La microbiota intestinal influye en la función cerebral y la depresión
La microbiota intestinal y el estrés crónico influyen en la función cerebral y la depresión. Crédito: Pascal Marseaud.

La depresión es un trastorno mental que afecta a más de 264 millones de personas de todas las edades en el mundo. Comprender sus mecanismos es vital para el desarrollo de estrategias terapéuticas eficaces. Científicos del Institut Pasteur, Inserm y el CNRS realizaron recientemente un estudio que muestra que un desequilibrio en la comunidad bacteriana intestinal puede causar una reducción de algunos metabolitos, lo que resulta en comportamientos depresivos. Estos hallazgos, que muestran que una microbiota intestinal saludable contribuye a la función normal del cerebro, se han publicado hoy en Nature Communications.

La población bacteriana en el intestino, conocida como microbiota intestinal, es el mayor reservorio de bacterias en el cuerpo. La investigación ha demostrado numerosas veces que el huésped y su microbiota intestinal son un excelente ejemplo de sistemas con interacciones mutuamente beneficiosas. Observaciones recientes también revelaron un vínculo entre los trastornos del estado de ánimo y el daño a la microbiota intestinal. Así lo demostró un consorcio de científicos, que identificaron una correlación entre la microbiota intestinal y la eficacia de la fluoxetina, una molécula de uso frecuente como antidepresivo. Pero algunos de los mecanismos que gobiernan la depresión, la principal causa de discapacidad en todo el mundo, siguen sin conocerse.

Utilizando modelos animales, los científicos descubrieron recientemente que un cambio en la microbiota intestinal provocado por el estrés crónico puede conducir a comportamientos depresivos, en particular al provocar una reducción de los metabolitos de los lípidos (pequeñas moléculas resultantes del metabolismo) en la sangre y el cerebro. Estos metabolitos de lípidos, conocidos como cannabinoides endógenos (o endocannabinoides), coordinan un sistema de comunicación en el cuerpo que se ve obstaculizado significativamente por la reducción de metabolitos. La microbiota intestinal juega un papel en la función cerebral y la regulación del estado de ánimo.

Identificaron algunas especies bacterianas que se reducen significativamente en animales con trastornos del estado de ánimo (depresión)

Los endocannabinoides se unen a receptores que también son el principal objetivo del THC, el componente activo más conocido del cannabis. Los científicos descubrieron que la ausencia de endocannabinoides en el hipocampo, una región clave del cerebro involucrada en la formación de recuerdos y emociones, resultó en comportamientos depresivos.

Los científicos obtuvieron estos resultados al estudiar la microbiota de animales sanos y animales con trastornos del estado de ánimo. Como explica Pierre-Marie Lledo, Jefe de la Unidad de Percepción y Memoria del Institut Pasteur (CNRS / Institut Pasteur) y coautor del estudio, «sorprendentemente, transferir la microbiota de un animal con trastornos del estado de ánimo a un animal en la buena salud fue suficiente para provocar cambios bioquímicos y conferir comportamientos depresivos en estos últimos«.

Los científicos identificaron algunas especies bacterianas que se reducen significativamente en animales con trastornos del estado de ánimo. Luego demostraron que un tratamiento oral con la misma bacteria restauró los niveles normales de derivados de lípidos, aliviando así los comportamientos depresivos. Por tanto, estas bacterias podrían servir como antidepresivos. Estos tratamientos se conocen como «psicobióticos».

«Este descubrimiento muestra el papel que juega la microbiota intestinal en el funcionamiento normal del cerebro«, concluye Gérard Eberl, director de la Unidad de Microambiente e Inmunidad (Institut Pasteur / Inserm) y coautor del estudio. Si hay un desequilibrio en la comunidad bacteriana intestinal, algunos lípidos que son vitales para la función cerebral desaparecen, lo que fomenta la aparición de comportamientos depresivos. En este caso particular, el uso de bacterias específicas podría ser un método prometedor para restaurar una microbiota saludable y tratar los trastornos del estado de ánimo de manera más eficaz.

Fuente: Nature Communications.

Alejandro Serrano
Cofundador de Fantasymundo, director de las secciones de Libros y Ciencia. Lector incansable de ficción y ensayo, escribo con afán divulgador sobre temáticas relacionadas con el entretenimiento y la cultura cercanas a mis intereses.

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