Todos tenemos un videojuego especial al que volvemos de vez en cuando por muchos motivos. A veces solo queremos repetir una experiencia pasada que en su momento nos marcó, otras necesitamos distraernos de la realidad y otras solo deseamos un refugio virtual donde sumergirnos de pleno. Normalmente ese juego especial nos aporta una experiencia muy concreta, sabemos de memoria lo que va a pasar o qué esperar de él. Existen pocas entregas donde toda partida pueda ser diferente, donde tú tengas el control de casi todo lo que pueda ocurrir.
El nacimiento de un nuevo género, el debut de Los Sims
Hay pocos videojuegos como Los Sims que otorgan al jugador casi la totalidad de su aspecto creativo y jugable, pocos donde podamos crear un personaje de forma específica y elegir su personalidad, su hogar, sus objetivos vitales y su propio destino. Han pasado ya 23 años desde que a un pobre Will Wright, padre de la saga, se le quemara su casa y se le ocurriera crear un juego de simulación de vida que aún permanece en activo, y que tantas horas de entretenimiento sigue generando a miles de jugadores en todo el mundo. Resulta curioso como una tragedia trajera consigo la creación de una idea tan novedosa y que ofrece infinitas posibilidades y al mismo tiempo ninguna, porque hasta que no jugamos, no se produce la creación, la vida.
Como muchos otros jugadores, la primera entrega de esta saga llegó a mis manos de forma inesperada y en ese momento, no podía imaginar que seguiría tan presente en mi vida como ahora. Realmente lo que ha propuesto la saga desde su debut un 4 de febrero del año 2000, no ha cambiado en todo este tiempo y a pesar de eso, muchos seguimos iniciando partida tras tres generaciones diferentes de la saga base. No puedo evitar preguntarme ¿qué tiene esta franquicia que mantiene a tantos jugadores ahí año tras año apostando por nuevo contenido?, ¿qué lo hace tan especial?, ¿cuál es la fórmula de su éxito?
Crea una familia, construye su hogar y moldea su destino
La premisa de la saga se ha mantenido fija desde la primera entrega hasta esta cuarta generación, aún en activo. Crea tu Sim, construye su personalidad, ayúdale a instalarse en un hogar y decide su camino. En su momento, el concepto fue toda una revolución y es que pasamos de gestionar ciudades con Simcity a algo más concreto, vivir la vida de todos esos pequeños monigotes que veíamos en esos juegos, disfrutando o sufriendo la ciudad que habíamos construido para ellos.
Jugar a Los Sims es literalmente, meterse en un juego de rol de la vida diaria y aunque empezó con unos Sims muy sencillos, no eran para nada unos personajes planos sin personalidad. De hecho, el tráiler oficial dejaba muy claro que las situaciones inesperadas, extrañas y divertidas serían el día a día de nuestras partidas en Los Sims. ¿Una asistenta del hogar cadáver?, ¿por qué no? ¿Marilyn Monroe por Ciudad Estudio? pues claro no hay estrella con más glamour ¿Dragones? Dicen que se acerca el invierno así que no veo por qué iba a desentonar aquí.
Que dé comienzo la creación de la vida
Tenemos que resaltar como uno de los pilares que hizo brillar y sigue haciendo brillar la saga, la libertad total de decisión de nuestros personajes. Con el lanzamiento de las siguientes entregas la creación de estos se fue volviendo más compleja y Los Sims 4 son un escalón muy completo en cuanto a creación del Sim. Se nota mucho la evolución porque los primeros Sims eran una simple carcasa con unas pocas opciones básicas estéticas y cuya personalidad, estaba definida por su signo zodiacal. En aquella época no necesitábamos más y ser de un signo u otro definía si nuestro personaje era más pulcro, más sociable o más activo. Afortunadamente esto ha cambiado y podemos crear personalidades mucho más complejas, pero eso no quita para que estos primeros Sims que estaban dando sus primeros pasitos, no tuvieran su propio carácter y una forma de ser única.
Si hablamos de personalización podemos apreciar lo mucho que han crecido en este sentido estos personajes. Cada entrega ha ido un paso más allá pero la cuarta nos ha dejado un gran abanico de opciones para crear Sims con más personalidad, aún a riesgo de restarnos años de vida escogiendo todos los elementos que harán único a nuestro protagonista. Manolo de pelo en pecho, amante de la música disco, ratero de profesión y que respeta la siesta por encima de todas las cosas, poco tiene que ver con María que ama hacer yoga, desconecta fabricando velas y que asegura que la meditación la hace levitar como a Santa Teresa.
Si puedes imaginarlo, puedes construirlo o intentarlo
Otro de los elementos por los que destacó y sigue resaltando es por su otra parte del gameplay centrada en la construcción. Una vez creada tu familia ibas a tener que ofrecerles un hogar y tocaba enfrentarse a uno de los jefes más terroríficos del juego: el modo construir. Revisitando la primera entrega se puede apreciar lo mucho que hemos evolucionado y es que hasta la cuarta entrega hay un mundo de diferencia. Si quieres ejercitar tu paciencia, te podemos recomendar muchas cosas pero nunca el modo crear de la primera entrega, pocos han ganado esa batalla.
Actualmente lo tenemos mucho más sencillo en Los Sims 4, incluso podemos descargar solares desde la Galería y modificar si queremos o entrar a vivir directamente. En aquella época el juego no tenía esas opciones así que todos trasteamos y peleamos con su arcaico sistema de construcción como podíamos. Se dice que a los estudiantes de arquitectura les ponen la primera entrega base como asignatura obligatoria, si consiguen sin trucos crear algo decente y que le guste a los Sims, aprueban.
El pasado siempre presente en la generación actual
Es curioso ver cómo ha avanzado la cosa pero sigue siendo de alguna forma lo mismo, pues desde la inclusión de los gustos y tirrias ver a nuestro Sim aprobar nuestros esfuerzos decorativos como en la primera entrega, nos transporta a esa época donde nuestro personaje se podía pasar horas aplaudiendo o criticando ese poto que todos hemos comprado y puesto en muchas de nuestras casas del juego.
Ojalá ser tan felices con tan poco, a mí nunca me ha emocionado tanto comprar una planta, tal vez porque las compro siempre de plástico pero quizá, lo que la desarrolladora ha querido decirnos todo este tiempo es que debemos valorar las pequeñas cosas… aunque no creo porque he visto a mis Sims aplaudir también la nueva televisión de plasma así que la conclusión es que, sea el universo que sea, parece que todos acabamos rendidos ante el materialismo.
¿Vida de ensueño o pequeño caos?
Sin duda, el pilar principal por el que muchos seguimos iniciando partida es por el apartado vivir de esta saga. Una vez con la casa más o menos lista toca hacer dinero, las facturas no se van a pagar solas, salvo que uses cierto truco que muchos hemos memorizado a costa de olvidar cosas menos relevantes, como los elementos químicos.
El modo vivir, sobre todo en sus inicios, pintaba sencillo pero no lo era tanto pues estos primeros personajes tenían su carácter y cubrir sus necesidades era muy importante si queríamos que prosperaran. Además, era necesario tener en cuenta su personalidad, determinada por ese sistema tan científicamente probado como es el horóscopo y un Sim poco activo podía sin exagerar, tardar casi una hora en levantarse de la cama e ir a trabajar. Un detalle que debíamos tener en cuenta si queríamos que llegase a tiempo a todo y no supusiera un trauma para él, aunque como culparle, madrugar es duro en cualquier realidad.
Como decía el Joker: «Vivimos en una sociedad»
Las relaciones en esta primera entrega tampoco eran sencillas, podías querer emparejar a tu Sim con otro pero si estos no querían ya podías rendirte. Regalar un anillo de diamantes en esa primera cita no te garantizaba nada, lo que deja muy claro que hasta aquí el amor se gana con gestos y no con regalos. Esta parte fue mejorada y bastante facilitada con las siguientes entregas, de hecho en los Sims 4 puedes en un solo día enamorarte, casarte, tener un bebé y divorciarte, una situación quizá posible en Las Vegas pero no en la vida real de la mayoría de la gente.
En Los Sims tocaba currarse las relaciones y no siempre querer es poder así que aunque lo hacía más complejo, también le aportaba un reto interesante. Hacer amistades era imprescindible y no es broma. Si querías ascender no solo te pedían subir ciertas habilidades, sino tener cierto número de amigos, así que podríamos decir que ser antisocial era incompatible con el trabajo en este juego. Un elemento que ya no cobra tanta importancia como ayudarle a ser efectivo en el trabajo y tener las habilidades necesarias para avanzar profesionalmente. Imagínate querer ser tanatopractor y que te pidan tres puntos de lógica, cuatro amigos y ocho puntos de creatividad; eso sí es estrés y lo demás tontería.
Un juego con muchas opciones y resultados inesperados
Sin duda, jugar a la vida ofrece muchísimas posibilidades. Entrega tras entrega esto se ha ido puliendo y es por eso que engancha tanto el juego, pues puedes recrear mil situaciones diferentes. Además, gracias a las expansiones, se incrementaron las opciones que podías tomar como irte de vacaciones, comprar una llama o visitar el espacio.
De todos modos, aunque tú controlas casi todo, lo inesperado es parte del juego y eso le otorga un punto muy interesante. Manolo quería tener un buen día pero se levantó tarde, sin querer comió unos brownies en mal estado y una mala decisión hizo que lo echaran del trabajo. Situaciones así pequeñas podían cambiarlo todo de un momento a otro y eso es algo que no muchos juegos pueden ofrecer. Como decía el Joker: “Vivimos en una sociedad”, vale, virtual y más parecida a un culebrón turco que otra cosa pero es nuestro culebrón y estamos enganchados a él.
Entrega comprometida con la comunidad LGTBIQ+
Pocos juegos conozco que sean tan inclusivos y respetuosos con la comunidad LGTBIQ+ como Los Sims y eso es algo que lo hace muy especial. Ya desde su primera entrega podías tener una relación romántica con Sims del mismo género e incluso adoptar un bebé sin que ese hecho fuera cancelado en redes sociales como vemos casi a diario en la actualidad. Nadie se cuestionaba nada y se agradece ver representación de forma así de natural, porque no se elige a quién amar y por ello este tema nunca debería cuestionarse ni ser debatible.
Con las siguientes entregas la cosa se fue mejorando y ya podías escoger incluso que tipo de Sim le gustaba a tu personaje. Los Sims 4 son la cúspide, agregando incluso la opción de hacer Sims transexuales e incluso su forma de definirse ante los demás de una forma natural. Otras compañías habrían hecho todo un circo publicitario mostrando lo mucho que apoyan a la comunidad pero EA y Maxis aunque cada vez le dan más visibilidad en sus tráilers, siempre ha sido muy inclusivo.
Representación de cada vez para más personas
Aunque se me hace raro recalcar algo que siempre he visto bastante natural, debemos darle ese mérito a la compañía. No puedes crear un simulador de vida excluyendo a los demás y en cuanto a integridad, con el tiempo el juego ha ido ampliando las opciones pudiendo crear Sims de cualquier etnia, y celebrándolo además agregando ropa tradicional e incluso añadiendo comida típica de su país. Es genial que nuestro Sim pueda comer sushi, tacos y ceviche entre otras muchas opciones pero, solo de imaginarlo comiendo jamón serrano, tortilla de patatas o un buen cocido a mí se me caen las lágrimas. Tal vez en un futuro lo veamos, pero una cosa está clara, EA no prives a nuestros Sims de disfrutar de nuestra gran dieta mediterránea.
Siguiendo con la representación, la creación de estos personajes ha tenido un crecimiento exponencial. De pasar a tres tipos de cuerpos en Los Sims a todo tipo de cuerpo en Los Sims 4 hay un salto. Además, que la integración de marcas en la piel como cicatrices, estrías o añadidos como los audífonos, hace que el juego permita representar cada vez más la realidad de muchas más personas que desean verse tal cual en el juego. Aunque son solo estéticas, el hecho de que lo tengan en cuenta es de agradecer.
Juego en activo y comunidad apasionada
Uno de los principales motivos por los que el juego está tan vivo es por su comunidad. Sí, la desarrolladora lanza contenido asiduamente pero la comunidad es la que lo mantiene realmente en alza, ya sea subiendo sus construcciones y familias a la Galería como creando mods o compartiendo contenido en redes sociales.
El juego acoge a todo tipo de jugador, no necesitas dominar la construcción ni siquiera crearte a los personajes para empezar una partida. La Galería y muchos creadores te ofrecen todo y totalmente gratis, algo que puede potenciar tus partidas sin tener que hacer ningún esfuerzo. ¿Quieres jugar con los Sims de Eminem, George Clooney y Mónica Naranjo en una granja de llamas? Puedes ¿Quieres recrear las aventuras de las sirenas de H2O en tu partida? Un par de descargas y listo.
La creatividad en esta entrega no tiene límites y la calidad de muchos creadores es increíble, basta con pasearse por la red para ver grandes maravillas. Avisamos que si eres un constructor mediocre como yo, esto puede bajarte la autoestima de forma exponencial pero oye que puedes tener el Taj Mahal, la Catedral de Notre Dame e incluso la mismísima Hogwarts en tu partida ¿Qué más puedes pedir? Tal vez que tu Sim que se haya casado fácilmente con Hugh Grant y que vive en la Mansión de Barbie suene un poco fantasioso, pero cada uno juega como quiere y gracias a una comunidad tan activa, las opciones son casi infinitas.
Contenidos a raudales, una la navaja de doble filo
Además de su comunidad activa, el juego sigue tan activo porque ofrece contenido constante, convirtiéndose en una navaja de doble filo que con el tiempo ha afectado a la saga. Es genial tener contenido cada poco tiempo, pero hemos llegado a un punto alarmante donde tener el juego con todo el contenido de pago alcanza las tres cifras. Aunque esto es una decisión del jugador al final y no es necesario pagar por todo, muchos nos dejamos seducir por esto y hemos fomentado esta práctica.
Yo que llevo jugando a la saga desde la primera entrega, he visto cómo con cada una se ha ido fragmentando más y más el contenido. Hemos pasado de tener packs completos a sumarle packs de contenido, de accesorios y ahora los Kits. Un añadido que no siempre es original y que muchas veces se siente un recorte o complemento de otros packs ya lanzados. Entiendo que es una empresa y no vive del aire, pero me da pena ver lo que era y en lo que se ha quedado y ser jugador activo de Los Sims no sale nada barato a la larga.
Además, no me gusta el cómo se ha vuelto el consumo de videojuegos. Podemos ver como la vida de muchos tienen fecha de caducidad y en Los Sims ocurre lo mismo, se da mucho bombo al nuevo contenido pero en cuanto anuncian algo nuevo lo otro queda en el olvido. Esperemos que con la quinta entrega EA tome conciencia y mejore este aspecto porque a la larga perjudica su marca y pierde más el apoyo de su gran comunidad.
Los fallos y la comedia involuntaria
Por otro lado, está el tema de los bugs y de ellos podemos hacer colección. Teniendo en cuenta que se trata de una compañía tan grande y con tantos recursos, que el juego tenga tantos fallos, algunos afectando mucho a su jugabilidad es un tema irritante. Aunque ninguna entrega ha estado libre de este apartado y se intentan corregir con actualizaciones, ver a nuestro Sim meterse en la bañera para tomarse un vaso de agua deja de ser divertido a la quinta vez que lo hace. Al final el juego ofrece una comedia involuntaria que ha protagonizado para muchísimos jugadores momentos tan únicos como desesperantes.
Además que la IA muchas veces deja bastante que desear y provoca situaciones de lo más absurdas. Aún recuerdo esa clase de yoga en el gimnasio donde muchos Sims murieron tras acabar la sesión porque estaba nevando y ninguno pensó que podía morir de hipotermia, a eso se le llama pasión por el ejercicio. La Parca tuvo ese día mucho trabajo y yo me gané un buen trauma.
Nuestro pequeño pero inmenso refugio virtual
Haciendo una valoración general, a pesar de sus cosas negativas, lo bueno prevalece y por eso a día de hoy yo como tantos otros jugadores seguimos jugando activamente a Los Sims. Ya sea esta u otra saga, los videojuegos son un refugio virtual para muchas personas y todos tenemos muchos rincones virtuales donde escaparnos para desconectar un rato.
Los Sims son una zona de confort para miles de jugadores en todo el mundo, un juego que ofrece diferentes formas de jugar, mucho contenido y una comunidad super apasionada. Sin duda, no es una saga perfecta y con el tiempo algunos apartados se han desdibujado un poco pero, es innegable el gran impacto que ha generado en la industria del videojuego, siendo todo un referente en cuanto a entregas de simulación de vida.
Esta saga ofrece un micromundo apasionante lleno de posibilidades en el que muchos como yo, seguiremos inmersos y es que para cada uno este juego es especial por diferentes motivos. Sin duda la saga es atrapante y estoy segura que muchos de nosotros seguiremos otros 23 años hablando de ella con la misma pasión que desde que debutó y es que jugar a la vida, nunca ofreció tantas posibilidades.
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