La mujer de la casa de enfrente de la chica en la ventana

La declaración de intenciones más evidente de esta serie de ocho capítulos está en su título: la mezcla de distintos elementos característicos de la intriga, el suspense y el terror, contemporáneos y clásicos, para crear un producto nuevo capaz de, desde la parodia, llamar a los distintos amantes de estos géneros. Más allá de aquí, cualquier otro intento de deducción está llamado a fracasar. Básicamente, porque la serie es tan absurda, incoherente y mal construida que la lógica deductiva no funciona.

La trama principal de ‘La mujer de la casa de enfrente de la chica en la ventana’ nos sitúa a Anna (interpretada Kristen Bell), una pintora traumatizada por la pérdida de su joven hija, en un barrio burgués de cualquier suburbio estadounidense. Devastada por este dolor, Anna tiende a las alucinaciones, y es consumidora compulsiva de vino y algo neurótica. Aun así, intenta salir adelante ante el recelo, la desconfianza y cierta superioridad moral del resto de sus vecinos. Hasta que, cierto día, tras establecer un primer contacto con su nuevo vecino Neil (Tom Riley), cree ver el asesinato de la novia de éste, Lisa (Shelley Henning), desde su ventana. Nerviosa, casi fuera de sí, llama a la policía y denuncia lo que cree haber visto…

‘La mujer de la casa de enfrente de la chica en la ventana’ se toma muy en serio su propia autodestrucción

Este punto de arranque nos sitúa ante una red de engaños y malentendidos bastante clásico que, intentando parecer algo nunca antes visto, acaba convertida en una maraña de equívocos pesimamente guionizados y dirigidos. Tan mal llevados que se transforman, a partir del segundo capítulo, en un cúmulo de despropósitos surrealista, por momentos terriblemente absurdo e, incluso, totalmente incomprensible. Los giros de guion no funcionan. Los toques de humor negro carecen de cualquier gracia. Y los escenarios, acartonados y artificiales, destruyen cualquier afán de realismo.

Es más, la construcción del personaje de Anna es tan exagerada que acaba convertida un deus ex machina andante, tan flagrante que es capaz, por si misma, de justificar cualquier evento, razonamiento o posibilidad; por más absurda que ésta sea. ¿Es real lo que ha visto o no? ¿Es cierto lo que ha oído? ¿Ha sucedido lo que parece ha pasado? Todo es posible.

Los toques de humor carecen de gracia

Y, aún así, la serie agota sus posibilidades con una rapidez que asusta. El final es precipitadísimo, forzado y sin sentido. Y el último capítulo es un esfuerzo por imponer con calzador una segunda temporada tan descarado que, en sí mismo, ya es argumento suficiente como para cancelarla inmediatamente. totalmente innecesaria.

‘La mujer de la casa de enfrente de la chica en la ventana’ (Netflix, 2022) es mala con ganas. Entra directa en lo peor de este año y no se me ocurre, y estamos en enero, cómo podría llegar a ver, en lo que queda de 2022, una serie que se tomase tan en serio su propia autodestrucción. Intentando ser una parodia abierta a múltiples públicos, acaba siendo un bodrio sobreactuado sin gracia al que no recomendaría tocar ni con un palo.

Nota: 3/10

Fco. Martínez Hidalgo
Filólogo, politólogo y proyecto de psicólogo. Crítico literario. Lector empedernido. Mourinhista de la vida.

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