Con un diseño de portada de lo más victoriano y con detalles que nos recuerdan a "Alicia en el País de Las Maravillas", Roca Editorial nos trae la historia de la Alicia real, la niña que inspiró a Lewis Carroll para escribir su clásico.
“La Casa del Espejo” es una novelización de la infancia de Alice Lidell, o más bien un fragmento de su infancia, quizás la más importante, la etapa en la que Lewis Carroll fue su mejor amigo. El famoso fotógrafo y escritor británico fue un asiduo visitante de la familia Lidell. Acudía cada vez que podía para fotografiar a las jóvenes hermanas Lidell, siendo Alice su favorita.
Charles Dogson, el verdadero nombre de Carroll, era profesor de matemáticas en Christ Church en ese momento y dedicada su tiempo libre a escribir sobre matemáticas (un ejemplo de ello es su libro “The Game of Logic”) y a tomar fotografías, sobre todo de niños. No se han conservado muchas de ellas, pero sí se sabe que la mayoría de sus fotos eran de niñas y algunas contenían desnudos. Esto ha sido un verdadero quebradero de cabeza hasta nuestros días. Muchos son los que especulan con que Carroll podría ser un pedófilo, pero hay que tener en cuenta el contexto y la cultura de la época victoriana, donde las imágenes de niñas desnudas simbolizaban la inocencia. Este misterio y especulación es con lo que juega la autora, Vanessa Tait, en “La casa del espejo”.
La protagonista de esta historia es Mary Prickett, la institutriz de los Lidell, que tiene a su cargo las tres niñas de la familia: Ina, Alice y Edith. Mary vive en un estado de amargura (sentimiento muy arraigado en las institutrices victorianas) debido a que aún es una mujer delgada (la delgadez está mal vista en esa época) y sin ningún pretendiente a la vista, lo que a su edad y con sus circunstancias es un gran problema. Dedica su vida por entero a su trabajo, hasta que Charles Dogson aparece en su vida y le empieza a mostrar un mundo que, de otra manera, nunca hubiera conocido. De esta forma la autora nos muestra cómo habría sido la vida de Alice, desde los ojos de Mary, y su relación con Carroll, según la interpretación y las observaciones sesgadas que puede intuir la institutriz.
La autora juega con la visión de Mary, ella no está en cada momento con Alice y Carroll, no ha vivido su relación desde el principio y ni siquiera es testigo de todas sus conversaciones, por no hablar de las numerosas cartas que se escriben la niña y el profesor de matemáticas. El lector conoce la historia de manera indirecta, por lo que tiene bastante libertad para hacerse sus propias teorías y pensar cuál es la verdadera historia de Carroll y Alice. El eje central de la historia será Mary, pero también lo serán los rumores que surgen debido a la relación de los tres personajes principales: Mary, Dogson y Alice.
La autora del libro no es una escritora cualquiera, Vanessa Tait es la bisnieta de Alice Lidell. Licenciada en la Universidad de Manchester y con un master en Escritura creativa. “La Casa del Espejo” es su primera novela. Tait juega con ventaja a la hora de escribir esta historia. La autora ha tenido acceso a la correspondencia personal de los Lidell (de Carroll y Alice no se conservan) y a recuerdos transmitidos entre generaciones. Los protagonistas de la historia son los personajes reales, aunque sus sentimientos y pensamientos, por supuesto, son ficción. Además, la novela registra un año de amistad entre el escritor y su musa, cuando en la vida real fueron 7 años los que inspiraron a Carroll para “Alicia en el País de Las Maravillas”.
“La Casa del Espejo” es una novela imprescindible para cualquier amante de “Alicia en el país de Maravillas” y todo su mundo. Es un libro que se disfruta, no solo por su historia, sino también por su contexto victoriano y su juego entre qué es real y qué es ficción.
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