Aunque hace apenas tres meses pudimos disfrutar de un videojuego gratuito para descargar en nuestras Nintendo 3DS del personaje Kirby, Nintendo ha decidido tantear el terreno con otra propuesta de la bola rosa para contentar a los fans del traga-todo. Hablamos de Kirby Blowout Blast, un juego con vista isométrica y un acertado uso de la visión estereoscópica que nos ha dejado con ganas de más.
Antes de nada hay que reseñar que si bien el juego aprueba con un raspado, el precio al que se encuentra es casi simbólico para lo que ofrece. Estamos hablando de que en el año que nos encontramos, 2017, Kirby cumple 25 añitos con nosotros y esa es quizás una de las razones de su bajo precio y de que en este año llevemos ya dos títulos del personaje de Hal Laboratory en nuestras portátiles.
Kirby Blowout Blast es un videojuego descargable a través de la tienda de Nintendo eShop, que da una vuelta de tuerca a los minijuegos que vimos anteriormente en el capítulo Robobot. El usuario debe de completar las diversas pantallas ubicadas a lo largo de los cinco mundos que compone el juego realizando lo que Kirby mejor sabe hacer, tragar enemigos y escupirlos. Así, sobre el papel suena bastante interesante, pero lo cierto es que el juego ha resultado ser corto y bastante fácil, al menos completarlo tal cual.
Como prácticamente cualquier juego de Nintendo, completarlo al 100% ya nos costará algo más, dado que hay una serie de requisitos que debemos cumplir en cada fase para lograr la puntuación perfecta. Las pantallas son bastante escuetas y suelen jugar un poco con la visión en tres dimensiones que ofrece la consola. El cometido de todas es la de tragar enemigos para después golpear a los otros y a cuantos más, mejor. Es decir, haciendo combos para aumentar la puntuación todo lo que podamos. Podemos ir paso a paso y tratar de eliminarlos a todos sin más, pero de esta forma nunca conseguiremos superar los retos que nos propone pasivamente el título.
Además de la puntuación hay otros factores que debemos tener en cuenta si pretendemos conseguir la ansiada medalla dorada o platino (la más difícil de todas y que requiere de mucha práctica y estudio de la pantalla) en cada fase. Lo primero es que hay que recoger todas las monedas que cohabitan en el escenario y que a simple vista parece fácil, pero llegado a un punto estas pueden estar ocultas o que las lleve consigo algún enemigo… y le de por largarse. Luego está el hecho de que según lo rápido que hayamos ido completando la pantalla, también influye en la entrega del premio. Por último y no menos importante, también tenemos que cuidar nuestra vida, ya que si recibimos un golpe por parte del enemigo se valorará en la puntuación final.
La media de duración de cada pantalla es de alrededor de dos minutos, bastante cortas y «sencillas», al menos de completar sin ninguna pretensión. Son bastante variadas y la mayor parte de ellas no ofrecen ningún problema al jugador, ya que como en los títulos de la bola rosa, Kirby puede volar. De hecho es como si jugáramos a uno de sus títulos principales con la obviedad de que se juega en vista isométrica (incidiendo así en su jugabilidad) y no hay caminos alternativos ni enemigos a los que copiar habilidades. Cuando hayamos completado ciertos requisitos, se abrirán nuevos mundos llamados EX donde las cosas se complican un poco más y que ofrece escenarios conocidos, pero ligeramente variados para aumentar su dificultad. Cómo no, también podemos exprimirlos para conseguir la medalla de Oro o Platino. Al final de cada mundo, concretamente en la última pantalla, tenemos que enfrentarnos al jefe de turno que, para nuestra suerte, pondrá algo más difíciles las cosas. Son bastante variados y algunos son bastante divertidos. Estos jefes también cuenta para lograr la puntuación perfecta, así que preparaos para repetir una y mil veces tanto este combate como todas las demás fases.
Por lo demás no hay nada más que destacar. Como ya hemos dicho es un título cortito, quizás hasta algo repetitivo, pero que para el precio al que ha salido al mercado y las horas que puede darnos de diversión lograr el 100% del juego no está nada mal. Obviamente podrían haber incluido más extras o modos, por ejemplo una Arena de Supervivientes donde derrotar a todos los jefes sin que nos maten. Es una loca idea, pero que al menos ofrecería algo más con lo que entretenernos. Si no os importa conseguir todas las medallas y retos, tranquilamente os durará un par de horas nada más. Completarlo al 100% ya es otro cantar.
Ofrece compatibilidad con Amiibos de la serie Super Smash Bros y Kirby, pero lo único que desbloquearán son esculturas en la plaza central (el menú por llamarlo de alguna manera) que reproducen diferentes músicas. Ni trajes, ni habilidades especiales, ni desbloqueo de fases ni nada similar.
En el apartado técnico y para lo que es, nada que objetar. Los gráficos siguen en la misma línea que cualquier otro juego protagonizado por Kirby. Eso es una paleta de colores alegre, modelados bien acabados y una calidad en general bastante notable. Las melodías que podemos encontrar en Kirby Blowout Blast son habituales de la saga, pero a todas luces escasas. Digamos que en el aspecto técnico es como si a un videojuego de Kirby le hubieran extraído uno de sus minijuegos y lo hubieran vendido por separado. Eso es Kirby Blowout Blast.
Por todas estas razones, aconsejamos su compra si solemos ser habituales a la cita con cada título de Kirby. No es el más divertido, ni el más largo ni quizás el mejor de la marca, pero si os gusta exprimir los títulos para aprovechar el dinero invertido, es una de las mejores opciones actualmente en la eShop de Nintendo. Por tan solo 7 euros tenéis la opción de manejar a uno de los personajes más longevos de la historia de Nintendo durante muchas horas y con una dosis de adicción bastante importante. Si por el contrario sois de los que se contentan con pasar el juego sin más, quizás deberíais de mirar otras opciones.