Una novela de fantasía tan eterna como sus personajes. No hay moraleja, algo tan propio de las fábulas. En su lugar, nos encontramos con muchas preguntas que plantearse bajo las estrellas, el cielo nublado y cargado de lluvia o los remanentes rosados, púrpuras y violetas de la noche. La familia eterna es una de las obras más conocidas de Natalie Babbit y nos llega a de la editorial Temas de hoy. Un fragmento de la novela se encuentra disponible online.
Winnie Foster está aburrida. Aburrida y sola. ¿Qué otra cosa le queda por hacer que explorar y conocer a gente nueva? Es lo que lleva a Winnie a conocer a los Tuck, una familia un tanto peculiar que nunca cambia. Winnie no tarda en descubrir que, gracias a un manantial secreto, los Tuck tienen en su poder la vida eterna, un secreto que guardan a buen recaudo. ¿El descubrimiento de Winnie pondrá fin a tantos años de silencio?
Aunque he tenido contacto con obras que se han nutrido de esta historia para desarrollarse y florecer, desde el espinoso terror o la más soñada fantasía, no había tenido oportunidad de leer La familia eterna. Hasta ahora.
Es una historia honesta, muy humana, lo que la convierte en una creación de moral ambigua que suscita muchas preguntas en el lector. La principal es: ¿qué habrías hecho tú? Pero surgen tantísimas otras.
Consiste en una novela corta que se agarra a las mañas de las fábulas y los cuentos, por tanto no esperaba una profundidad muy honda en los personajes. En su lugar, mis expectativas iban más dirigidas a que cada personaje otorgara una visión clara y directa de sus identidades e intenciones, cosa que consigue. Aún así, al introducir interacciones y diálogos de calado profundo para que el dolor y el abatimiento calen hondo, implica que las decisiones de los personajes y sus motivaciones también deben serlo. Es por ello que el amor que surge entre Winnie y los Tuck, que podría haber aceptado en un cuento de hadas, se me queda cojo. Y sin un amor tan sencillo y sincero, habría reaccionado igual a las circunstancias?
Quizás mi interpretación habría sido diferente si hubiera leído la historia de niña, habría podido comprender los sentimientos repentinos e intensos de Winnie bajo esa mirada prístina que se encuentra entre la fantasía y la valentía inexplorada. No obstante, comprendo con más facilidad las motivaciones y sentimientos del resto de personajes antes que ese amor familiar tan intenso que cambió de tal forma la vida de la niña. Sencillamente, no encuentro bases suficientes para que esas emociones, decisiones y promesas florezcan.
