Las palabras se las lleva el viento y la voluntad es tan cambiante como las olas. A veces, eso puede llevar a que aquello que llamamos destino termine en la ruina, pero también tiene el poder de salvar vidas. Selene S. Campos nos brinda un nuevo concepto de la magia, del mito del genio y el poder del inframundo. La novela ha sido publicada por Wonderbooks e ilustrada por Cristina Magriña e Irene Fernández. Salvo en el caso del mapa, que fue dibujado por la propia autora de la novela.
Cuando eres guapa, exitosa y tienes el mundo a tus pies, ¿qué más puedes pedir? Eso es lo que se repite Katia a sí misma día a día, mientras con sus tacones altos y su bolso nuevo recorre trabaja como modelo y sigue sus estudios. Sin embargo, las cosas cambian cuando llega a sus manos un misterioso colgante con un ser mágico atrapado en su acristalado interior: Nandru. ¿Podrá Katia volver a su vida normal después de semejante encontronazo con la magia?
Hay un elemento que me resultó muy refrescante, que lo disfruté con ganas, y es que la protagonista me cae peor que una patada en un ojo. Es muy habitual que el personaje que lleva sobre su espalda un rol protagónico sea una persona encantadora, incluso ingenua, que sus defectos sean un incordio pero inocuos. De esta forma se deja que sea el resto del reparto los que carguen con el enigma incordioso que vamos comprendiendo según avanza la historia. Así es mucho más fácil empatizar con la persona protagonista y poner en tela de juicio a los demás.
No obstante, S. Campos aquí toma otro camino. Aunque no hay mala intención tras sus decisiones y acciones, Katia sigue siendo egocéntrica, narcisista y vive en un mundo muy frío. Hasta sus entrañas corren riesgo de congelarse para siempre. Es una especie de Regina George sin malicia. Eso es lo que hace que La ciudad del silencio sea tan interesante porque, ¿qué puede pasar cuando un genio casi todopoderoso acaba en manos de alguien tan frívolo? En más de una ocasión tuve el deseo de zarandearla para conseguir que se sacara la cabeza del culo y fuera más empática, pero bueno, ya el tiempo y el discurrir de las páginas lo dirán. Y tampoco es como si pudiera meterme de cabeza en el libro.
Nandru, por otro lado, es un personaje tan enigmático como peculiar. Aún así, tengo la sensación de no conocerle para nada, aún después de toda la lectura. Habrá que esperar al siguiente título de la saga, supongo, pero él y su historia se me hacen demasiado distantes para conseguir conectar con él.
Erika y April, los otros dos personajes con roles importantes en el libro y que puedo comentar sin destripar nada, se me hicieron rápidamente encantadoras. Es fácil pillarles cariño desde el principio. En parte por aguantar a Katia, pero en gran medida es por sus propias personalidades y habilidades.
En general el desarrollo de la historia es disfrutable. Fluye bien y los personajes evolucionan en sintonía con la trama. Sin embargo, hay un par de giros argumentales que, aunque buscan ser explosivos, se quedan en apenas unas chispitas fulgurantes. En unos casos porque no se dan a conocer suficiente a los que están metidos en el meollo como para que los sucesos realmente me afecten como lectora. En otros, porque la forma en que suceden los acontecimientos no terminan de encajar, no consigue funcionar correctamente. No del todo.
Espero con curiosidad la que será la siguiente entrega de la saga Nandru y las sorpresas que seguramente S. Campos tendrá preparadas. La ciudad del silencio es una novela con una fantasía intrigante y que deja un buen sabor de boca, aunque apenas nos hayan dado la oportunidad de probarlo. Con un arrojo incendiario que promete calamidades, batallas, almas rotas y victorias bañadas en sangre.