Se trata de una noche especial. Es el cumpleaños de Graham, que por su 40º cumpleaños quiere algo diferente pero discreto, así que Cynthia, su esposa, decide invitar a los vecinos de la casa de al lado, Marco y Anne, con los que tienen muy buena relación, aunque llevan un tiempo sin verse, concretamente desde que tuvieron al bebé.
Cora es preciosa, a sus 6 meses de edad tiene totalmente enamorados a sus padres, y lógicamente, ni Anne ni Marco pueden estar lejos de ella. Pero una de las condiciones que ha puesto Cynthia para la cena de esta noche ha sido “nada de bebés” así que no les ha quedado otra que dejarla en casa.
Lo malo es que toda celebración se hace con alcohol de por medio, y cuando quieren darse cuenta, Anne ve claramente cómo su supuesta amiga Cynthia está coqueteando abiertamente con Marco, en sus mismas narices, como si fuese lo más normal del mundo. Pero eso no es lo peor, lo más horrible de todo es que Cynthia tiene un cuerpazo y ella lo sabe. Pese a que han pasado 6 meses, Anne no ha recuperado su figura y sabe que está algo descuidada, pero no cree que sea tanto como para que su marido le haga ojitos a la vecina.
Cada segundo está más harta de la situación y de pensar que al final cedió ante Marco y dejaron a la niña sola en casa. Ha sido una faena que la canguro cancelara en el último momento, porque no les ha dado tiempo a encontrar a una sustituta. Pero no pasa nada, porque están pared con pared y además pasan cada media hora a ver cómo está, así que sin problemas.
Pero Anne cree que ya ha tenido suficiente, así que se vuelve a casa, con Marco siguiéndola con cara de pocos amigos porque él prefiere quedarse un rato más. Desde que llegó Cora a sus vidas, no ha habido nada más que la pequeña. Nada más tenía importancia. Pero al final la rutina se echa de menos, y volver a tener vida social también.
Mientras vuelven a casa -cosa que no les lleva mucho, dado que viven puerta con puerta- Anne no sabe si discutir con Marco en el momento o esperar a que se le pase la borrachera. Ambos han bebido mucho, ella concretamente no debería porque sigue dándole el pecho a su hija, pero bueno, un día es un día.
Pero todo se para, absolutamente todo, cuando Anne se fija al subir los escalones y ve la puerta de la entrada abierta. Ella recuerda haberla cerrado… ¿no? Instintivamente echa a correr hacia la habitación de la niña, y conforme se acerca a su cuna, grita como si la estuviesen desgarrando por dentro: la cuna está vacía. Cora no está, ha desaparecido.
En ese preciso momento, todo su mundo se vuelve patas arriba, y cuando llega la policía no sabe ni cómo reaccionar. ¿Dónde está su hija? Es muy pequeña y no anda sola, no ha podido bajarse de la cuna. Eso quiere decir que alguien se la ha llevado. ¿Pero quién? ¿Quién sería tan sumamente despreciable como para llevarse a su niña mientras duerme?
Aunque esa no es su única preocupación, porque claro, ahora todo el mundo sabrá que la niña estaba sola en casa. Y sus padres de cena en la casa de al lado, como si no pasase nada, como si fuese lo más normal del mundo. ¿Qué pensarán de ellos? Son buenos padres, siempre han cuidado de su pequeña, anteponiéndola a todo lo demás… Hasta esta noche, que han decidido dejarla sola.
Es una historia que engancha desde el mismo principio, porque los personajes están muy bien definidos y nos hacen posicionarnos en un bando o en otro. En el momento en el que el Inspector Rasbach se presenta en la casa y empieza a tomar nota de todo, se nos plantean muchas hipótesis: sobre quién es el secuestrador, porqué motivo se lleva a la niña, si la niña está viva, si pedirán rescate, etc.
El hecho de que los padres de la pequeña decidieran dejarla sola, que además están bebidos y no saben si su declaración será la misma que a la mañana siguiente cuando se les haya pasado la borrachera, hace que la investigación se complique mucho más.
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La verdad es que ha sido una lectura breve pero intensa porque la forma de contar este secuestro hace que queramos saber más, de tal forma que el libro dura menos de lo que queremos pensar.
Podemos decir que los avances de los personajes los vemos desde tres puntos de vista diferentes: desde el punto de vista de Anne, de Marco y del Inspector Rasbach. Con detalles que consiguen sacarnos locos porque tenemos pensado un sospechoso y cuando empezamos el siguiente capítulo, nuestra teoría puede irse al traste y abrirnos los ojos hacia otro camino totalmente diferente de los que tenía hasta entonces la investigación.
¿Recomendación? Para todo aquel que le encante ir pista tras pista hasta dar con el culpable, porque creemos que hay guinños entre las páginas que sólo consiguen ver los más audaces. Por mi parte, que he sido la que lo ha leído, me ha sorprendido hasta el mismo final porque personalmente me gusta que las historias me sorprendan, no intento adivinarlas y adelantarme a los acontecimientos, pero creo que a quien le guste ir al mismo paso que quien lleva la investigación, puede hacerlo. También muy recomendable para todo aquel amante del suspense y de los giros argumentales. Es un caso alucinante que la gente debería conocer.
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