Valeria es una dibujante de tiras cómicas atolondrada y melodramática que sufre un accidente tras una discusión con su pareja. En el hospital, ambas sufrirán esperas y retrasos debidos a la falta de personal y recursos causados por los recortes presupuestarios a la sanidad pública.
Junto a un “chaleco amarillo” herido en una carga policial en las protestas de esa jornada y una enfermera desbordada y con demasiadas guardias extra a sus espaldas, vivirán unas horas que pondrán a prueba su paciencia y durante las cuales confrontarán sus puntos de vista sobre los acontecimientos que están viviendo.
“La Fracture” es una historia narrada sabiamente y sin fisuras
La directora francesa Catherine Corsini presenta en el Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX, Sección Oficial / Albar) una película que le toma el pulso a la actualidad de su país a través de una historia que mantiene un tono muy bien equilibrado entre el drama y la comedia y narrada con un pulso vibrante, que salta entre personajes y situaciones, creando un mosaico que muestra de manera certera y eficaz los problemas de una clase trabajadora y unos servicios públicos golpeados por los recortes presupuestarios, en el que los personajes confrontan sus puntos de vista generando un debate que interpela directamente al espectador.
Una mirada crítica que tampoco pasa por alto la brutalidad policial y la represión de la protesta ciudadana y cómo esta es respondida solidariamente ofreciendo apoyo mutuo. La fractura del título es la del brazo de Valeria, pero también la que existe entre la sociedad francesa y la clase dirigente.
Un ritmo perfecto
Acertadamente equilibrada, con un ritmo perfecto y con un reparto eficaz y en armonía, “La Fracture” resulta una película que habla de temas candentes e importantes, envuelto es una historia narrada sabiamente y sin fisuras. Definitivamente recomendable.