La sombra del vampiro, obra de Bella Forrest, nos trasporta a un mundo de luces fantasmagóricas y oscuridad estrellada. Donde el poder y el destino se convierten en las piezas ingobernables que atormentan a todos sus personajes. La novela ha sido publicada por el sello CrossBooks de Editorial Planeta.
Forrest da vida a la enigmática historia de Sofía y Derek, una mortal y un inmortal que se ven atados el uno al otro irremediablemente. Sofía se tortura a sí misma por su pasado, sus padres, y la sensación de estar parada en medio de ninguna parte por mucho que lo intente. Derek, por el contrario, lleva toda su existencia con una pesada ancla que le impide decidir su destino libremente.
Esta novela me tiene en una pequeña encrucijada a distintos niveles. La narrativa es muy ligera, lo que de entrada es una virtud, no se atasca en ningún momento ni se tropieza con sus propias palabras, pero a la vez… Quizás por tratar de conseguir esa misma ligereza, desaprovecha muchísimas oportunidades de ampliar el mundo, ampliar el contexto, ampliar lo que conocemos de los personajes…
Aun manteniendo el misticismo, se podría haber ahondado un poco más en el pasado de Sofía y sus relaciones mortales, lo que habría ayudado a conocerla realmente antes de que se vea sumida en la pesadilla vampírica. Al no darse esa contextualización, Sofía parece dar un cambio de 180º en apenas una noche. Se presenta a sí misma como una persona tímida y cobarde, pero es muy difícil de creer viendo los hechos. No hay una evolución lógica, sino un salto repentino de una personalidad a otra. Y a Derek le pasa algo bastante similar. No concuerda su historia con lo que nos muestran de él. Un ejemplo claro es su fácil absorción de su nueva realidad, cuando, por mucha superinteligencia vampírica que tenga, habría tenido más sentido que en lugar de aceptar el nuevo mundo tal cual, se hiciera más preguntas e incluso se enfrentara a algún momento de shock.
No tenemos apenas información del resto de personajes. Humanos o vampiros, no importa, casi son sombras en la novela. Si se le hubiera dado más cancha a estos personajes, no solo la historia podría haber respirado mejor sino que ciertas decisiones, aspiraciones y motivaciones estarían más claras.
Me gusta el concepto que la autora intenta transmitir acerca de que la fuerza no está únicamente en los músculos. Que la valentía y la voluntad se pueden mostrar de múltiples maneras. Que la empatía es un superpoder olvidado. Pero me choca constantemente con el enaltecimiento de poder físico masculino. Con las vampiresas apenas se nos muestra que tengan ese concepto de superioridad física, aunque sí moral y espiritual. Pero la cuestión física de podría hacerte daño, pero no lo hago porque eres importante para mí, está presente todo el tiempo. Incluso Derek, que tiene una pequeña evolución en este aspecto, está todo el tiempo pensando en que a Sofia no se le puede hacer daño porque es ELLA, pero el resto de mortales les trae al pairo, pues… Sí, pero no.
La violencia física contra los personajes femeninos es una constante y se basa todo el rato en esa superioridad en la que las tratan como meros objetos. Forrest manifiesta la intención de que se vea el cambio en los personajes, de regresar a la empatía, al compañerismo, al entendimiento más allá de la especie, pero por ahora se queda en una intención un poco perdida.
Más que una primera novela, La sombra del vampiro funciona más a modo de prólogo de lo que serán las siguientes entregas de la saga. Tengo esperanzas en la próxima entrega puesto que si Forrest realmente le da una aoportunidad al mundo que ha creado y a sus personajes envueltos en claroscuros, puede convertirse en una buena historia que reafirme que nadie es propiedad de nadie más de uno mismo y que cada ser humano tiene derecho a su libertad y libre elección.
Y para terminar, como dato divertido, no se puede ignorar que Forrest ha metido alguna que otra referencia a Crepúsculo en su obra. Descubrirlos mientras avanzas en la historia tiene su gracia.