Hablar de Trump, como en La habitación donde sucedió, es hablar de megalomanía. Desde mucho antes de llegar al poder, las excentricidades del ya expresidente de los Estados Unidos, copaban portadas de los periódicos tanto digitales como en papel y su candidatura como presidente fue tomada por muchos como algo cómico y con ínfimas posibilidades. Sin embargo, en 2016, Trump dio la lamentable sorpresa de convertirse en el presidente número cuarenta y cinco de EEUU con propuestas que todos recordaremos, como la construcción de un muro separando México de su país que debía ser pagado por los mexicanos.
Ya como presidente, su política no ha dejado indiferentes. Desde la negación de la violencia racial, las tasas a las exportaciones, sus comentarios y actitudes misóginas y sus relaciones internacionales poco convencionales, fueron minando su figura hasta la derrota electoral el 3 de noviembre de 2020 contra un insulso Joe Biden. Se comentaba que hasta una marioneta de trapo habría ganado a Trump. Y es muy posible.
John Bolton fue consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos en la presidencia de George Bush, George W. Bush y Donald Trump. Asesoró a Trump desde abril de 2018 hasta septiembre de 2019, cuando Trump lo despidió fulminantemente por continuos desacuerdos, pese a haber sido elegido personalmente por el magnate.
El libro
En La habitación donde sucedió nos encontramos una detallada y extensísima relación de hechos que suceden desde poco antes de la elección de Bolton como consejero y los entresijos de dicha elección, hasta “El final del idilio”, donde se nos relatan las desavenencias finales que llevaron a la destitución del diplomático.
El libro toca muchos temas y muy interesantes para comprender la administración Trump. Son especialmente relevantes para mí, al menos, las relaciones internacionales y la capacidad de Trump de liar cuantos encuentros lleva a cabo con los representantes de otras naciones. Se nos muestra un Trump incapaz de hacer caso a asesores experimentados, caprichoso, que tan solo quiere salirse con la suya y al que le importa poco provocar conflictos internacionales con tal de hacer lo que le venga en gana en cada momento.
Así, conocemos su relación con Putin, Kim Jong-Un (a quien Bolton aconseja exterminar tanto al líder como a su país) o la Unión Europea, considerada por Bolton como un problema para Estados Unidos. Sobre otros conflictos como Irán, Siria, Afganistán o Venezuela, así como la tirantísima relación americana con China, se nos da buena cuenta también en este ensayo.
Trump tuiteó a Kim aquella tarde: <<Gracias por tu hermosa carta. ¡Espero verte pronto!>>. Aunque era arriesgado, redactamos una carta, que Trump firmó al día siguiente, proponiendo una visita de Pompeo a Pyongyang. Trump me dijo que no le gustaba la idea, porque le parecía ofensiva para Kim: <<No estoy de acuerdo contigo y con Pompeo. No es justo para Kim Jong-un y espero que no lo estropeemos todo>>, dijo, mientras escribía de su puño y letra al pie de la carta: <<Espero verte pronto>>. Al menos, la firmó.
Sin embargo, aunque se trata de una obra interesante de primeras, considero que tiene varios aspectos a destacar de manera negativa. Uno de ellos, para mí el más importante y que puede echar para atrás a la mayor parte de la gente que tan solo tenga un interés normal por EEUU y Trump, es el gusto por el detalle más nimio, no en vano el libro cuenta con casi seiscientas páginas con una letra bastante pequeña. Y es que Bolton da detalles hasta de la cantidad de cucharadas de azúcar que se echa el presidente en el café. En realidad, todas estas descripciones exhaustivas me parecen innecesarias porque diluyen muchísimo los datos principales, como por ejemplo en el capítulo de la cumbre con Corea del Norte, donde tenemos cincuenta y dos páginas en las que meramente se describen los viajes y cancelaciones de la cumbre y, cuando esta llega, no deja de ser una mera anécdota que ya conocemos por los periódicos.
Por otro lado, es necesario hacer un ejercicio de autocontrol a la hora de leer a Bolton. Bolton es uno de los liberales más radicales de Estados Unidos y sus ideas, que no duda en compartir con nosotros en La habitación donde sucedió, distan mucho de los ideales europeos de estado del bienestar. Un ejemplo que he comentado antes es su sugerencia a Trump de arrasar Corea del Norte, donde cualquier lector europeo o casi con dos dedos de frente, diría, se quedaría escandalizado al darse cuenta de que está más de acuerdo con un personaje como Donal Trump que con el que supuestamente está destapando sus vergüenzas. ¿Es posible que después de leer a Bolton alguien tenga la sensación de que Trump no era tan malo? Es posible. Por ello hay que tomar las afirmaciones de este hombre con paciencia y recordando que los sectores liberales republicanos de Estados Unidos están bastante alejados de los planteamientos del lector medio europeo.
No voy a decir que no recomiendo la lectura de este libro, los hados me libren. Solo quiero apuntar que es un libro que hay que tomar con paciencia, leer despacio y enterarse de todos los entresijos o leer rápidamente yendo a los acontecimientos que nos interesen. Leer el libro del tirón como una lectura normal y corriente no me parece un buen método, puesto que de tanta exhaustividad el lector puede acabar agotado y sin ganas de seguir, sobre todo si no está muy de acuerdo con los planteamientos de Bolton, que en ningún momento presenta una neutralidad respecto a sus acciones y las de Trump.
El autor
John Bolton, nació en Baltimore en 1948, es un diplomático estadounidense que trabajó para los Bush y, recientemente, para Donald Trump como consejero de seguridad nacional. Ha publicado, con este, tres libros: Rendirse no es una opción (2008), Cómo Barack Obama está poniendo en peligro nuestra soberanía nacional (2010) y La habitación donde sucedió (2020). Con La habitación donde sucedió se enfrentó a varios intentos de detener su publicación por parte de la administración Trump, pero en junio de 2020, un juez le dio la razón a pesar de considerar que podría contener material sensible de seguridad nacional. Nada más publicarse, muchos de los diplomáticos que aparecen en el libro se apresuraron en negar muchos de los hechos comentados y Mike Pompeo calificó a Bolton de “traidor”.
La habitación donde sucedió se publicó en Espasa en junio de 2020, con una extensión de casi seiscientas páginas y traducción de Alejandra Devoto.