La primera aventura de Kirby en 3D es una de las más divertidas de la saga, con más novedades que nunca pero con el mismo espíritu de siempre.
Kirby, la simpática bolita rosa de Nintendo. Bautizada así por uno de sus abogados, es y siempre ha sido uno de los personajes icono de la marca japonesa. Aunque nunca ha estado a la altura de los grandes como Mario y Link, Kirby cuenta con gran cantidad de títulos, habiendo pasado por todas las consolas de la gran N. Pero algo que nuestro simpático tragaldabas nunca había hecho es saltar a las tres dimensiones. Algo bastante raro teniendo en cuenta que esta saga siempre se ha caracterizado por la exploración, y es precisamente con el 3D cuando esta exploración se potencia exponencialmente. Por ello, los de HAL Laboratory se han lanzado por fin a la piscina de las tres dimensiones. Con ello han conseguido una entrega completamente 3D, con nuevas mecánicas y una estética muy original.
La aventura comienza con una secuencia CGI que sirve como introducción y que, dicho sea de paso, parece sacada de los años 90. Al menos en espíritu claro, porque luce muy bien. Pero la forma en la que lo acompaña la música nos transporta a un plataformas clásico de la época. La historia que nos narra esta secuencia es más o menos lo de siempre. Kirby es transportado a otro mundo atravesando una especie de vórtice espacio-temporal. En él deberá salvar a sus amigos los Waddle Dee, que han sido secuestrados por… ¿Cuervos malvados? En fin, no es algo que se detalle mucho, pero tampoco es que importe.
Exploración tridimensional
Con la primera fase veremos de un plumazo todo lo que caracteriza a Kirby y La Tierra Olvidada. Para empezar, los niveles son bastante amplios, pero siguen siendo lineales, nada de mundo abierto. Esto no tiene porque ser malo. Niveles con una duración de unos cinco minutos, con un buen diseño repleto de secretos, bifurcaciones, e incluso jefes finales, es algo habitual en los títulos de Nintendo. Y suele hacerlo muy bien. Sin ir más lejos, Super Mario 3D World, que recibimos también en Switch, es muy similar en este aspecto.
El control de Kirby es el de siempre. Con un botón salta, pudiendo flotar unos segundos. Con otro, Kirby absorbe todo enemigo o cosa que se le ponga por delante. Por su puesto, al absorber ciertos enemigos, éste adquiere sus poderes, cambiando con ello su moveset: Con el espadachín ganamos una espada con ataques similares a los de Link. Con el muñeco de nieve, podemos lanzar un hálito de hielo que congela. Vamos, lo clásico en esta saga.
Gracias a la absorción de poderes, Kirby puede cambiar su forma de atacar casi en cualquier momento, pudiendo pasar de ataques cuerpo a cuerpo a ataques a distancia con solo cambiar el poder absorbido. Ya sabemos como es Kirby: Cuqui por fuera, dios de la destrucción por dentro. Podremos ir consiguiendo nuevos poderes conforme avanzamos la aventura, siendo muchos de estos tremendamente poderosos. Si los usamos bien, los jefes que nos esperan en algunos niveles no nos durarán ni un suspiro. Además, podremos mejorarlos en la herrería de la Ciudad de Los Waddle Dee.
Tareas secundarias que no falten
En efecto, los Waddle Dee que rescatemos comenzarán a crear una ciudad donde vivir, y esta se convertirá en nuestro campamento base. Podremos volver a ella cuando queramos, y así acceder a la herrería en la que hacer evolucionar los poderes, haciéndolos cada vez más poderosos. Pero también podemos darnos un respiro y jugar a varios mini juegos, como el de pesca, o gastar nuestras monedas en gachapones de enemigos y objetos del juego. Incluso si queremos un buen desafío, participar en El Modo Coliseo, un Boss Rush de toda la vida.
A parte de los niveles principales, podremos entrar a niveles extra repartidos por el mapamundi. Estos niveles son pruebas contrarreloj de niveles diseñados para usar un poder específico. Por ejemplo, uno de los primeros que haremos será mediante el poder de lanzar bombas, que tendremos que usar para activar interruptores que nos permitan avanzar el nivel. Si conseguimos completar el nivel antes de que acabe el tiempo, se nos recompensará con monedas. Pero si lo conseguimos en el tiempo objetivo, que suele ser bastante ajustad, conseguiremos planos de mejora de armas para utilizar en la herrería.
Karby pisa el acelerador
La novedad más destacable y la que más nos ha llamado la atención es la de la Transformosis: Ahora Kirby puede absorber objetos y aprovechar sus características. Sin ir más lejos tenemos el coche, con el que podemos alcanzar velocidades altas y atropellar todo a nuestro paso. Pero también podremos usar desde una maquina expendedora para lanzar latas a un cono de tráfico para aplastar a los enemigos o romper terreno quebradizo. No queremos revelar sorpresas, pero este es sin duda la novedad más divertida de la entrega.
Todos estos poderes nos conducen a una idea en común: La exploración. Gracias a los poderes podremos llegara lugares inaccesibles, donde encontrar Waddle Dees ocultos, items como monedas o gachapones coleccionables. Sin olvidarnos de las rutas secundarias secretas.
Los niveles son cortos, de unos 5-10 minutos. Con ello la duración final del juego no supera las 10 horas. Lo bueno es que gracias al sistema de misiones que cuenta, los niveles son bastante rejugables. Al entrar a un nivel por primera vez, solo sabremos los objetivos principales, como salvar a los Waddle Dees escondidos por el nivel. Pero si exploramos y “jugamos” lo suficiente con el entorno, podemos encontrar objetivos secundarios, como, saludar a tres aves, o acceder a una zona secreta en concreto. Estos objetivos secundarios son desconocidos en la primera visita que hacemos al nivel, de modo que tocará o bien explorar concienzudamente, o completarlo para que se desbloqueen con ello las tareas secundarias, invitándonos con ello a volver a jugarlo.
La accesibilidad siempre en mente
La dificultad de la saga es algo que conoce todo el mundo. Los juegos de Kirby siempre han sido, desde sus comienzos, títulos accesibles, para que cualquier jugador pueda disfrutar de ellos. Es por ello que en esta ocasión se ha incluido en el juego dos dificultades: La normal llamada «Brisa» y la «Salvaje”. Un modo que el juego nos indica que es “solo para expertos”. Lo cierto es que si somos jugadores habituales, este modo salvaje no es tan salvaje, y lo disfrutaremos de manera relajada, quedando la dificultad Brisa mas indicada para jugadores primerizos o con menos experiencia.
Pero la dificultad no se queda solo en esta decisión de modo. Todo el juego es accesible durante toda la aventura, ya sea gracias a pequeños gestos en su diseño. Desde el cómodo control de Kirby, a las paredes invisibles que evitan que nos caigamos a ciertos lugares. Sin olvidarnos de la Cámara fija, que permite que los menos habilidosos no se líen con el segundo joystick, o los colores utilizados para destacar ciertos elementos de los niveles, como escaleras que dan a zonas secundarias. Como decimos, al final estas decisiones hacen que el juego sea amable y amigable, sin que por ello pierda diversión.
Por último comentar que el juego cuenta con modo cooperativo local, en el que un jugador extra puede tomar el control de un Waddle Dee. Este segundo jugador tendrá su propio moveset y no podrá absorber enemigos, por lo que pierde un poco la gracia del juego… Pero sigue siendo divertido, y solo por poder disfrutar de esta aventura acompañado vale la pena.
El apocalipsis cuqui
La decisión de meter a Kirby en un mundo post-apocalíptico es, cuanto menos, curiosa. Estamos acostumbrados a juegos como The Last of Us, con mundos apocalípticos grises en los que la naturaleza le ha ganado el terreno a la urbe. Pero la Tierra Olvidada de Kirby, a pesar de que nos está contando una historia triste con sus entornos, no deja de ser alegre y lleno de colores vivos. Hasta da pena combatir contra los enemigos de lo monos que son, por muy malos que sean. Se ha realizado un trabajo excelente en el apartado artístico del juego, llevándose a la pantalla con gran habilidad. Respecto a la música, escucharemos melodías alegres en todo momento, lo que se espera de un juego de esta saga. Destaca el tema principal, que es muy pegadizo como de costumbre.
La localización al castellano del juego es tan buena como Nintendo nos tiene acostumbrados, así que ningún problema en este aspecto. Eso sí, La Tierra Olvidada no está carente de, al menos, un par de puntos negativos: Nos ha parecido decepcionante que no se pueda volver a zonas anteriores dentro de un mismo nivel. Es decir, los niveles están divididos en varias zonas, de modo que tenemos que atravesar puertas o subirnos a una estrella para avanzar en el nivel. Todo bien hasta que intentas volver hacia atrás por que has olvidado recoger un objeto: Sencillamente no es posible, por lo que toca repetir el nivel entero otra vez. Por otro lado, el recurso de reducir frames de animaciones lejanas es algo ya bastante común, pero en el caso de este título es a veces demasiado notable, viendo a enemigos que tenemos a unos metros con animaciones que parecen stop-motion. Sí, la Nintendo Switch da para lo que da, pero no deja de ser curioso que no alcance a mostrar un puñado de enemigos en pantalla.
Kirby y la Tierra Olvidada — Conclusiones
Tenemos otro imprescindible de la consola entre las manos. Kirby y La Tierra Olvidada es perfecto para jugadores inexpertos, pero es también una grata experiencia para jugadores habituales. ¿Estás harto de morir contra el mismo jefe en Elden Ring? Pues date una vuelta por el apocalipsis cuqui de Kirby y disfruta de la exploración y su humor desenfadado.
