Alberto M. Caliani es un escritor ceutí nacido en 1963. En 2013 ganó el premio Pandemia con su primera novela, “El secreto de Boca Verde” y fue nominado a los Hislibris en 2015 por “La conspiración del rey muerto”. Ha participado en antologías de relatos como “No apagues la luz”, “Historia se escribe con Z”, “Érase una veZ”, “No eres bienvenido” y “La hora de la Bella y otras historias para leer en Navidad”.
El libro comienza con el destierro de un profesor religioso por agredir a un alumno. La Iglesia decide enviarlo a cumplir pena a la iglesia de San Jorge en Ceuta, que lleva cerrada bastantes años, después de la muerte del anterior párroco, de quien se dice que se había vuelto loco y comenzado a realizar exorcismos ilegales. Así, Ernesto se ve en la tesitura de emigrar y reconstruir la iglesia.
Cuando comienzan las obras, la arquitecta municipal, Maite Damiano, observa unas manchas extrañas en la pared y cae enferma. Después, el equipo de obra contratado, comienza a experimentar extraños accidentes más o menos graves y se plantean si seguir o abandonar el proyecto. Mientras tanto, la gente del lugar transmite la historia del párroco anterior, provocando miedo y desconcierto, hasta que aparece la talla de un Jesucristo deforme, que parece causar terror en quien la contempla.
Ernesto y los que le rodean, tendrán que hacer frente a un horror sobrenatural que se esconde bajo los muros sellados de la Iglesia e investigar en la historia de la Orden de San Jorge en Ceuta para contener el mal.
“La iglesia” es un libro muy completo, que tiene un gran comienzo bastante desconcertante, una parte media correcta en longitud y un final a la altura de las circunstancias. Sin embargo, aunque no me ha disgustado, no me acaba de convencer del todo la forma de narrar los acontecimientos.
En primer lugar, hay un fallo de base que permite que a las pocas páginas una ya tenga controlado cómo se va a desarrollar más o menos todo el resto del libro. La forma de escribir es correcta, pero el suspense se pierde a medida que el lector va constatando que lo que pensaba es lo que sucede, no dándole ninguna sorpresa a pesar del material sobrenatural que maneja y que podría haber dado más juego.
Y es que es eso, quedan muchos cabos sueltos e historias abiertas que casi resultan más interesantes que la principal, que todo el mundo intuye por dónde va a ir.
Recomiendo “La iglesia” como lectura ligera, aunque no sorprenda tanto como debería, creo que Caliani ha escrito una buena novela que puede enganchar a cierto tipo de público aficionado al género y al que le gusten las historias religiosas con un tono rebelde.
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