La Hija de la TormentaBienvenidos a la sesión matinal de Fantasymundo, hoy tenemos pase de “La Hija de la Tormenta”, un nuevo spin-off de esa maravillosa saga de fantasía épica que es “Reyes Elfos”, pero que tranquilos, puede disfrutarse como un cómic independiente si habéis cometido el error de no tener en vuestra estantería esta fabulosa saga que mezcla las leyendas nórdicas con fantasía propia de Tolkien o Dungeons and Dragons. Un cómic que nos acerca Aleta ediciones en una rústica de 56 páginas más barata que muchas entradas de cine actuales. El cómic tiene guión y dibujo de Víctor Santos (“Polar, Furious”) y de Sergio Córdoba (autor del impagable “Freaks in Love”)

Decía que estamos ante una película de matinal y hasta los propios autores y editorial nos dan esa impresión, ya que el tomo tiene una maravillosa portada que homenajea hasta los pliegues de esos antiguos carteles de cine, siempre con ese toque de cartoon oscuro y minimalista del que tanto gusta Santos.

Pero es que además una vez comenzamos a leer esta obra queda claro que es un homenaje al cine de aventuras de los ochenta, películas como “Legend” o “Willow” parecen una clara referencia en el desarrollo de esta obra, que eso sí ha pasado por el matiz del gore y la violencia cruda propia del cine Grindhouse. Básicamente nos encontramos con una película de fantasía que hubiera podido rodar Robert Rodríguez o Quentin Tarantino. “Hija de la Tormenta” es una película de serie B, de entretenimiento y palomitas en la que los autores han metido todas las referencias y cosas que les gustan en un mundo propio con sus reglas.

La Hija de la TormentaAsí el gusto por lo japonés de Víctor Santos se observa en que el guerrero nórdico Jurgen Ulf (uno de los secundarios más queridos de “Reyes Elfos” desde su aparición en su número 2) porta una katana y una estética muy deudora del Gattsu de Berserk con claras referencias al “Conan el Bárbaro” de John Milius. No es novedad del gusto de Santos por el thiller noir y la violencia, un aventajado alumno de influencias que van desde Bruce Timm o Darwyn Cooke a Frank Miller y de nuevo todo ello queda plasmado aquí gracias al dibujo de Córdoba.

El planteamiento de la obra es bastante sencillo, los Nisse tras haber dado cobijo al pueblo refugiado de los Daeva tras las “Guerras del Este”, se ven sitiados pues la reina Mantícora ha envenenado sus mentes con promesas de gloria y exterminio para con los pacíficos Nisse. El rey Vödar pide ayuda a su antiguo compañero de armas, el también ex-Caminante Jurgen Ulf para que salve a su nieta, la última de los Nisse, Fylgin. Una de las mejores partes del cómic para mí, son las reflexiones sobre los dioses y la política y el precioso mensaje de despedida de Völdar a su nieta, donde sólo quiere que tenga una buena vida, le da igual si como vengadora de los Nisse o como simple granjera.

A partir de aquí comienza una orgía de sangre y destrucción propia de los números más viscerales de “La espada salvaje de Conan”. Córdoba entiende perfectamente la importancia de la secuencia y narración que imprime Santos a sus obras y por ello, dentro de su estilo, vamos a tener narradas todas las batallas con todo lujo de detalles. “Hija de la Tormenta” es una historia maniquea, de buenos contra malos y quiere que al lector le quede claro, por ello la parte de Ulf y Fylgin esta dibujada en grises y aguadas, mientras que los cortes a la malvada reina Mantícora y las huestes de los Daeva aparece en tonos y lápices rojos con una gran carga de sombras.

La Hija de la TormentaDentro de este viaje de aventuras ya sólo queda que os deleitéis con la narrativa de Córdoba, Ulf salta de viñeta en viñeta y todas las escenas de acción son puro dinamismo. Llama la atención el toque (no sé si buscado aposta) fanzinero, de muchas de las páginas y acabados de las mismas, lo que de nuevo refuerza esa sensación de entretenimiento, de producción artesanal sin más artificios que ver a un enorme guerrero cuidando de una niña mientras desmiembra a todo aquél que se interpone en su camino.

Hay algunos momentos que quiero señalar a lo largo de la obra. El primero es el homenaje a “Star Wars: Una nueva Esperanza” que en la posada tiene Ulf con dos de sus parroquianos y que tiene hasta las mismas líneas de diálogo para Ulf que para Obi-Wan, donde se demuestra que una katana es tan efectiva como un sable de luz. Ello desencadena en una splash con viñetas detalle de varios golpes y efectos en la que sin duda merece la pena recrearse.

Aunque no nos da tiempo a conocerla demasiado, un personaje que me ha enamorado es la Strigor, Div Kaimur. Esta vez una referencia a sagas épicas de contenido oriental como John Carter o los relatos de las mil y una noches con esas espadas que parecen cimitarras invertidas. Sin duda lo mejor del choque entre Ulf y Kaimur es el momento a lo “Ninja Scroll” o “Ruroni Kenhsi”, de golpe de espada y resolución de su brutal efecto tras una pausa dramática. Todo un viaje e interacción entre los personajes que recuerda mucho a esa maravilla que es “El Lobo Solitario y su Cachorro”.

Pese a lo corto y directo de la obra con la gran cantidad de acción que tiene, los personajes aparecen perfectamente definidos, Ulf es un guerrero cansado de vuelta de todo que pese a su hosquedad tiene un trato paternalista con Fylgin. Ella es un personaje adorable que tiene que aprender a enfrentar a sus mayores miedos y que tiene la gracia de no ser más que una niña asustada y superada por la situación, no es ninguna elegida que al final con su poder hará que no ganen los malos. Y es que de nuevo como en el resto de “Reyes Elfos”, ésta es una historia oscura, con finales agridulces.

A Santos aún le da tiempo para marcarse una intriga palaciega y dejar claro que no hay honor entre traidores. De nuevo por lo corto del cómic apenas se aboceta ese gran personaje que sin duda es Namtar, que demuestra que no hay gran reina que pueda con sus bajos instintos.

La Hija de la Tormenta

Córdoba hace un gran trabajo logrando dar una unidad e integridad a un batiburrillo de referencias por las que puedes tener a orcos y goblins con vikingos pegándose con gente con katana. El mundo de Santos es muy rico, con sus propias lenguas, reglas, razas y medidas y sin duda Córdoba logra plasmarlo a las mil maravillas.

Completa este inmejorable tomo una selección de extras con muestras del trabajo de Córdoba en algunas de las páginas que os he nombrado, un interesante texto del propio Víctor Santos y una impresionante ilustración final de nuestra pareja protagonista de Santos.

Un cómic que deja un sabor de “que bien me lo he pasado, quiero más”, interrogantes y tramas abiertas, sin duda desde aquí se recomienda a todos los amantes del trabajo de Santos, los seguidores de “Reyes Elfos” y de los buenos cómics de acción y fantasía que se hagan con él ya y ojala Aleta, Santos y Córdoba nos den la alegría de que “Hija de la Tormenta” sea el primero de los muchos números de una “Saga de Jurgen Ulf”.

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