“La serpiente de Essex”, basada en una novela de Sarah Perry, es una de las últimas incorporaciones al catálogo de Apple TV+.
Ambientada a finales del siglo XIX en Inglaterra, la miniserie de seis episodios sigue los pasos de Cora Seaborne (Claire Danes). Tras enviudar y liberarse así de un matrimonio abusivo, decide viajar con su hijo desde Londres hasta un pequeño pueblo de Essex: Aldwinter. Llega allí atraída por rumores que hablan de la presencia de una legendaria serpiente marina, que muchos identifican con el mismo Diablo y que, según se cree, ataca a los pecadores.
En el pueblo, la desaparición de una joven hace aumentar el miedo y la desconfianza. A pesar de que esa desconfianza se extiende también a ella, Cora está empeñada en investigar y poner en práctica sus conocimientos en paleontología para dar con una explicación científica al misterio. Sus pesquisas la llevan a conocer a Will Ransome (Tom Hiddleston), el poco convencional vicario de Aldwinter. Entre ellos surge una amistad que apunta peligrosamente a convertirse en algo más, puesto que Will está casado con Stella (Clémence Poésy).
Se trata de una serie tensa, pero parsimoniosa. Las incógnitas se revelan con lentitud. Mientras, el clima de ansiedad e histeria colectiva que se va creando proporciona la base para explorar temas de fe y escepticismo, religión y ciencia. “La serpiente de Essex” utiliza con destreza el contexto histórico victoriano, presentando un paisaje cultural cambiante y un mundo en evolución. Tienen lugar avances médicos revolucionarios; sin embargo, las creencias supersticiosas continúan fuertemente arraigadas.
En la trama principal, Will se encuentra dividido. Cuestiona sus creencias al mismo tiempo que trata de que la gente del pueblo mantenga la calma y no se deje llevar por los rumores. Por su parte, Cora ve posible la existencia de la criatura, pero descarta lo sobrenatural.
Una segunda trama, protagonizada por el joven y exitoso cirujano Luke Garrett (Frank Dillane), sirve como contrapunto a la primera. Lo mismo sucede con Martha (Hayley Squires), acompañante de Cora y declarada socialista. Ambos personajes actúan como reflejo de los tiempos que viven y enriquecen la historia, aportando contraste. Pero también apartan el foco de Essex y su serpiente. Esto no sería un problema, sino fuese porque el misterio de la criatura se desarrolla tan lentamente que cualquier desviación del argumento pone en riesgo la atención de la audiencia.
Danes y Hiddleston forman un dúo convincente y carismático. No obstante, el elemento romántico está, en estos dos primeros capítulos, en un segundísimo plano. Podría decirse que incluso en un tercero. Por el momento, la serie no termina de comprometerse con un tema, sino que se deleita en una extensa introducción.
Mezclando una fenomenal y atmosférica ambientación de pantanos neblinosos con unas muy buenas actuaciones, “la serpiente de Essex” genera la intriga suficiente para continuar viéndola, pero no tanta como para esperar con ansias por las respuestas a su enigma. Probablemente, estamos ante el tipo de miniserie a la que beneficiaría emitir todos sus episodios a la vez.