Todos conocemos cómo se las gastan los roguelikes de hoy en día, corre mucho entre un bullet hell y disponte a estar la mayor parte del tiempo al borde de la muerte entre enemigos con pinta de malote. En algún momento esto tenía que cambiar, y SpaceCan lo ha hecho posible.

A pesar de ser una apuesta indie bastante humilde debido a su presupuesto, el equipo chino de SpaceCan ha creado una apuesta visual interesante esquivando ese mundo de dureza tan típico en los rogues de ahora, capturando al fan con su breve argumento: las frutas controlan el planeta y no solo lo dominan, sino que quieren exterminar a la raza humana. Fruta, sí fruta; fruta adorable, pero mortífera.

En el entorno jugable nos encontramos con un control típico de ratón y teclado o doble stick con acción bastante regular, pues aunque encontramos momentos dónde es un poco frenético, siempre podemos buscarnos la manera de refugiarnos un poco o ir separando los grupos enemigos, y eso es un buen punto a su favor. En total hay cuatro personajes con armas diferentes, todos ellos contarán con una principal y una secundaria que puedes ir alternando según tengas munición o no. Los personajes tienen diferentes características, y además un ataque especial recargable único para cada uno de ellos.

En cuanto a jugabilidad podemos completar el juego en solitario o en modo Duo, pudiendo elegir entre varios niveles de dificultad. Es cierto que las fases se van poniendo más duras a cada una que avanzamos, pero no es exageradamente exigente, además de ser visualmente atractivo tanto en diseño de personajes como en gráficos y entorno, los enemigos son bastante bonachones pero si te aciertan puedes estar seguro de que hacen el daño que esperarías que te hiciera cualquier enemigo de rogues. Podremos elegir bastantes armas por el camino, algunas con más daño o munición y otras con mejor alcance, que seguro iremos cambiando para probarlas todas.

La muerte es permanente, como en la mayoría de estos juegos. Nuestro progreso desaparecerá y volveremos a empezar desde el principio sin ningún tipo de avances más que nuestra experiencia entre las pantallas y el conocimiento de los enemigos de cada una de las salas. La duración media es bastante buena, personalmente tardé unos 15-20 minutos en completar cada fase, tiempo bastante más que decente si contamos con los niveles de dificultad y los personajes disponibles. Por el camino encontraremos recompensas, como por ejemplo monedas para las tiendas, munición y recuperación de vida que suelen dejar los enemigos caídos además de encontrarlos en cofres.

Los jefes de cada fase son los siguientes: el primero es un Melón, un Cactus, un Pastel y finalmente un Arándano. Si bien es cierto que su patrón de movimientos es un poco escaso y una vez los reconozcas será cuestión de minutos darles caña, su acción es bastante más frenética en comparación con las fases y cualquier descuido puede hacerte perder un buen trozo de vida o toda. Es cierto que el final es un poco soso pero también es verdad que muchas veces lo que importa es el camino, más tratándose de un esfuerzo indie de estas características (tampoco esperaba una historia súper profunda, sinceramente).

Mi conclusión final es que este juego lo hubiera petado bastante sobre todo hace un par de años cuando no había tanta oferta rogue, pero aún así no me parece una mala aportación al género (para nada) haciéndolo bastante accesible para la gente que no está tan acostumbrada a este estilo, pudiendo llegar a entrar por los ojos gracias a esa calidad gráfica y simpleza a la hora de la jugabilidad con una dificultad bastante adaptada. Los personajes no nos darán demasiada opción de rejugabilidad, pero tampoco son copias exactas, las armas son funcionales y efectivas cada una a su manera, los mapas están repletos de detalles artísticos interesantes y la acción es justa en su medida.

Si estás buscando un rogue de los que te hacen enfadarte y querer tirar el mando, este no es uno de esos. La progresión es bastante buena y el diseño es lo que marca la diferencia en este título, que pronto verá su aparición en Switch y que espero que implemente más adelante multijugador en línea.

Gild
Mi primera Atari daba calambres cuando intentabas cambiar el juego; así es como juegas mejor. Devoro libros en transportes públicos o en mi cama de noche, y siempre estoy escuchando música.

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