Jumanji: Aventuras Salvajes es el nuevo juego de la franquicia renacida tras la película original fechada en 1995. Tras la renovación con Bienvenidos a la Jungla en 2017, hemos visto varias entregas centradas en la base que sentó esta película y su nuevo universo. Tras seis años desde este nuevo punto de partida nos llega este nuevo videojuego, ofreciendo una frescura interesante.
Contamos con los mismos personajes
Después de la buena acogida cinematográfica, es normal que se apueste por otra entrega en el mundo de los videojuegos. Los personajes dentro del juego vuelven a ser los mismos que vemos en la película: Dwayne Johnson, Jack Black, Kevin Hart, y Karen Gillan. Es verdad que en esta ocasión el género cambia completamente, y es que Jumanji: Aventuras Salvajes apuesta por un juego de aventuras y plataformas con una vista aérea que nos permite controlar nuestro perímetro.
Si recordamos la entrega anterior estaba centrada en ofrecer un juego en tercera persona con una cámara bastante cercana a nuestro personaje. Más enfocado en los disparos y al exterminio de oleadas de enemigos, pasaba bastante más por un juego de disparos genérico que distaba de lo visto en el cine.
Fomentando el cooperativo local
Uno de los aspectos que fomenta Jumanji: Aventuras Salvajes es el cooperativo de manera local. Uno de los juegos que nos viene a la mente que más han fomentado esta vertiente es Marvel Ultimate Alliance, y tristemente es algo que se está perdiendo. Tenemos otras opciones cooperativas interesantes como It Takes Two o Brothers: A Tale of Two Sons, pero se engloban en otro género totalmente diferente (cómo te extraño, ilomilo).
En esta ocasión, la piedra de Jumanji ha sido robada de su lugar de reposo, así que nuestra finalidad será recuperarla. Los encargados de robarla variarán según nuestras elecciones a la hora de jugar, siendo siempre el último grupo con el que nos enfrentemos: mercenarios, piratas o salvajes. Gracias a esta elección contamos con el factor rejugabilidad, aunque solo sea por ver los diferentes jefes finales.
Una variedad de niveles entretenida
Jumanji: Aventuras Salvajes nos ofrece una variedad de niveles por los que pasearnos bastante curiosa. Con más de 30 niveles por delante, cambiaremos de biomas y emplazamientos, ofreciendo un toque diferente a nuestra aventura. Obviamente visitaremos ruinas, pero también zonas nevadas, emplazamientos con lava totalmente opuestos, e incluso haremos rafting, conformando así una variedad más que generosa.
En un juego de estas características es muy importante la exploración, y es que los escenarios esconden cosas interesantes en sus recovecos más insospechados. Podremos desbloquear ciertos aspectos como armas que nos ayudarán en nuestro viaje, así como meramente visuales como diferentes atuendos o mascotas. Esto es desbloqueable tanto en la tienda de Nigel como consiguiendo puntuaciones específicas en cada uno de los niveles.
Una dificultad no apta para los más duchos
Debemos tener en cuenta el público objetivo de Jumanji: Aventuras Salvajes, y es que no se trata de un juego que vaya a suponer un desafío para aquellos expertos en el género. Las plataformas no suelen dar demasiados problemas, por lo que no tendremos que preocuparnos por saltos milimétricos o sendas escabrosas. El combate tampoco es algo que comprenda una dificultad excesiva, aunque los jefes se pueden tornar algo repetitivos debido a su lentitud.
Además de esto, en Jumanji: Aventuras Salvajes contamos con puntos de control cada poco tiempo, así que si caemos en combate no perderemos mucho progreso. No es para nada un juego largo, pero sí que juega con la rejugabilidad para enfrentarnos a los tres grupos de posibles ladrones de la piedra Jumanji.
Un excelente tratamiento de doblaje
Afortunadamente, Jumanji: Aventuras Salvajes tiene las mismas voces de doblaje en castellano que pudimos escuchar en la película. Sin embargo, en la versión original en inglés es algo que no es así, desconozco los motivos. Volviendo a la versión en castellano, esto es algo que valoro mucho, ya que disfrutar de una experiencia cinematográfica con voces totalmente distintas es algo que jamás entenderé. En cuanto al doblaje y a su traducción, el trabajo realizado es bastante bueno y no tiene nada reprochable con respecto a su integridad.
Puedes disfrutarlo solo, pero es más aburrido
Uno de los aspectos más atrayentes de Jumanji: Aventuras Salvajes es el de su vertiente cooperativa. Ya hemos recalcado que no estamos ante un videojuego difícil, pero sí que es verdad que puede hacerse menos ameno al jugarlo en solitario. Sea como sea, nuestro objetivo es repetir los niveles para conseguir las tres estrellas para cada uno de ellos. Los personajes están bastante conseguidos y podemos echarnos unas risas con algunos de sus comentarios, muy fieles al personaje elegido.
Gráficamente el juego cumple bien, tanto en entorno como en el diseño de los personajes. Los enemigos están bien detallados, así como nuestros personajes, fieles recreaciones de lo visto en la gran pantalla. El movimiento también es bueno, sintiéndose firme y fluido, sin nada demasiado fuera de lugar. Quizás lo que más chirría dentro de los movimientos puede ser el manejo del coche, que a veces se atasca y se conduce de una manera algo ortopédica.
Algunos fallos típicos de rendimiento
Aunque el juego es totalmente disfrutable y no hemos tenido ningún fallo catastrófico, sí que es verdad que puntualmente hemos tenido una experiencia negativa. Como mencionamos anteriormente, el manejo del coche se siente un poco descuidado, pero para nada nos imposibilita manejarlo.
Durante los encuentros contra enemigos nos hemos quedado congelados, a la espera de que un enemigo nos atacara para reiniciar nuestro manejo sobre él. También algún bajón de fotogramas puntual, pero volvemos a incidir en que no es algo que rompa el juego, simplemente agria un poco la experiencia.
Conclusión
Jumanji: Aventuras Salvajes es una nueva entrega de la renovada saga Jumanji, y supone un salto importante respecto a su predecesor. Un género mucho más acertado, amable con el jugador y, en definitiva, jugable. Hay que recordar que estamos jugando a un videojuego para una audiencia joven, por ello no supone un desafío importante en cuanto a su dificultad. Una vertiente cooperativa ameniza el recorrido, con una importante rejugabilidad ya sea para desbloquear todos sus aspectos como para descubrir todos los finales.
