Seis años después de su lanzamiento original, Rockstar Games sigue reclamando el título de los señores del género “sandbox” y tras su éxito absoluto con Grand Theft Auto V y antes de la salida de Red Dead Redemption 2 nos llega una reedición de L.A. Noire para Xbox One, PlayStation 4 y Switch que busca dar a conocer el juego a nueva generación de jugadores.
Aunque antes de su lanzamiento en 2011 muchos jugadores pensaban que L.A. Noire sería otro sandbox de acción al uso, lo cierto es que el juego resultó ser una aventura gráfica donde la investigación y los interrogatorios resultaron ser el pilar fundamental del juego. En resumen, el planteamiento del juego es muy sencillo: como si de un serial de la radio de los 40 se tratara deberemos desarrollar los 21 casos de que se compone el juego básico – más el contenido que se ha añadido en esta versión rescatado de los DLC que salieron un tiempo después-. En este serial nos pondremos en la piel del agente Phelps, un ex-marine veterano de Okinawa con el que comenzamos con su carrera como patrullero del cuerpo policial de Los Ángeles en la división de robo y cuya evolución en su carrera viviremos en primera persona durante todo el juego. Ya en su momento el argumento del juego resultó ser muy entretenido y llamativo y, ahora, seis años después, sigue siendo igualmente interesante.
A nivel jugable, la estructura de todos los casos es relativamente similar: primero debemos acudir a las escenas del crimen y lugares de interés, donde mediante un sistema de cambio de música en el modo de juego iremos recorriendo toda la localización en busca de las pistas necesarias para la investigación, por lo que podremos ir interactuando con todo tipo de objetos hasta obtener lo que buscamos. Por ejemplo, podremos examinar los cadáveres hasta que averigüemos de qué forma han muerto, abrir carteras para conseguir documentación, tachar con un lápiz páginas de un cuaderno para revelar lo que se escribió previamente… Además, para dar mayor sensación de realismo, junto a los objetos necesarios para conseguir las pistas, podemos relacionarnos con un sinfín de objetos irrelevantes, botellas, basura… Pero tranquilos, para que no nos desesperemos el juego cuenta con un sistema de “bocinazo” que nos avisa en todo momento al sonar de que ya no quedan más pistas en el lugar de los hechos.
Posteriormente deberemos contrastar los hechos con los testimonios e interrogatorios de los personajes. Para ello, Rockstar implementó una tecnología de captura de movimiento facial digna de las mayores superproducciones de cine de animación que, a día de hoy, sigue resultando absolutamente sorprendente pese al tiempo que ha pasado.
El sistema de interrogatorios nos dará una serie de cuestiones que formularle a cada personaje en función de las pistas que hayamos obtenido, y una vez escuchado el testimonio del mismo podremos decidir entre tres opciones (poli bueno, poli malo y acusación) acerca de lo que nos dice. Para poder estar seguro de qué determinación tomar la cara de los personajes que dicen la verdad se queda totalmente estática, mientras que los personajes que no nos están contando toda la verdad tienen los clásicos tics mencionados por el Dr. Lightman en “Miénteme”. Poli malo será la opción a usar para cuando sepamos que no nos están contando toda la verdad, pero no tengamos pruebas para demostrar lo que dicen, mientras que Acusación se usará (y deberemos probarle al testigo con alguna de las evidencias recogidas) cuando su testimonio sea incierto. Estos interrogatorios son vitales y en muchas ocasiones de ellos dependerá la captura o acusación del culpable.
Pese a que en un momento pueda parecer que los casos son autoconclusivos hay toda una trama en torno a los personajes escalonada desde la pirámide del crimen organizado de Los Ángeles que nos llevará a relacionar todos los casos. Así mismo son múltiples los homenajes en localizaciones, nombres y propios casos al cine negro de los años 50 o a la literatura “noire” de escritores como Raymond Chandler.
En su momento, la principal crítica que recibió el juego tuvo que ver con sus secuencias de acción y, es que, aunque la mayor parte del tiempo la pasaremos investigando escenas del crimes, Rockstar incluyó persecuciones y escenas de disparos en tercera persona que han envejecido bastante mal. Ya en su momento quedaba patente el hecho de que las mecanicas de disparo no se habían trabajado demasiado pero ahora, con exponentes de tantísima calidad, estas fases quedan totalmente fuera de lugar. Pese a todo, el juego sigue manteniendo la variedad vista en su momento con 95 modelos de autos clásicos y reales de la época a nuestra disposición: desde deportivos a coches de policía, de bomberos, ambulancias, todos ellos quedan plenamente disponibles en caso de necesidad, aunque se avisa a los maleantes de la saga Grand Theft Auto: Phelps es un hombre de honor y policía de Los Ángeles por lo que tiene una serie de normas que cumplir, lo que provoca que la destrucción indiscriminada de la ciudad, la muerte masiva de ciudadanos y ese tipo de cosas tan divertidas de los modos libres de esta franquicia están totalmente prohibidos y penalizados. De hecho, para evitar tentaciones, no dispondremos de armas de fuego nada más que en las pantallas en que así lo determine el juego.
Novedades en Nintendo Switch
En esta ocasión hemos podido redisfrutar la aventurad de Rockstar en Nintendo Switch y lo cierto es que el resultado es más que notable. La recreación de la ciudad de Los Ángeles es absolutamente maravillosa, así como de la caracterización de los personajes. La ciudad cambia totalmente entre el día y la noche, los efectos de iluminación y climáticos nos darán una gran sensación de entorno magníficamente asentada gracias a la magistral banda sonora digna de una película de Coppola o Scorsese. Es cierto que no llega al nivel de lo visto en las versiones de Xbox One y PlayStation 4, pero luce mejor que lo visto hace unos años en Xbox 360 y PlayStation 3.
El juego mantiene una resolución de 720p en modo portatil llegando a los 1080p en modo dock. Su principal problema tiene que ver con ciertas ralentizaciones y problemas de popping que provocan que el juego no funciona como debería en varios momentos. Pese a todo, es un título muy disfrutable en la consola hibrida de Nintendo.
El apartado sonoro es, sin duda, la parte que más brilla en toda la obra. Cuenta en nuestras tierras con el clásico problema para algunos de no contar con voces en castellano, aunque con textos totalmente traducidos. El doblaje original es magnifico y la interpretación de los actores digna de elogio. La banda sonora es una orquestal digna del cine de autor, pero es que los efectos de sonido no le van a la zaga. Desde el distinto arranque de motor de cada coche, el correr o circular por distintas superficies o los pequeños temas para recibir heridas o desarrollar investigaciones o interrogatorios.
Conclusión
Si no pudiste disfrutar del juego en su momento, L.A. Noire es un título magnifico y muy disfrutable tanto en Nintendo Switch como en Xbox One y PlayStation 4. Estas versiones llegan a precio reducido, incluyen todo el contenido descargable original y mejoran gráficamente lo visto hace seis años. Hay pocas excusas para no acompañar a Cole Phelps en su día a día como policía en la ciudad de Los Ángeles.