaman incluido) son necesarios en todo momento. No nos dejaremos a Ray Palmer como Átomo, que tiene un papel primordial en esta trama.
La Liga comienza desplegando a tres de sus miembros: Flash, Linterna Verde y Marciano en África, para que observen e investiguen en el terreno las muertes. Cuando llegan allí se encuentran con que las víctimas están en un estado similar a la muerte, pero vivas y completamente conscientes. Se sospecha de la existencia de una plaga desconocida cuya fuente, en principio, resulta una incógnita.
En cuanto este acontecimiento se hace público, los gobiernos reaccionan con pánico, intentando arrasar la “zona cero” de la plaga para evitar su expansión. El Detective Marciano actúa con celeridad evitando el arrasamiento incendiario de la zona, pero se ve superado por el poder de las armas modernas hasta que resulta rescatado por Supermán en persona. El superequipo, lleno de científicos, comienzan a moverse para llevar una muestra de este desconocido patógeno al laboratorio que Batman ya tiene listo. Pero resulta bastante virulento, ya que pronto tanto Flash como Aquaman se infectan. Tras un altercado con un submarino ruso, Batman toma el mando de respuesta táctica y le asigna a Átomo la difícil tarea de reducir su tamaño a nivel molecular y observar dentro del cuerpo de Flash cómo actúa la enfermedad. Todo está preparado para enfrentarse a esta curiosa enfermedad, pero no será tan fácil.
¿Y por qué? Porque al esfuerzo de intentar encontrar un anticuerpo apropiado contra reloj, la humanidad reacciona con pánico ante esta microscópica amenaza. La gente se siente amenazada y aterrorizada ante la aparente falta de avances, así que comienzan a surgir disturbios civiles por todo el mundo. Así que, para proteger a la humanidad de sí misma, la Liga moviliza a otros grandes integrantes… Y es el momento de gozar como perracas viendo cómo Ross se recrea representando a otros grandes personajes de la Edad de Plata del cómic americano:
Flecha Verde y Canario Negro derribando a unos guerrilleros armados que mantienen a unos rehenes en un bar de carretera, a Plastic Man, Zatanna y el Capitán Marvel controlando a la muchedumbre de un multitudinario disturbio mientras que Metamorfo, Tornado Rojo y el Hombre Elástico hacen lo mismo en otro lugar, a Hawkman y Hawkgirl ejerciendo de centinelas y apoyo aéreo para prevenir pequeños disturbios… Todos los grandes héroes en pequeños destellos importantes en una sucesión que llega a parecer un museo de superhéroes, desplegados con genialidad táctica para evitar hasta la más pequeña tragedia. Obviamente, no faltan en el conjunto Shazam, Wonder Woman y el mismo Superman, por supuesto.
Os dejo ahora a vosotros, queridos lectores, el averiguar cómo transcurre la trama, de dónde viene este virus y cómo consiguen vencerlo y mediante qué combinación. Pero ya os aseguro que no podréis levantar los ojos del papel. ¡Y atentos a los guiones! Hay pequeños discursos absolutamente memorables. ¡Adelante!
Pero queda un cabo suelto: visto lo visto, la humanidad comienza a distanciarse del grupo de superhéroes, ya que perciben que están usando sus poderes tratando a los ciudadanos como delincuentes… Así que la Liga se ve obligada a tender de nuevo un puente hacia la humanidad. La Liga casi al completo se planta en la ONU para reducir ese distanciamiento entre los superhéroes y la opinión pública. El auditorio escucha con atención porque es Superman el que se dirige a ellos, pero… habrá una sorpresa impactante que, con un discurso elocuente y sincero, demostrará que a lo mejor el hijo de Krypton no es el mejor diplomático del grupo. Solo os anticiparé que, mientras el discurso tiene lugar, Bruce Wayne y Clark Kent observan su desarrollo con orgullo entre la multitud.
Resulta conmovedor el notar cómo estos seres metahumanos establecen sus vínculos con la humanidad a la que protegen. Ellos sienten la fragilidad de nuestra especie y reafirman su compromiso con la protección de todos nosotros. JLA: Libertad y Justicia será, probablemente, el más precioso cómic protagonizado por los más poderosos superhéroes del mundo que hayas leído nunca, superando incluso al “JLA: Una liga de uno” de Chris Möller.
Además, tanto Ross como Dini han conseguido lo más difícil: transformar una serie de presentaciones de los personajes principales que componen la Liga de la Justicia en un verdadero cómic en un espacio muy limitado. Y han creado una obra de arte. Con respecto a Alex Ross, presta una atención inusitada al detalle: observad cómo Batman es ambidiestro, o el añadido de una taza de café con el nombre “Bruce” en ella al lado de su ordenador; o los poderes de Linterna verde, que no se limitan a crear ‘manos verdes’ o proyecciones de ectoplasma esmeralda, sino que vemos cómo ese plasma arde en profundidad. No hay líneas negras que enfaticen el artificio. Además, no es un personaje plano: su interacción con Flash muestra su peculiar sentido del humor. ¡Ese es Hal Jordan! En fin. Os invito a perdeos en los detalles de las pequeñas obras de arte secuenciadas que Alex Ross nos obsequia: Aquaman acunando a su hijo mientras se dedica a Mera, Flecha Verde con sus flechas trucadas…
Con respecto a Dini, consigue sintetizar una historia magistral en las 128 páginas del volumen sin olvidarse de nadie y consiguiendo que no decaiga el interés.
Maneja a los personajes con mucha madurez, actuando de la mejor manera para salvar al mundo de nuevo.
Además, viene con unas cuantas páginas de extras con estudios de personaje, bocetos de portadas y algo de la historia de esta sobresaliente aventura.
Libertad y Justicia presenta a la Liga en toda su gloria. Merece la pena sólo por la acción trepidante que promete, el innegable trabajo artístico presente. Tiene mi más alta recomendación como regalo de Reyes, queridos lectores. ¡A por él!
