El 1 de octubre, de la mano de Planeta, llega a las librerías «La cadena«, último trabajo del norirlandés Adrian McKinty. El argumento promete una lectura compulsiva, que tan bien vienen de vez en cuando. «La cadena» es una de esas novelas adictivas que parecen ser leídas de un tirón, siendo incapaces de soltar el libro hasta su final.
Al entrar en La Cadena las víctimas se convierten en culpables. Planeta y Adrian McKinty pretenden que no dejemos de leer hasta el desenlace final.
El argumento juega con uno de los terrores básicos de cualquier persona: la desaparición de sus hijos. Para que Rachel recupere a su hija de sus secuestradores solo debe cumplir dos requisitos: pagar un rescate y secuestrar a otro niño. Podría parecer una broma si no fuese porque quién te da esas indicaciones es otro padre en tu misma situación. Así se va creando La Cadena, un complejo entramado que convierte víctimas en criminales mientras que el dinero pasa de unas manos a otras. Pero quizás Rachel no sea tan sumisa como los directores de La Cadena imaginaban y se estén enfrentando a una superviviente capaz de destruir cada eslabón.
Adrian McKinty (1968) es ya un autor veterano en los terrenos policiacos y de la novela negra. Sus libros protagonizados por el sargento detective Sean Duffy suponen uno de los básicos para interpretar la novela negra actual, retratando de manera cruda y directa el conflicto en Irlanda, Belfast y sus alrededores. Sus primeras tres entregas están publicadas en castellano de la mano de Alianza («Cold, cold ground«, «Oigo sirenas en la calle» y «Por la mañana me habré ido«) y han ido recolectando premios a lo largo del tiempo como el Ned Kelly Award o el Edgar Award. «La cadena» es su último éxito y ya ha sido publicada en 40 países. McKinty es merecedor de este aparente éxito, teniendo en cuenta su historia personal. Sus anteriores libros no estaban consiguiendo los ingresos económicos esperados, pese al éxito de crítica, llevando a McKinty a retirarse de la escritura en 2017. Afortunadamente, el escritor Don Winslow («El poder del perro», «El cártel»…) pasó varios de sus libros a su agente y éste convención a McKinty para escribir «La cadena». Todo un acierto.