Kirby, esa bola de insolente color rosita que tiene ya unos cuantos juegos y años a sus espaldas, estrena su primera entrega en Nintendo Switch. Una saga que tras 25 años, continúa siendo un derroche de cariño, amor, y adorabilidad en cada una de sus entregas. Con poco que conozcáis sus videojuegos, sabréis que más que suponer un desafío para el jugador o premiarlo con grandes recompensas, el enfoque de la saga siempre ha sido el de disfrutar de un plataformas sencillo y entretenido, que sea accesible desde el primer minuto. Se dice que la intención del nacimiento de Kirby fue la de crear un plataformas alternativo a Super Mario, donde jugadores de todo tipo pudieran jugar y relajarse, buscando la diversión por encima de la dificultad. Kirby All Star Allies sigue esa misma premisa, olvidando entregas algo más complejas como Robobot o Triple Deluxe para volver a sus inicios, un juego accesible para todo tipo de público, desde jugadores noveles a veteranos. Además, está claramente marcado hacia el juego multijugador, que a su vez es uno de los fuertes de Nintendo Switch. Es por ello que se hace una entrega perfecta tanto para iniciarse en la saga como para jugar relajadamente con los amigos.
La novedad principal de All Star Allies es la de conseguir amigos que nos ayuden en nuestra aventura: A parte de la clásica mecánica de tragar enemigos y absorber sus poderes, ahora podremos amistarnos con ellos lanzandoles corazones, los cuales se unirán a nuestro bando colaborando con el bueno de Kirby. De esta forma, podremos tanto jugar en solitario —teniendo la ayuda de una IA más que decente— como también echar mano de hasta tres amigos y jugar juntos. Esta última forma, la de jugar entre amigos es la que más recomiendo, ya que en esta ocasión el multijugador parece ser el pilar fundamental del título, haciéndose más divertido debido a que a lo largo del juego tendremos que colaborar para superar ciertos desafíos.
Los niveles son cortos y sencillos, recordando de cierta forma a los orígenes del rosado personaje, y a pesar de algún que otro secreto, son prácticamente lineales. El mayor desafío suele ser completar los puzles que nos toparemos por toda la aventura, que se resuelven combinando varios de los poderes de los aliados, así como los no-muy-poderosos jefes finales que nos esperan al final de algunas de las fases. Por supuesto también tendremos que rebuscar bien en cada uno de los niveles para conseguir los diferentes objetos coleccionables que ocultan.
Lo que a primera vista nos entra por los ojos es el gran cuidado que se ha tenido con su apartado visual, siendo uno de los mejores Kirbys en este aspecto. Recorreremos un total de cuatro mundos repletos de niveles, cada uno con una ambientación característica. Ya sean las simpáticas praderas del inicio de la aventura o las “tenebrosas” (y remarco las comillas) fases finales, todo estará envuelto en un ambiente colorido, divertido y agradable, que como ya decimos es la marca de la casa para Kirby. En esta ocasión destaca la iluminación y los shaders utilizados, dando un aspecto a caballo entre el estilo cartoon y el realismo que caracteriza a los últimos trabajos de Nintendo, como ya hemos visto en Mario Kart 8 o Super Mario Odyssey.
La banda sonora por su parte, es exactamente lo que se espera en una entrega de Kirby: Melodías simpáticas que acompañan perfectamente la aventura, mezclando temas clásicos con melodías nuevas.
Muchas de las habilidades que podremos absorber son las clásicas de la saga, como armar a Kirby con una espada y gorro verde al estilo de Link, o lanzar fuego o hielo. Otras en cambio son más novedosas, como Kirby Ninja, Kirby Araña, o Kirby Artista, dando todas ellas diferentes tipos de ataques y posibilidades; Las telarañas de Araña nos permiten protegernos de los enemigos, mientras que Kirby Artista puede dibujar un frigorífico del que salga comida, que servirá para curar a Kirby y sus amigos. Además el hecho de que ahora podamos combinar habilidades nos da un punto extra de variedad: Por ejemplo, podemos combinar la espada con elemento de fuego lo para convertirnos en un espadachín de fuego. O combinar a Kirby piedra con hielo para convertirnos en un divertido Kirby Curling que arrasa a los enemigos en las zonas inclinadas.
Es divertido probar combinaciones nuevas entre habilidades con esa idea de “a ver qué sale” y descubrir resultados a veces sorprendentes. Como comentaba, a la hora de jugar en solitario la IA es bastante espabilada, y cuando necesitemos su ayuda, como cuando necesitamos combinar habilidades para resolver puzles, suele “entender” bien lo que necesitamos, pero aún sabiéndolo, es más que recomendable jugarlo con amigos siempre que se pueda, las risas están aseguradas.
Por si fuera poco, a lo largo de los mundos que recorremos encontraremos el Palacio de los sueños, en el que podremos invocar héroes icónicos de la franquicia, como el mismísimo Rey Dedede, Meta Knight o Marx, cada uno con sus ataques especiales.
Una vez más incido en que la dificultad del juego es bastante baja, por lo que si sois jugadores experimentados os supondrá un paseo. La verdadera dificultad radica en conseguir cada uno de los coleccionables del juego, algunos de ellos muy bien escondidos. Consisten por un lado en pìezas de puzle, que nos sirven para completar imágenes (Recuerda enormemente al street pass de Nintendo 3DS) y por otro, unos pulsadores secretos que desbloquean niveles secundarios.
Otro de los desafíos del juego es el clásico modo Boss Rush “El Dilema del Guerrero”, que desbloqueamos tras acabar la aventura y en el que tendremos que vender a cada uno de los jefes del juego de seguido. Por otra parte, en “Todos con ???” Tendremos que superar ciertos niveles del juego con un solo personaje que elijamos.
Además, si queremos cambiar un poco de aires, tenemos dos minijuegos multijugador: Duelo de hachas y Batazo Estelar Heróico, ambos divertidos y que garantizan unos cuantos piques.
Concluyendo, tenemos ante nosotros una aventura clásica de Kirby, con la ligera vuelta de tuerca de los amigos y con un claro enfoque multiplayer. Por poner alguna pega, podemos echar en falta un modo de dificultad más alto, algún que otro mundo extra, y lo que es más importante, mecánicas diferentes que le diese ese punto de originalidad que se echa en falta. Por todo lo demás, tenemos un pedazo de Kirby, perfecto para todos los públicos, y que se disfruta siempre y cuando no busquemos un gran desafío y simplemente queramos disfrutar de unas partidas tranquilas, amenas y desenfadadas, que viene siendo el espíritu de esta saga.