No es la primera vez que un proyecto de Kickstarter es el precursor de joyas en muchos ámbitos, juegos de mesa, grupos musicales, fanfilms, o en este caso, videojuegos. Y es que WarHorse Studios, una pequeña y recién creada desarrolladora ha dado a luz a su primogénito gracias a la financiación de sus seguidores, Kingdom Come Deliverance.
Este título nos sitúa en el Reino de Bohemia, año 1403, en el que llega a su fin el próspero reinado de Carlos IV y el comienzo de una guerra civil entre el descendiente directo Wenceslao V y su medio hermano Sigismundo, el Zorro Rojo, que buscará usurpar el trono.
En esta tesitura los jugadores tomarán papel en la historia como Henry, el hijo del herrero que vive una pacífica y tranquila vida en su aldea, pero que se verá atacada por Sigismundo en pos de eliminar apoyos de Wenceslao V. Es aquí donde comenzará el duro camino hacia la venganza de sus seres queridos.
En primer lugar, destacar que el nivel argumental es impresionante, la calidad narrativa que posee la historia tanto principal, con una duración de 50 horas aproximadas, como secundaria, de la que aportarán otras 40 horas extra, para hacernos sentir todo tipo de sensaciones y emociones, aunque la mayoría irán encaminadas a lo dramático y lo oscuro.
Pero no solo es la calidad, sino la profundidad de los motivos que dan carácter a nuestro personaje y su historia, allá donde vayamos se nos recordará que somos un plebeyo sin dinero, reputación ni honra, es más, ni tan siquiera podremos acceder a ciertas misiones secundarias si no somos lo suficientemente reconocidos en la alta sociedad o lo suficientemente perversos para encargarnos misiones de asesinato o robo. Tendremos que acostumbrarnos a que no le importamos a nadie, es más, si pueden te timarán o te matarán para robarte lo poco que tengas.
Así, durante el desarrollo del personaje, habrá un primer momento en el que elegiremos algunas cualidades principales entre las que estarán disponibles: Fuerza, que nos permitirá asestar golpes con más puntos de daño y cargar mayor peso en nuestro inventario; Agilidad, que nos proporcionará mayor velocidad y sigilo; Carisma, que hará sencillos algunos pasos intermedios en las misiones a través de la mentira y la persuasión además del ahorro de dinero en regateos; y la Vitalidad, que no es otra cosa que nuestros puntos de vida.
Pero como se trata de una simulación, el sistema de mejora, tanto de armas o habilidades, sencillamente conforma las bases de un RPG y la complicación que conlleva tratar de hacer un juego realista e inmersivo.
Así es como quienes hayan jugado a DayZ verán algunos conceptos que le han sentado muy bien a este título a la hora de hacernos conscientes de que el dinero, a diferencia de otros títulos, no será para comprarnos poderosas armas o enormes armaduras, tendremos que comer, protegernos del frío y la lluvia, y si nos lo podemos permitir, dormir de vez en cuando en una cama cómoda.
Si no evitamos estos problemas nuestro personaje cada vez dispondrá de menos fuerza, resistencia, vitalidad o incluso tendremos menos opciones de conversación, porque estaremos exhaustos. WarHorse Studios nos lleva de lleno a una simulación de la vida medieval, y la vida es dura, así que tendremos que tener estos aspectos en cuenta a la hora de cómo gestionar nuestro dinero… o el de los más despistados de la aldea de turno.
Entonces, llegados a este punto se nos abre la opción de ir trabajando una buena reputación para ser un gran noble o ser el tipo que siempre lleva capucha aunque no llueve y que se mueve entre las sombras de los callejones. En caso de aburrirte de ser un ricachón siempre puedes cargarte a un par de nobles y huir para empezar una vida ligeramente menos legal.
Hay que tener en cuenta que incluso si tenemos una buena reputación, si no vamos vestidos adecuadamente seguirán repudiándonos y evitando tener contacto con alguien inferior, pero para más inri, si vamos bien vestidos, pero estamos sucios o ensangrentados por haber tenido un desafortunado encuentro, tampoco querrán cuentas con nosotros. Habrá que estar hecho un pincel para que esos estirados de la alta sociedad se dignen a darnos la palabra.
Pero cuidado, si optamos por el camino de los peligros y emociones fuertes nuestra reputación en las ciudades y aldeas será cada vez peor, concluyendo en que los ciudadanos huyan de nosotros al vernos y llamen a los guardas e incluso que cierren a cal y canto las puertas y no podamos volver a entrar salvo que encontremos una forma alternativa.
Además, según el estilo de vida que sigamos habrá unas consecuencias u otras, si bebemos demasiado alcohol llegaremos a ser alcohólicos y tendremos una sensación de aturdimiento bastante desagradable, por lo que tendremos que recurrir a dejarlo progresivamente, ¡qué clase de vida nos espera sin el hidromiel!
A su vez, si nos hieren, dependiendo de la gravedad de la herida y nuestra habilidad de sanación y curetajes, podremos solucionarlo nosotros o habrá que ir a un curandero que nos atienda por un mód… elevadísimo precio, la sanidad pública no era una de las características más célebres en la Edad Media.
También tendremos problemas con el envenenamiento si no tenemos cuidado con la ingesta de alimentos si nos pasamos comiendo, o si alguien nos hecha un «condimento especial» más nos vale tener un antídoto a mano si queremos seguir respirando.
Pero esto también podrá formar parte de nuestro elenco de oportunidades contra los enemigos, si divisamos un campamento en el bosque y no tenemos la suficiente preparación para un combate en solitario contra un grupo, podremos esperar a que abandonen el campamento para echar un par de setas venenosas en la comida y ver los acontecimientos, ¿quién dijo que la victoria en combate es la única respetable? Hay que comer y haremos lo necesario para asegurarnos de ello.
Aun así, la vida medieval puede ser divertida, y habrá ciertos lugares en los que podremos hacer uso de nuestras «habilidades», y cuando hablamos de «habilidades» significa dados trucados, sí, se podrán buscar y comprar dados cargados para amasar algo de dinero extra, pero cuidado, si solo ganas puede que más de uno sospeche de tú gran suerte y te esperen a la salida para que sus puños charlen entretenidamente contigo.
Pero este sistema de complejidades también estará presente en el sistema de habilidades en el que se podrán mejorar algunas como la herrería, para reparar y crear nuevas armas y armaduras, arquería para el combate a distancia, robo para hurtar unas moneditas y gastarlas en apuestas ilegales o hacerte un experto en cerraduras para ayudar a nuestros vecinos a no dejar las copas de plata tan a la vista desde la ventana.
En total habrá 17 habilidades, y cada una irá desbloqueando nuevas funcionalidades cuanto más la usemos, es decir, cuánto más forjemos más subiremos de nivel de herrería y se nos permitirá reparar objetos con daños mayores, o cuánto más disparemos con arco mayor puntería y menor resistencia nos gastará aguantar la respiración.
Más vale hacer una buena combinación de habilidades, porque a no ser que se dediquen cientos de horas, no se mejorarán todas en la duración de la historia principal. Lo eficiente será darle un rol al personaje, bien de caballero, ladrón, arquero o al gusto del jugador, y desarrollar las habilidades para centrarnos en un grupo reducido de habilidades, tantear todas por encima no nos proporcionará ventajas relevantes que de lejos nos ayudarán.
Junto a las habilidades tanto de supervivencia como sociales, también tendremos que hacer uso de nuestro coraje y valentía para defendernos de esos malandrines que ven con buenos ojos nuestra bolsa de oro, y podremos hacer uso de nuestros puños, espadas, escudos, mazas, machetes o arcos entre otros que habrá que dominar individualmente para que nuestro personaje aprenda a usarlas y puedan sernos de utilidad, no haremos nada en combate con un tipo de arma con la que Herny no se sienta cómodo.
Así, el equipo que le proporcionemos a nuestro joven amigo es prácticamente lo que nos mantendrá con vida durante el combate, hay disponible una gran personalización.
Lo primero a tener en cuenta es la equipación defensiva y es que no habrá un hueco para cada parte del cuerpo sino varios, es decir, no tendremos que equiparnos únicamente un casco en la cabeza, sino que tendremos que cubrirnos primero con una capucha de tela para después colocar la malla de acero, cubrirnos el cuello y si tenemos suerte encontraremos algo con que protegernos la cara.
Lo mismo ocurrirá con el resto del cuerpo, con seis huecos de protección para el tronco superior, teniendo en cuenta tres para el pecho, tela debajo, acolchado para el frío, y malla o coraza para el combate, junto a coderas, brazaletes y guantes. Así como también cuatro huecos para el tronco inferior entre cadera, muslos, rodillas y pies.
Y lo segundo a tener en cuenta es nuestra equipación ofensiva, con otros seis huecos en total. Un primer detalle es que Henry es diestro, por lo que su mano derecha será más fuerte y será la que porte el arma, siendo la izquierda la que maneje el escudo. También tendremos un hueco para mantener equipado un arco o ballesta, otro para las flechas o virotes y, por último, dos huecos para accesorios como anillos.
Toda la equipación nos proporcionará unas estadísticas de combate y defensa que también han diversificado en varios aspectos. Las armas tendrán tres tipos de daños, así serán daño de estocada, daño de tajo y daño de impacto que dependerán del tipo de arma que utilicemos, no tendrá sentido asestar estocadas con una maza, sino propiciar tremebundos golpes al enemigo.
Pero, aunque esto ya pueda parecer interesante, lo sorprendente es que nuestra armadura tendrá una capacidad defensiva diferente para cada tipo de daño, es decir, defensa ante estocadas, ante tajos e impactos. Nuestro equipo de combate y defensa hará que seamos fuertes y débiles de manera ofensiva y defensiva en las estocadas, los tajos y los impactos.
Y si esto os parece complicado, todavía hay que mencionar que dependiendo del equipo también variará nuestra visibilidad y ruido que nos permitirá ser sigilosos para evitar estas dificultades en los combates, pero recordad, siempre podréis buscar la manera de ampliar la dieta de un enemigo con unos cuantos somníferos para ganar algo de ventaja antes de desenfundar la espada.
Profundizando en el sistema de combate, veremos algo muy parecido a lo visto en For Honor, fijamos el objetivo y nos movemos con el stick izquierdo mientras indicamos el ángulo de ataque con el derecho, pero sí de por sí esto será complicado para atinar un buen golpe, también tendremos que desequilibrar o aturdir en momentos precisos del combate al enemigo para realmente tener una oportunidad.
Entonces, tras unos cuantos combates y sus consecutivos reintentos, se siente realmente que Kingdom Come Deliverance está hecho para quienes disfrutan de combates lentos y con una tensión latente, nada de ir rápido y a la cabeza, la IA está bien preparada para repeler cualquier ataque a la ligera, por lo que no quedará otra que tomarnos nuestro tiempo.
Es sencillamente una forma de crear un miedo profundo en los jugadores para que se piensen las cosas más de lo que se haría en otros títulos, ya que con uno o dos golpes caeremos en combate y tendremos que volver a intentarlo desde el último punto de guardado. Nunca sentí tanta tensión en un videojuego por robar una manzana.
Y hay que añadir otro factor que aumenta este miedo y la dificultad del juego, que en parte se ha solucionado, los puntos de guardado.
Única y exclusivamente se guardará cuando nuestro personaje duerma, la excepción y solución que se dio en el último parche será la elaboración de una poción de guardado a través de la habilidad de alquimia. Hay que decir que, si deseamos obviar la alquimia, cada poción tendrá un precio desorbitado que nos empujará a dormir en establos o la intemperie.
Por lo tanto, tener en mente qué pasos tomar y hace cuánto que no guardamos el progreso, nos condicionará bastante el desarrollo del juego, llegando a crearnos una obsesión con medir cada paso y cada acción, sobre todo a la hora de viajar entre ciudades.
Y es que esta será otra cuestión importante, viajar es un peligro menor si lo hacemos nosotros mismos evitando caminos y tratando de ir entre la maleza, pero si utilizamos demasiado la opción de viaje rápido, y sobre todo en horas de noche y madrugada, podemos tener varias sorpresas por el camino, así que la primera opción siempre será innegablemente más segura, más todavía si contamos con un buen caballo que nos lleve rápido de un punto a otro.
El caballo será así un factor fundamental para el desplazamiento, y aunque el mapa no es extremadamente grande, si tratamos de ir a pie constantemente, algunos trayectos y misiones pueden hacerse demasiado lentas y aburridas por tener que recorrer largas distancias.
Entre los caballos también habrá que asegurarse de comprar uno con las características que deseamos, ya que cambiará la velocidad, la capacidad de carga y la resistencia de cada uno, pero tranquilos, como siempre, podremos robarle el caballo a alguien que lo merezca menos que nosotros, eso sí, la habilidad de equitación también estará presente y tendremos que practicar para evitar que nuestro personaje pierda resistencia mientras cabalga y podamos caernos del caballo, lo que podría ser un golpe de muy mala suerte si nos ocurre huyendo de unos cuantos caballeros con acero en mano que desean recuperar su cuadrúpedo.
Como se puede ver, son cientos los matices que los desarrolladores han incluido en el juego para hacernos tener una sensación de peligro e inmersión en la Edad Media, y realmente lo consiguen con algunos detalles, como que si entras donde no debes, literalmente se te avisará de cometer allanamiento de morada teniendo un solo un aviso por los propietarios antes de llamar a los guardias.
Otros aspectos que ofrecen realismo es que los NPC’s tienen programado su tiempo de trabajo, comidas y descanso nocturno, y esto nos permite aprovechar la complejidad del juego a nuestro favor entrando por la noche en las casas cuando la aldea duerme o eliminar de manera silenciosa algún objetivo de una misión de asesinato. De entre todos los peligros de la noche, nosotros seremos uno de ellos.
Por lo tanto, hasta ahora se ha visto que existe una complejidad en el desarrollo de los personajes con una gran variedad y sobre todo profundidad de las habilidades y equipación, un sistema de combate difícil y de constante evolución, y unas mecánicas generales que crean un entorno hostil donde debemos buscarnos un hueco para sobrevivir.
Aun así, para ser un primer paso en el mundo de los videojuegos, WarHorse Studios ha dado vida a un mundo digno de admiración y que además es bastante más que adictivo por su dificultad y su ambientación tan compleja, pero todavía hay que añadir su aspecto visual y sonoro que, a pesar de unas asperezas y deficiencias claras, son muy notables.
Así, cuando entremos a este mundo que se ha descrito de manera tan hostil, lo primero que veremos son unas magníficas vistas que nos dejarán mudos, amplias llanuras y parajes repletos de árboles y seres de la naturaleza silvestre, aglomeradas y sucias aldeas con madera raída y personajes totalmente caracterizados y unos asoladores castillos en los que literalmente podremos perdernos mirando los cientos de detalles y curiosidades.
Pero, hay asperezas y es que de las tres plataformas en las que está disponible, en ninguna mantendrá de cerca unos fluidos 60 fps salvo en PC y con unos requisitos quizá demasiado exigentes, sin tener en cuenta el «popping» que sufre constantemente a la hora de cargar las texturas de alrededor, y a fin de cuentas, esto es un incordio sobre todo si aparece algún que otro tirón en plena batalla.
Y siguiendo con las asperezas visuales, también encontraremos bastantes bugs. Así podremos tener la ocasión de ver a algún que otro campesino dando un paseo con la mitad del cuerpo sumergido en la tierra, ¡no hay nada mejor que sentir la naturaleza en los huesos! O que los iconos de algún objeto o misión sean los típicos mensajes de «Image not found», por lo que un mundo visualmente tan asombroso, y que realmente está muy mimetizado con la época que desean representar, pierde algunos puntos por no estar debidamente optimizado.
Sin excusar a los desarrolladores, estos fallos se achacan por ser su primer título, y poco a poco van actualizando el juego para arreglar estas asperezas y crear una joya más pulida, así se vio por ejemplo con la actualización 1.1.4. de ni más ni menos 20 GB en la que se solucionaban muchos aspectos técnicos y de jugabilidad.
Y queda por ver el aspecto sonoro, la música que nos acompañará durante el juego será las típicas melodías medievales de tambor y flauta que, si bien da un encanto positivo en los mercados, puede ser aburrido o un desencanto si esperamos tener una gran banda sonora que acompañe la variedad de situaciones que nos acontecen.
Lo cierto es que en mitad de una batalla lo único que escucharemos serán los pasos del enemigo, los insultos que nos propicie y quizá alguna vaca mugiendo, bienvenido al medievo joven Henry.
En definitiva, a pesar de algunas deficiencias técnicas a nivel visual y un apartado sonoro mejorable, es una oportunidad innegable para sumergirte en la probablemente mejor adaptación medieval que hay en el mercado, que junto con esas características RPG y una dificultad más que notoria por el hiperrealismo de las mecánicas del juego, hacen que este título garantice un reto real con un factor adictivo sorprendente.
Kingdom Come Deliverance, desarrollado por WarHorse Studios y distribuido por Koch Media, está disponible desde el 13 de febrero de 2018 en PlayStation 4, Xbox One a un precio de 59’99€ y en PC a 49’99€. A partir del 11 de abril estará disponible el DLC: Treasures of the past para quienes hayan reservado el juego y aportará mapas del tesoro para encontrar nuevas armaduras para Henry.